Hombre, el yoga también puede ser bueno para ti

Hombre, el yoga también puede ser bueno para ti

Hoy queremos abordar la relación del sector masculino con el yoga. Existen tantos estereotipos al respecto, que muchos hombres han abandonado la idea de experimentar una clase antes de probarla. Sin embargo, si nos remontamos unos cuantos miles de años atrás en la historia, casi 5.000, encontramos que en sus orígenes, la práctica de yoga estaba reservada únicamente a los hombres.

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La práctica de yoga parece que siempre se ha asociado al mundo femenino porque en casi todas las clases de yoga predominan las mujeres, pero es simplemente una creencia en la que nos basamos ahora y se ha mitificado.

Sin embargo, si nos remontamos unos cuantos miles de años atrás en la historia, casi 5.000, encontramos que en sus orígenes, la práctica de yoga estaba reservada únicamente a los hombres. Tuvieron que pasar muchos años para que en esta disciplina se aceptase la entrada de las mujeres.

Hoy queremos abordar la relación del sector masculino con el yoga. Existen tantos estereotipos al respecto, que muchos hombres han abandonado la idea de experimentar una clase antes de probarla.

'Los hombres solo trabajan ejercicios de fuerza'

'Ese postureo que se hace en yoga no es masculino'

'Los hombres no lloran, nada de ponerse sentimental en clase'

Frases de este tipo es lo que nos encontramos en boca de muchos hombres, e incluso mujeres ¡Desterremos de una vez por todas esos mitos sin sentido ni fundamento!

Y para ello sólo hay que echar un vistazo a los enormes beneficios que los hombres pueden encontrar en una esterilla:

1. Si los hombres son más proclives a realizar trabajos de fuerza, con más razón, la práctica de yoga les ayudará a compensar los desequilibrios propios de los entrenamientos anaeróbicos. Las asanas (posturas) proporcionarán estabilidad y armonía a la musculatura, gracias al desarrollo de la flexiblidad, la coordinación y la conciencia corporal que la práctica habitual de yoga ofrece.

2. Es verdad, que por cuestión genética y hormonal, lo usual es que nos encontremos con que las mujeres son más flexibles que los hombres. Pero, volvemos a estereotipar la situación, la persona no se adapta al yoga, sino que el yoga se adapta a cada persona.

3. Eso de que los hombres no lloran y son menos proclives a mostrar sus sentimientos, es una patraña. Los hombres, como las mujeres, son personas que tienen una vida, un trabajo, una familia, unas experiencias, una mente... Hombres y mujeres, a todos nos afecta una preocupación, todos sentimos un momento de estrés, todos pasamos por estados anímicamente destructivos. La práctica de yoga nos acerca al autoconocimiento, a explorar por nuestros cuerpos y mentes, tanto en mujeres como en hombres. No ver que los hombres también se pueden beneficiar de estos dones de paz y serenidad que el yoga aporta, es muy grave.

Hombres, os invitamos a probar las mieles de esta práctica milenaria y que os dejéis llevar por todas las bondades que su práctica implica... no lo podréis dejar.

Namaste.