¿Tienes uno de esos días en los que parece que no hay nada que te invite a moverte? ¿En los que la energía vital parece que te ha abandonado? ¿Llevas demasiado tiempo sin hacer ejercicio y no ves cómo ni cuándo empezar?
Es algo normal en otoño: los días son más cortos y menos luminosos y parece que nuestra energía va desapareciendo con la luz del sol. ¡No pasa nada! ¡Con esta breve clase de pilates despertás como un rayo! Sacudidas, respiraciones abiertas y mucho powerhouse, para despedirse del peor de los pecados: LA PEREZA.