La Casa Blanca, tranquilizadora sobre la caída de los bancos SVB y Signature Bank: "Esto no es 2008"

La Casa Blanca, tranquilizadora sobre la caída de los bancos SVB y Signature Bank: "Esto no es 2008"

Su portavoz, Karine Jean-Pierre, sale al paso de las acusaciones republicanas de que Biden ha ido en rescate de los bancos, olvidando a los estadounidenses.

La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, durante una rueda de prensa en Washington, el pasado día 10.Sarah Silbiger / REUTERS

La Casa Blanca defendió este lunes que la situación actual con la caída de los bancos Silicon Valley Bank (SVB) y del Signature Bank es muy diferente a la que se vivió en 2008 con una crisis financiera que tuvo su origen en el colapso de la burbuja inmobiliaria de Estados Unidos.

"Esto no es 2008", repitió en varias ocasiones la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en declaraciones a la prensa a bordo del avión presidencial Air Force One.

La portavoz rechazó las críticas de algunos miembros de la oposición republicana, como la polémica legisladora ultraderechista Marjorie Taylor Greene, que ha acusado al Gobierno de Joe Biden de salir en rescate de los bancos y olvidarse de los estadounidenses.

El liderazgo del Partido Republicano en el Congreso, sin embargo, no se ha posicionado sobre las decisiones tomadas por el presidente tras el cierre de los bancos.

La cascada de problemas

El domingo por la noche, el Departamentos del Tesoro, la Reserva Federal (Fed) y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) anunciaron un plan para proteger los depósitos de Silicon Valley Bank de California y del Signature Bank de Nueva York.

El dinero que se usará para garantizar los depósitos de esas instituciones provendrá de un fondo de garantías al que contribuyen los bancos de EE.UU. y no estará financiado con el dinero de los contribuyentes, algo en lo que puso especial énfasis la portavoz de la Casa Blanca.

En respuesta a la crisis de 2008, el entonces presidente George W. Bush (en el cargo entre 2001 y 2008) aprobó un rescate de 700.000 millones de dólares para bancos y otros servicios del sector financiero.