Los siete países más espectaculares que no conocías

Los siete países más espectaculares que no conocías

¿Sabes colocarlos en el mapa?

Quizás los conozcas, quizás no, pero yo al menos antes de empezar mi reto de viajar a todos los países del mundo, no los hubiera sabido colocar bien en el mapa. Estos son los siete países más espectaculares que no conocías:

Islas Marshall

Su altitud máxima son ocho metros, por lo que es uno de los países con mayor riesgo de desaparecer como consecuencia del cambio climático. Es uno de esos destinos que conviene visitar antes de que cambien por completo. Compuesto por 29  atolones y con una población de unas 50.000 personas, la mayor parte en la capital, Majuro, donde llegan los pocos vuelos internacionales. Viajar a este remoto archipiélago del Pacífico no es fácil, pero promete cumplir todas tus expectativas de convertirte en naufrago, al menos por unos días. Te recomiendo explorar el atolón de Arno, suficientemente cercano a la civilización, pero suficientemente remoto y deshabitado como para creerte Robinson Crusoe. Eso sí, lleva tus propias provisiones, porque en la isla no hay nada, salvo este pequeño bungalow que puedes alquilar por 10 euros el día. 

Níger

Constantemente a la sombra de su vecino Nigeria, si has oído hablar de Níger, rara vez habrá sido por algo bueno. La mayor parte de las calles de su capital, Niamey, son de arena, lo cual es comprensible porque se encuentra en mitad del desierto y por ser un incondicional en la lista de los 10 países más pobres del mundo. No obstante, con casi siete niñ@s por mujer, la tasa de fertilidad más alta del mundo, Níger y su gente tienen una alegría contagiosa. En cuanto abandonas su capital, comienzas a advertir increíbles poblados de adobe y paja y una cultura de vida en la calle. A unas horas de Niamey, cerca de Kourué se puede caminar con jirafas salvajes. La actividad está regulada por el consejo local, y las entradas al parque ayudan a pagar los sueldos de guardas, guías y contribuir a la conservación de estos animales, únicos en África Occidental.

Comoros

Quizás, el mejor destino de playa del mundo. Al fin y al cabo, este pequeño archipiélago compuesto por tres islas: Grand Comore, Anjouan y Moheli, se encuentra rodeado de paraísos bien conocidos como Zanzibar, Madagascar, Seychelles, Mozambique… Todos ellos se llevan la fama, y hacen de Comoros uno de los países menos visitados del mundo. Recientemente ha ganado en accesibilidad, con vuelos desde Nairobi, Antananarivo y Dar es Salaam, si bien las islas todavía no cuentan con la infraestructura turística necesaria: solo hay un hotel de más de tres estrellas. Pero si las playas paradisíacas poco explotadas son lo tuyo, y no te importa viajar con un poco de aventura, éste destino te va a encantar.

Tayikistán

Esta ex república soviética es el tercer país con mayor altitud media. Este pequeño país está literalmente encajado en la escarpada cordillera de los Pamires, entre China y Afganistán. Recorrerlo es sencillo gracias a la Pamir Highway, pero es conveniente viajar con amigos para compartir los gastos del 4x4 que te permitirá conocer sus increíbles paisajes y gentes. Los tajikos, de ascendencia persa, se diferencian mucho de todos sus vecinos, provenientes de etnias de origen turco. El fuerte contraste entre los pueblos montañosos con gente de ojos verdes y pelo claro en el lado Tajiko, y los burqas en el lado afgano es bastante impresionante. Ambos separados únicamente por una tímida frontera natural sin valla alguna, un río. Historias que no se ven ni en las películas.

Eritrea

El conflicto con la vecina Etiopía era uno de los más longevos en el mundo, hasta que se resolviera recientemente, curiosamente consiguiéndole el Nobel de la Paz a Abey Ahmed, presidente etíope. Hasta entonces, y desde hacía décadas, Eritrea había permanecido completamente aislada del mundo. Una suerte de Corea del Norte en el Cuerno de África. Explorando Asmara, la capital, no salía de mi asombro, creyendo haber llegado a una Italia de principios del S. XX en el continente Africano. Edificios de la época de Mussolini, bares vintage con cafeteras de espresso de la época de nuestros abuelos en perfecto funcionamiento, bicis como medio de transporte preferido, y los pocos coches, Fiat 600 clasicos. Todo esto unido a la actitud amable y hospitalaria de los eritreos, hacen de este destino una delicia digna de explorar antes de que cambie.

Granada

No, no la bella ciudad nazarí, sino el país caribeño. Cristóbal Colón le otorgó el nombre de Concepción y exploradores españoles posteriores pasarían a cambiarlo por Granada por las similitudes entre la cadena montañosa de la isla con Sierra Nevada. Es precisamente esta orografía característica y hermoso relieve lo que hacen de este destino un rincón especial. En la ciudad de St George, se mezclan colinas con pequeñas bahías y playas, todas recubiertas de casas coloridas y bonitos puertos. Es una de mis islas preferidas del Caribe, por lo fotogénica que es su capital, la naturaleza selvática y lo relajada que es la vida allí. No tuvimos problemas para movernos con autoestop, con lo amables que son los granadinos, siempre ofreciendo llevarte si les pilla de camino.

Bután

Este pequeño reino de los Himalayas, encajonado entre los gigantes China e India, permanece relativamente recóndito e inaccesible, con tan solo unos pocos vuelos semanales desde Katmandú, Delhi, Bangkok o Dacca. Sus casi un millón de habitantes son orgullosos defensores de sus tradiciones centenarias y su ferviente budismo tibetano. Es el único país que no mide su Producto Interior Bruto, sino su Felicidad Interior Bruta. Bajo estos principios también se rige el turismo, limitando la entrada de extranjeros para garantizar la sostenibilidad del patrimonio, de la naturaleza y la sociedad. Conseguir entrar es relativamente sencillo, pero muy costoso, con una tarifa fija de 250 dólares por persona y día. Eso sí, todo ese dinero no conseguirá una comida decente, puesto que su dieta se compone sobre todo de arroz rojo hervido y guindillas.