Rosell y Bartomeu niegan la compra de árbitros: "El Barça era el mejor equipo del mundo y no hacía falta ninguna ayuda"
Los expresidentes blaugranas han comparecido ante la jueza este jueves, alegando que los pagos se efectuaron por "servicios de asesoramiento deportivo y realización de informes", una práctica, aseguran, heredada de otras directivas.

En el ojo del huracán por el 'caso Negreira', los expresidentes del FC Barcelona Sandro Rosell y Josep María Bartomeu se han desmarcado este jueves de cualquier intento de comprar árbitros. Ambos han asegurado ante la jueza Alejandra Gil, titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que los pagos al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) respondían a informes y asesoramiento, una práctica que, dicen, heredaron de anteriores directivas.
El procedimiento investiga los 7,3 millones de euros que el club habría abonado entre 2001 y 2018 a José María Enríquez Negreira y a su hijo Javier. Según fuentes jurídicas, Rosell y Bartomeu, junto a los exdirectivos Òscar Grau y Albert Soler, la pareja de Negreira y otros implicados, solo han respondido a sus defensas durante la sesión.
El primero en declarar ha sido Javier Enríquez, quien ha admitido haber cobrado por elaborar informes arbitrales para el Barça, con honorarios de entre 6.000 y 7.000 euros por cada documento. "He estado esperando para declarar con quién tenía que hacerlo. Ya está hecho. ¿Qué he dicho? Ya lo veréis en la causa a la que muchas veces tenéis acceso más rápido que yo. ¿Si defiendo la verdad que conozco? Por supuesto", ha dicho a los medios a su salida.
Durante su comparecencia, El Español ha publicado que Enríquez ha calificado la relación entre su padre y el club de "poco ética", y ha precisado que él únicamente percibió 60.000 euros, negando que los 7,5 millones facturados por Negreira fueran por sus informes.
Rosell y Bartomeu mantienen que la ayuda arbitral no era necesaria: "El Barça era el mejor equipo del mundo"
Tras Enríquez, han comparecido Rosell y otros dos exdirectivos del club blaugrana, Òscar Grau y Albert Soler, y la pareja de Enríquez Negreira. Rosell ha argumentado que en los años en que él estuvo al frente de la entidad del club "estaba ganando no solo en España sino también en Europa, donde Negreira no tenía influencia", lo que, desde su punto de vista, evidencia que no se pagaba para obtener ventajas arbitrales.
El último en comparecer ha sido Bartomeu, quien, en la misma línea que Rosell, ha defendido que, en aquel momento el Barça era "el mejor equipo del mundo", por lo que "no hacía falta ninguna ayuda arbitral". Ha explicado que Negreira y su hijo prestaban servicios de asesoramiento, tanto deportivo como arbitral, y que esos encargos se mantuvieron porque eran útiles para los entrenadores del primer y segundo equipo.
Además, ha añadido que, si mantuvieron los pagos por los informes elaborados por el hijo de Negreira, Javier Enríquez, es porque eran de interés: "A 250 euros el informe, ¿cómo se compraba a alguien?", aunque Enríquez habría asegurado recibir una suma mucho más elevada por cada documento.
Asimismo, ha recalcado que las declaraciones habían servido para desmontar sospechas: "Hoy ha quedado claro que muchas de las teorías que se han vertido los dos últimos años han quedado anuladas. Se han aclarado muchas cosas, se ha aclarado que había unos servicios de asesoramiento deportivo, de informes arbitrales, de asesoramiento pre y post partidos (…) y que, tras ese asesoramiento, había una suma económica a pagar".
Finalmente, ha insistido en que los títulos conquistados por el club fueron mérito de la plantilla, subrayando: "No pagamos para influir, sino por los informes".
Siguiente capítulo, el 25 de noviembre
Con estas declaraciones se cierra un nuevo capítulo del caso Negreira. La instrucción continuará el próximo 25 de noviembre, fecha en la que están citados a declarar como testigos el actual presidente del club, Joan Laporta, y a los exentrenadores azulgrana Luis Enrique Martínez y Ernesto Valverde.
La magistrada considera que estas tres declaraciones eran "imprescindibles", tras la solicitud de la Fiscalía, que las calificó como "especialmente relevantes" para el desarrollo de la investigación.
Joan Laporta, actualmente en su segundo mandato como presidente del FC Barcelona, cargo que ya ocupó entre 2003 y 2010, fue imputado en su momento por el anterior instructor del caso Negreira, Joaquín Aguirre. Sin embargo, la Audiencia de Barcelona lo exoneró al considerar que los hechos habían prescrito.
Aun así, la Fiscalía considera importante que Laporta declare como testigo ante el juzgado, con el objetivo de esclarecer los motivos detrás de los pagos efectuados a las sociedades vinculadas a la familia Negreira, entre ellas Dasnil 95, Nilsad SPC y Soccercam SL.
