Escocia, en cinco alojamientos de leyenda

Escocia, en cinco alojamientos de leyenda

Escocia es paisaje absoluto, tardes de chimenea y whisky al atardecer. Su paisaje, absoluto, refleja una tierra repleta de castillos, clanes y guerreros que divisar a través de la ventana de algunos de sus mejores hoteles, como estos.

136 lujosas habitaciones a orillas del lago Lomond dentro de una clásica mansión victoriana que, si tenemos suerte y la niebla acompaña, forma la perfecta imagen de postal escocesa. Solo nos falta el monstruo del lago, aunque también hay quien dice que lo ha visto. Qué pensaban. Cameron House está ubicado dentro del Parque Nacional de Trossachs, y aunque los alrededores rebosan belleza, el interior no se queda corto, rebosante de lujo, glamour, mantas de mullida lana y las estrellas Michelin del chef Martin Wishart.

Más que un hotel, este icono de la aristocracia escocesa (y europea) es uno de los establecimientos más famosos de toda Escocia. Se trata de especie de lujosa casa de campo ubicada entre las hermosas Ochil Hills, perfecta para hacer de todo o no hacer nada, aunque hacer volar un halcón, cabalgar a caballo, jugar a tenis, a golf o disfrutar de una cena con estrella Michelin son algunos, que no todos, de los atractivos de The Gleneagles.

Más de 15 años han pasado desde que Paul Kitching inaugurara en Edimburgo su restaurante 21212, reconocido con una estrella Michelin, aunque como a ellos mismos les encanta destacar, “este es el único con habitaciones”. Y es que a su precioso restaurante hay que sumarle además cuatro lujosas habitaciones esparcidas por una mansión de estilo georgiano en la Royal Terrace de Edimburgo, que completan la oferta de ocio de 21212 junto a las 38 plazas que oferta el restaurante. 

Un hotel que fabrica su propia ginebra es sin duda un buen hotel. La ginebra es el nuevo whisky en Escocia. Pero como no solo de ginebra vive el hombre, merece la pena destacar que el Sheraton Grand Hotel & Spa está perfectamente ubicado en el centro de la ciudad de Edimburgo, y cuenta con unas privilegiadas vistas al castillo de la ciudad. Con una chimenea encendida de fondo, ahora sí tenemos el alojamiento perfecto de esos en cuyas entrañas el hombre sí podría vivir.

Si cierra los ojos y piensa en el perfecto hotel escocés, visualiza el Roxburghe. 22 habitaciones, muchas de ellas con dosel y chimenea, salones repletos de historia y verdes campos rodeando la propiedad representan el perfecto refugio aristocrático. Este hotel es el resultado de un exquisito trabajo por  amor del duque de Roxburghe, propietario de esta mansión. No olvide cenar en el opulento restaurante Chez Roux, supervisado por el legendario chef francés Albert Roux. Los platos son una perfecta muestra de la despensa natural escocesa. Lo dicho, un lujo.