Mayor sueldo, menor rentabilidad: así está el bolsillo de los funcionarios

Mayor sueldo, menor rentabilidad: así está el bolsillo de los funcionarios

No todo son buenas noticias para los empleados públicos de la Administración General del Estado.

Una cartera con varios billetes de euroPIXABAY

Los funcionarios han recibido esta semana una buena noticia en forma de subida salarial. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha avanzado que el PIB subió un 2,5% en 2023, una décima por encima de lo esperado por el Ejecutivo. Ese crecimiento económico tendrá como consecuencia un incremento de sueldo del 0,5% para los empleados públicos.

Cabe recordar que el acuerdo firmado por el Gobierno, CCOO y UGT en octubre de 2022 pactaba una subida salarial para los funcionarios en 2023 del 3%, una cifra se elevaría hasta el 3,5% si el PIB nominal superaba el previsto por el Gobierno, algo que finalmente ha ocurrido.

Sin embargo, hay un grupo de funcionarios, el que pertenece a la Administración General del Estado (AGE), para el que no todo son buenas noticias en lo que concierne a su bolsillo. El motivo es que su plan de pensiones ha registrado una rentabilidad inferior al promedio de los fondos de pensiones de empleo españoles.

Tal y como recoge Expansión, el plan de pensiones de los empleados públicos de la AGE (el que tiene un mayor número de partícipes en España) obtuvo en el año 2023 una rentabilidad del 6,92%.

La cifra se encuentra 0,44 puntos porcentuales por debajo de la rentabilidad media de los fondos de pensiones de empleo de nuestro país, que se situó en 2023 en el 7,36%, según datos de Inverco.

El fondo de pensiones de la Administración General del Estado es un producto de renta mixta: invierte un 50% en renta fija, un 32% en acciones, un 13% en activos alternativos y el porcentaje restante en cuenta corriente y monetarios.

Sin aportaciones desde 2011

En cualquier caso, hay otro aspecto aún más negativo respecto al plan de pensiones de la AGE que la insuficiente rentabilidad: la ausencia de aportaciones desde 2011. En ese año, el Gobierno decidió suspenderlas para reducir gastos en el contexto de crisis económica.

Y más de una década después, las aportaciones no se han recuperado. 2024 podría ser el año en el que esa tendencia cambie y la Administración General del Estado vuelva a destinar dinero al plan de pensiones de sus trabajadores.

Pero para ello hay un requisito indispensable: que se aprueben unos nuevos Presupuestos Generales del Estado en los que se incluya una partida para ese fin. Y la aprobación de los Presupuestos, con el panorama político actual, está en el aire.