Críticas a Cospedal por sus ataques a la falta de conciliación de los hombres y a las cuotas femeninas

Críticas a Cospedal por sus ataques a la falta de conciliación de los hombres y a las cuotas femeninas

Daniel no se siente reflejado en las palabras de Maria Dolores de Cospedal sobre la falta de conciliación en el hogar por parte de los hombres. A sus 41 años, casado, y con dos hijos, de 13 y 10 años, no se toma "la cerveza" después de trabajar. Tampoco se marcha a "jugar al tenis", ni a "echar la partida". Sí ve fútbol: el que juegan sus pequeños.

Nada más concluir su jornada laboral este informático se marcha, con el tiempo golpeando permanentemente su cabeza, al colegio de Diego y Sergio. Su mujer comenzó a trabajar hace un año con horario partido. Tenían un problema: alguno de los dos debía pedir jornada intensiva. Daniel pensó que el hecho de llevar varios años en una firma informática podía contribuir a allanar el camino para lograr el 'sí'.

"Al principio me dijeron que tenía hasta principio del curso siguiente para buscar a alguien que cuidara a los niños por la tarde. Cuando pasó el plazo lo volví a hablar y, como no habían notado un descenso de la productividad, me dejaron seguir", comenta. Puso todas las facilidades posibles. Por ejemplo, se comprometió a que "si por la tarde me necesitaban para algo urgente me podían llamar".

Daniel recoge a sus hijos del colegio para llevarlos a casa. Sus tareas varían en función del día, aunque hay obligaciones que nunca cambian: "Ayudarlos con los estudios, eso es invariable", reconoce. En función del día, los lleva a entrenar al fútbol, a las clases de música, juega con ellos y los "aprieta" para que se duchen. "También es verdad que son mayores y requieren menos atención que los peques", concede. Aunque eso no evita que deba asumir esas responsabilidades solo y casi siempre agotado por las ocho horas previas de trabajo. Su mujer llega a casa a las siete y media, "excepto cuando va al gimnasio, que se retrasa una hora y media más". Él mismo la animó a que algunos días los dedicara a hacer ejercicio tras salir del trabajo.

"UN FLACO FAVOR"

A tenor de lo leído en las redes sociales, el caso de Daniel no es una excepción.

"Con sus comentarios, Cospedal ha hecho un flaco favor en pro de la igualdad", lamenta José Francisco Sánchez, portavoz de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE). Pese a asumir que "aún queda mucho camino que recorrer" para lograr la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, considera que Cospedal dibujó un perfil que se ajusta poco a la realidad, "mucho más compleja y llena de matices".

"Incidir en una guerra de sexos supone un flaco favor a la hora de dar pasos hacia el camino de la igualdad", lamenta Sánchez. Desde el punto de vista de la asociación, el retrato robot del hombre que esbozó Cospedal está desfasado. El trabajador que corre raudo a la salida del trabajo hacia el bar más cercano, o llega a casa justo cuando los niños ya están bañados y cenados, coincide más con el de "hace 50 años, no con el actual".

"Es cierto que aún no se ha alcanzado la igualdad y que la mayor parte del cuidado del hogar lo siguen haciendo las mujeres", reconoce Purificación Causapié, secretaria de Igualdad de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. Pese a coincidir en parte con Cospedal, cree que "la forma como lo planteó" la secretaria general del PP "no fue la mejor". E introduce matices que eludió la conservadora:"Cada vez más abuelos se ocupan del cuidado de sus nietos".

"Sinceramenrte, de los de mi generación (cuarenta y pocos) no conozco ni a uno que sea como dice" Cospedal, afirma el lector Tigalate en uno de los comentarios de la noticia sobre las palabras de la secretaria general del PP publicada en El Huffington Post. "En la España real, la de las familias que (si tienen suerte) trabajan los dos cónyugues, hace mucho tiempo que nos repartimos las tareas", defiende.

CAMINO POR RECORRER

La opinión de Cebollina, otra lectora, refleja que las discrepancias con las palabras de Cospedal no distinguen de sexo. "¿Esta señora de qué habla? ¿Su vida es así o quiere que sea la nuestra? ¿Cómo puede hablar así una política de este siglo? ¡Es esperpéntica!", apunta. Desde la a Asociación de Hombres por la Igualdad de Género optan por otra palabra para definir su discurso: "Demagógico".

"Por una vez estoy de acuerdo con esta señora. Lamentablemente en este país aún somos "mayoritariamente" las mujeres las que tenemos que sacrificar demasiadas cosas por la familia. A los hombres nunca se les ha exigido que sacrifiquen sus carreras o su vida personal por el hogar y los hijos, al contrario sus intereses personales y laborales siempre son preeminentes sobre los de la mujer aún hoy. La verdad verdadera, como decía el anuncio, es que la igualdad real está aún muy lejos y aunque hemos progresado mucho esta crisis está dando al traste con mucho de lo conseguido", señala a contracorriente la lectora Juanalalocaloca.

Ese "camino que aún queda por recorrer" es, pese a los pasos ya dados, largo y tortuoso. Los datos son tozudos e insisten en dibujar una realidad que, aunque mejora respecto a otras décadas, sigue reflejando que la igualdad dentro del hogar es todavía una quimera. "Los últimos estudios indican que las mujeres siguen dedicando más horas diarias a las labores del hogar", detalla José Francisco Sánchez. Según la Encuesta de Empleo del Tiempo 2009-2010, ellas trabajan en casa dos horas y cuarto más que ellos cada día, una diferencia que desde 2003 se ha recortado en 41 minutos.

"La revolucion de los hombres debe producirse de puertas para adentro, y las de las mujeres debe ser puertas afuera", puntualiza Sánchez.

CUOTAS

En esa lucha por que la mujer gane representación "de puertas afueras", las cuotas han sido fundamentales. Sin embargo, a Cospedal le resulta terriblemente molesto formar parte de una cuota solo por ser mujer. "Es muy ofensivo para muchas mujeres que, como eres mujer, tienes que formar parte de una cuota, y eso es lo más machista que hay para la mujer y es considerarnos como una masa deforme y que somos todas iguales", se quejó este jueves.

"La cuota no es contraria al valer o no valer", subraya Purificación Causapié. Defensora de este modelo puntualiza las palabras de Cospedal al señalar que "valer valemos todas. El problema es que a las mujeres siempre se las ha discriminado". La secretaria de Igualdad de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE asume que ella, como todas las políticas que ejercen hoy en España "somos producto de la cuota" y recuerda que en los primeros años de la democracia sólo había un 6% de mujeres en las listas electorales.

Las reflexiones de Cospedal no hacen más que reflejar, a su juicio, "el desconocimiento" de la secretaria general del PP sobre la cuestión, y el "desprecio" hacia "la lucha que han realizado muchas mujeres a lo largo de los años para conseguir que hoy las mujeres estemos donde estamos". Es consciente de que el paulatino incremento de la presencia femenina en puestos de responsabilidad es sólo parte de un camino del que aún queda mucho por recorrer. Pero se va en la buena dirección: "La propia Cospedal está donde está precisamente por las cuotas", recuerda Causapié.

MEDIDAS DE "PROPAGANDA"

Pero, sobre todo, critica que, en su intervención, la líder del PP dejara la pelota en las responsabilidades individuales, como si el Gobierno no pudiera estimular todas las políticas encaminadas a afianzar la igualdad entre hombres y mujeres. "La reforma actual se carga todos los derechos de conciliación laboral que se habían logrado. Las personas se tienen que implicar, pero también debe hacerlo el Estado", sentencia.

"Cospedal seguramente no ha sentido nunca la discriminación, pero hay millones de mujeres en el mundo que sí la sufren y sí la sienten y sus afirmaciones son casi un insulto para todas ellas", ha criticado la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano. "Nosotras preferimos ser herederas de todas aquellas que dijeron que 'no' al destino que les tenía preparada la historia y lo combatieron. Esas son las mujeres en las que nos reconocemos", ha apuntando en sintonía con Causapié.

De lo que no hay duda es de que Cospedal no está sola en su partido. Apenas 24 horas después de sus críticas a las cuotas, la secretaria de Educación e Igualdad del Partido Popular, Sandra Moneo, ha redoblado el ataque a ese modelo al reducirlo, al igual que al "famoso Ministerio de Igualdad" creado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, a medidas "concebidas por el PSOE como instrumentos de propaganda política, no como medidas eficaces para dar respuesta a los problemas reales de la mujer".

Daniel no entra en cuestiones políticas. Tiene prisa por ir a recoger a sus hijos. Piensa, sencillamente, que es su responsabilidad.