Rafael Amargo matiza las palabras de su polémica entrevista, pero la lía aún más

Rafael Amargo matiza las palabras de su polémica entrevista, pero la lía aún más

"Ni maricón ni gay: pues no, porque no soy ni maricón ni gay".

Rafael Amargo en Madrid, en abril de 2018.Angel Manzano via Getty Images

Tras la multitud de críticas que Rafael Amargo recibió por su polémica entrevista con el diario El Mundo, el bailaor flamenco ha querido explicar a qué se refería con la frase: "Soy bisexual, creyente y hetero. Ni maricón ni gay".

Sin embargo, aunque su intención era buena, el resultado no ha sido el esperado porque en lugar de matizar sus palabras muchos consideran que lo ha estropeado aún más.

En una conversación telefónica con Socialité (Telecinco) Amargo se ha quejado de que la gente se haya quedado solo con el titular y que ni siquiera hayan leído el resto. "Si lees la entrevista entera y me conoces un poco, verás que está en el tono en el que yo suelo hablar y creo que es muy sincera", lamentó.

Después, el bailaor ha ido matizando, uno por uno, cada uno de los calificativos que usó para describirse a sí mismo y que tanta controversia han generado. Estas son sus explicaciones:

  • "Soy bisexual: pues sí... Soy bisexual porque he tenido historias con tíos, pues soy bisexual. Y si he vuelto a repetir es porque me gusta, ¿no? Pues entonces soy bisexual".
  • "Creyente: pues sí, porque creo en Dios, en la iglesia y en mis creencias de hacer las cosas bien en la vida".
  • "Ni maricón ni gay: pues no, porque no soy ni maricón ni gay".
  • "Es que a mí no me gusta que se llame a nadie maricón porque es una palabra despectiva y creo que un maricón es un terrorista, un pederasta, un hijo de puta, un ladrón... Alguien que haga algo mal".
  • "Gay tampoco me puedo considerar... porque me considero un tío vicioso y que me gusta lo que me gusta en cada momento y que me gustan también las tías. Entonces, soy un tío bisexual, ni gay ni maricón".

Las explicaciones de Amargo no han convencido a la gente, que ahora le está criticando incluso con más dureza que antes por las comparaciones que ha utilizado. Estas son algunas de las menos malsonantes que hemos encontrado: