Las niñas de Calviño
Opinión
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Las niñas de Calviño

Lo que te pido es que tú, como hombre, lo entiendas y lo respetes, y a ser posible, que también pongas de tu parte para que esto deje de ser una reivindicación.

Calviño, un día después de su comentado gestoEuropa Press News via Getty Images

Hace unos años, aquel febrero de 2008, cuando Rajoy sacó a pasear a su niña imaginaria en un debate frente a Zapatero, diciendo entre otras cosas que al crecer habría “aprendido a respetar a todos los que respetan la ley”, sentí más ganas que nunca de estar frente a él y quienes son como él políticamente. Y, bueno, tampoco hace falta que les explique yo, aquí y ahora, ningún extremo de aquel discurso que, entre otras cosas, nos trajo a personajes tan insignes de la actualidad política del país como María Dolores de Cospedal, Bárcenas o Villarejo.

Y les traigo esto a la memoria porque hace unos días sí que se produjo un hecho que va a cambiar, que puede y debe cambiar, el futuro de las niñas de este país, porque la posición adoptada por la vicepresidenta del Gobierno de España Nadia Calviño, al negarse a posar para una foto en la que fuese la única mujer, es uno de esos pasos que marcan camino. Es uno de esos gestos que me hacen sentirme muy feliz de lo que soy.

Y digo, convencida de ello además, que ese gesto puede y debe cambiar las cosas para las niñas de hoy, porque ese hecho es un punto de inflexión en el que, de una vez por todas, se aprenda a respetar que la igualdad no solo se acepta, sino que o se practica o te quedas fuera de la foto.

Ese ejemplo del otro día es una llamada de atención a todas nosotras para que cada una en su entorno diga basta. No más fotos, más reuniones, más mesas en las que una mujer sea suficiente. Decididamente no. Cincuenta por ciento de peso soportado en esta sociedad, de trabajo realizado para sacarla adelante, equivale a igual porcentaje de presencia.

Sencillo, fácil de entender y aún más fácil de solucionar, porque solo es necesario que de una vez por todas se entienda que no estamos aquí por cuotas, sino por derecho propio

Obviamente me sumo a su iniciativa, y no habrá más fotos donde la paridad o al menos un intento de ella no sea una constante, y donde ese interés por la paridad real no sea fingida. Ni actos públicos, ni de partido, ni cualquier otro en el que el hombre, por ser hombre, tenga una presencia mayor que las mujeres.

Sencillo, fácil de entender y aún más fácil de solucionar, porque solo es necesario que de una vez por todas se entienda que no estamos aquí por cuotas, sino por derecho propio.

Yo me apunto al así no de Calviño, y yo tampoco me voy a sacar más la foto o participar más en un debate donde sea la única mujer, y lo que te pido es que tú, como hombre, lo entiendas y lo respetes, y a ser posible, que también pongas de tu parte para que esto deje de ser una reivindicación.

Y a ti mujer, estés donde estés, tampoco te hagas esa foto. Juntas lo conseguimos, porque sin nosotras, sencillamente, la imagen no es real.