Lo bueno del nazismo, en la televisión

Lo bueno del nazismo, en la televisión

Yo espero siempre que los presentadores tengan músculo para parar lo que hay que parar, replicar, ordenar, ponderar.

Un fotograma de la intervención de María Jamardo en 'Ya son las ocho' (Telecinco), en la que defendió que en el bombardeo de Gernika de 1937 "ni el que bombardeaba eran tan malo ni los que eran bombardeados eran tan buenos".TELECINCO

El martes, en el programa de Telecinco, Ya son las ocho, presentado por la periodista Sonsoles Ónega producido por Unicorn, cuya presidenta es Ana Rosa Quintana, y dirigido por Lorena Correa, la colaboradora María Jamardo (periodista del medio digital El Debate y ex líder del partido que montó en su día Mario Conde) pronunció una frase para la historia. Hablaban de la comparación que Zelensky, el presidente de Ucrania había hecho esa tarde en el congreso entre lo sucedido en Gernika en 1937 y lo que estaba pasando en su país en 2022. A Jamardo le pareció fuera de lugar esta comparación, así como que Pedro Sánchez la secundara. Dijo cosas antes, pero la frase exacta que nos ocupa fue esta:

“Hay que recordar que en aquel momento el socialismo, el partido comunista, estaba de parte de Stalin o de las ideas de Stalin… Entonces ni el que bombardeaba era tan malo ni los que eran bombardeados eran tan buenos”

¿Qué le respondió la conductora? Nada en ese momento (se disculpó un día después) ¿Qué dijo David Alemán, el otro colaborador en plató? Nada tampoco. Bueno, él apuntó que le había parecido mal que el presidente de Ucrania señalara con nombres y apellidos a las empresas españolas. A Jamardo tampoco le había gustado eso. La cosa siguió su curso. Jamardo fue más allá: dijo que lo de Ucrania no es una guerra civil, como fue lo nuestro, lo de Gernika. Una obviedad, por otra parte.

A mí me parece inconcebible e intolerable que se puedan decir cosas así en la televisión, la verdad. Es un programa en directo, de acuerdo. Pero yo espero siempre que los presentadores tengan músculo para parar lo que hay que parar, replicar, ordenar, ponderar. Como Sonsoles no hizo nada de eso, voy a aprovechar este post para poner en boca de la presentadora lo que creo que habría estado bien que le replicara a Jamardo, respetando, faltaría más, la sagrada libertad de expresión:

-Bueno, María, quizá no es del todo acertada esa apreciación. Recuerda que Hitler (que un poco malo como concepto sí era) bombardeó a la población civil de aquel pueblo de Vizcaya (con niños, ancianos, esas gentes que vivían plácidamente en el País Vasco, sin saber ni quién era Stalin) como un ensayo de la II Guerra Mundial. Hubo 300 muertos. Fue una masacre donde estaba claro quién era el bueno de la peli y quién era el malo. Así que yo creo, querida María, que lo que Zelensky quería decir con su comparación era que un bombardeo a un pueblito mata gente normal, población civil se llama, se produzca como se produzca. Da igual que sea un ajuste de cuentas de la mafia, una guerra civil, una bomba atómica o una invasión de un país extranjero. Y creo, María, que tu apreciación no es nada afortunada. Estás poniendo en el mismo plano el nazismo y una población civil indefensa, que en todo caso estaría defendiendo un régimen democrático. No como sus atacantes, la Legión Cóndor alemana, que nueve meses después de que arrancara la guerra civil con el levantamiento de Franco contra el gobierno de la República, y en apoyo al bando sublevado, masacró Gernika, como seguro que sabes, querida compañera.

Las personas que secundaríamos esa perorata ficticia que a mí me habría gustado que le soltara Sonsoles, nos fuimos a Twitter a poner el grito en el cielo. Quizá hubo otras personas a las que les pareció bien la apreciación de Jamardo, y supongo, el silencio respetuoso de la conductora, pero no salieron a defenderla. Sí que opinaron sobre la comparación de Zelensky, citando, por supuesto, Paracuellos. Porque resulta, tal y como ha venido a decir hoy en su sátira política de Todo por la radio, en La Ventana de la Cadena Ser, Toni Martínez, “insólitamente en España se critica a los nazis y hay quien se da por aludido. No debe haber muchos países donde se critique a los nazis y haya quien se ponga a la defensiva, diciendo algo así como bueno, bueno, comprendamos al otro bando también”. Mi amigo vasco Mikel López Iturriaga, estaba contrariado de veras. Indignado y tristísimo. Lo hizo ver públicamente en Twitter.

Me mandó estos dolientes whatsapp que me ha autorizado a compartir: “Me acuerdo tanto de cuando mi madre hablaba de los bombardeos de Bilbao, del pánico que sentía y del miedo que no se le quitó jamás…”, “Ella, sus padres y sus cinco hermanos vivieron esos bombardeos, con mi tía pequeña siendo un bebé. De hecho, nació bajo las bombas. Mi madre nunca pudo soportar las explosiones desde entonces, tenía diez años, era la mayor de los hermanos...”.

Muchos tuiteros citaron a sus abuelos, que vivieron el horror de aquel Guernica. El actor Juan Diego Botto se pronunció también, con el sosiego y la contundencia que le caracteriza. Se lamentaba de que semejante despropósito se pudiera decir en la televisión. Jamardo, ante algunos tuits, dijo que se había sacado de contexto la frase, cómo no. Pero yo hoy me he visto el programa de nuevo, una y otra vez, así que puedo decir, sin temor a equivocarme, que no había contexto alguno del que sacar la frase. La frase fue tal cual. La cosa fue así: Sonsoles dice, las declaraciones de Zelensky han conmovido a la Cámara.  ¿Qué os ha parecido?, pregunta a los dos colaboradores. Jamardo se queja, con toda la razón, del audio y de la traducción y luego pronuncia EXACTAMENTE la frase citada. Tras eso, pasan a otro asunto, concretamente, a los bailarines ucranianos que huyen de la guerra (de los bombardeos rusos, por cierto) y que esta noche, “gracias a Mediaset” dice Sonsoles (que colabora con HM Hospitales y la Fundación Mapfre) actúan en el teatro Coliseum de Madrid. El programa acaba con la noticia del asesinato de una niña de 14 años en Oviedo. Jamardo se pone en la piel de la familia de la víctima.

He visto también qué había pasado antes de este momento, en la parte más “fresca” del programa, dedicada a la farándula, por si acaso el contexto del que hablaba Jamardo se había producido entonces. Pero no. Antes de la mesa de enjundia, el programa había estado “intentando dilucidar” cuándo empezó el romance entre el presunto maltratador Antonio David Flores y su nueva novia, Marta Riesco, una reportera de Telecinco. También se había comentado que Anabel Pantoja estaba muerta de celos porque Omar Sánchez había quedado a comer con Alexia Rivas, y que había campanas de boda con Tamara Falcó.   Contexto, contexto, no había mucho, Jamardo.

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Periodista, ha trabajado para diarios como Levante y televisiones como Canal 9 y TVE. Es colaboradora de radios como Cadena Ser o RNE. Cubells ha publicado varios libros sobre el mundo de la televisión y también, en colaboración con Marce Rodríguez, el libro Mis padres no lo saben.