Una de las torres de la catedral de Santiago de Compostela está inclinada 40 centímetros (FOTOS)

Una de las torres de la catedral de Santiago de Compostela está inclinada 40 centímetros (FOTOS)

Una de las torres de la catedral de Santiago de Compostela sufre una inclinación de unos 40 centímetros, una situación que "no reviste peligro", pero que refleja las graves deficiencias en el mantenimiento de ese monumento, sostiene el arquitecto Javier Alonso.

Filtraciones de agua, tapiado de puertas y cierre de ventanas innecesarios que han impedido la ventilación, utilización de hormigón y otros materiales dañinos, son algunos de las obras que han contribuido a degradar el templo católico inscrito en la lista del patrimonio mundial de la Unesco.

Según cálculos de expertos de una fundación encargada de llevar a cabo un programa de restauración de la catedral de Santiago, serían necesarios unos 30 millones de euros para eliminar las filtraciones de agua y la humedad, sustituir algunos materiales por otros más adecuados y corregir las deficiencias.

1,5 MILLONES

El canónigo Daniel Lorenzo, encargado de asuntos culturales de la catedral, señaló que un estudio reciente indica que sería necesario 1,5 millones de euros anuales para labores de mantenimiento, y apuntó que actualmente se destinan unos 300.000 euros.

El arquitecto encargado del plan de restauración indicó que la inclinación actual de la torre sur de la catedral, es decir la de la derecha si se mira la fachada desde la plaza del Obradoiro, "ronda los cuarenta centímetros" y si bien "tiene un poco de movimiento, no reviste peligro".

IGUAL QUE EL COLISEO

Curiosamente, la inclinación de la catedral de Santiago es la misma que tiene el coliseo de Roma, según desvelaron las autoridades italianas el pasado 30 de julio. En el caso del coliseo de Roma, la inclinación se debe a las "vibraciones" provocadas por los vehículos, el metro e, incluso, los helicópteros que diariamente pasan junto al célebre anfiteatro construido en el siglo I después de Cristo.

MÁS TORCIDOS

El coliseo y la catedral de Santiago no son los únicos monumentos inclinados. Aunque la más célebre es la torre de Pisa -con 3,97 grados-, el récord de torres inclinadas, según publicó Der Spiegel en 2011, lo tiene el campanario de Suurhusen, en Alemania, con una inclinación de 5,07 grados. Una torre medieval situada cerca de la estación de Saint Moritz, en Suiza, no le va muy a la zaga.

Poco más derecha está la torre de Torún, en Polonia, construida en el siglo XIII y que actualmente tiene una inclinación de 5 grados. También son conocidas las torres Asinelli y Garisenda, en Bolonia, que fueron levantadas en el año 1100. Los terrenos donde se levantan comenzaron a ceder 300 años después de su construcción.

También es blando el terreno donde está construida la iglesia Oude Kerk, en Delft (Holanda) y cuyo estado es una preocupación constante.

En España, la torre de la iglesia de San Juan de los Panetes, en Zaragoza, está ligeramente inclinada hacia El Pilar y en Granada se encuentra el Farillo de Calahonda, una torre que en la antigüedad albergaba un faro.

También están inclinadas, aunque esta vez intencionadamente, las torres KIO de la Plaza de Castilla de Madrid. El récord, sin embargo, lo ostenta el edificio capital Gate, de Dubai, que tiene 18 grados de inclinación -intencionados- y 160 metros de altura.

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Soy subdirector en El HuffPost España. Junto a todo el equipo, trato de que el medio conserve la esencia que le caracteriza desde su fundación: escuchar a la gente, no importa desde donde nos lea, apostando siempre por nuevos formatos y por el contenido que demanda la calle, tratado siempre con la máxima rigurosidad.

 

Sobre qué temas escribo

Me centro en virales, cultura digital y tendencias sociales, con especial atención a cómo ciertos fenómenos aparentemente ligeros abren la puerta a debates más profundos. Por ejemplo, el reportaje con el que se dio a conocer Alfredo Corell: “La charla de un profesor de universidad que puso en pie a todo un auditorio”. En aquella época, Corell era un desconocido para el gran público, pero a partir de ese artículo, que tuvo cientos de miles de lectores, su popularidad fue creciendo hasta convertirse en uno de los científicos más respetados de España, con galardones como el I Premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica.

 

Mi trayectoria

Nací en Valladolid, estudié Periodismo en la Universidad de esa misma ciudad y fui becario en 'El Día de Valladolid'. Luego dejé mi tierra para cursar el Máster de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid y trabajé un año en 'El País' antes de entrar a formar parte en 2012 del equipo de 'El HuffPost España'. Aquí he sido redactor de hard news, responsable de fin de semana, jefe de la sección de virales y, ahora, subdirector. Entre medias, durante un año fui jefe de redes sociales y multidistribución de contenidos en 'Los40'.

 

Una de mis aficiones es escribir ficción y he sido finalista en dos concursos literarios: el I Concurso de Microrrelatos 5’ y el Premio Internacional de Microtextos Garzón Céspedes.

 


 

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