Nueva Canarias, el partido que pacta con todos

Nueva Canarias, el partido que pacta con todos

Se ha presentado en los dos últimas elecciones generales en coalición con el PSOE y ha salvado los dos últimos presupuestos a Rajoy.

EFE

Nueva Canarias (NC) es un partido peculiar. Nacido en 2005 de una escisión del sector progresista de Coalición Canaria (CC) en la isla de Gran Canaria, ha sido capaz de presentarse en los dos últimas elecciones generales en coalición con el PSOE y de salvarle los dos últimos presupuestos generales a Mariano Rajoy.

Pero este posibilismo solo se consigue con una base electoral a prueba de bombas: al menos en parte, NC es la última expresión de una izquierda nacionalista muy bien implantada en algunos municipios del sur de Gran Canaria, como Telde, Agüimes y Santa Lucía de Tirajana, zonas tomateras de tradición agrícola donde el asociacionismo vecinal y el cristianismo de base crearon en la Transición una identidad política que sigue muy arraigada. Da igual con qué nombre se presenten, que siempre ganan.

Es la última expresión de una izquierda nacionalista muy bien implantada en algunos municipios del sur de Gran Canaria

En los años noventa formaron Iniciativa Canaria Nacionalista, donde convergieron con sectores que venían del marxismo y donde militaban su actual líder, Román Rodríguez, y el diputado Pedro Quevedo. Pero desde entonces se ha impuesto una línea pragmática: ya en 1991 formaron un gobierno de coalición con el PP y los herederos del CDS para quitar al PSOE del Cabildo de Gran Canaria y poner de presidente a su cabeza de lista, el poeta Pedro Lezcano. Dos años más tarde pactaron con los insularistas conservadores para formar CC y sacar al socialista Jerónimo Saavedra de la presidencia del Gobierno regional.

Esa alianza comenzó a quebrarse en 2003, después de que se rompieran los equilibrios dentro CC y la mayoría del partido en Gran Canaria sintiera que el poder se desplazaba demasiado hacia Tenerife -el pleito insular es un eje fundamental de la política en Canarias-.

Desde su fundación, NC ha pactado fundamentalmente con el PSOE, pero también selló una alianza electoral estrambótica en la autonómicas de 2011 para sortear las barreras electorales de la mano del Partido de Independientes de Lanzarote, cuyo fundador, Dimas Martín, es un símbolo de la corrupción en Canarias. O con algunos grupúsculos de escindidos de otros partidos que buscan un paraguas regional. Con escaso éxito salvo en Lanzarote, donde tienen un diputado regional.

Ya se especula con que puedan unirse de nuevo a CC para mitigar el impacto de la llegada de Ciudadanos en las autonómicas de 2019

Parapetados en Gran Canaria, donde el nacionalista Antonio Morales gobierna el Cabildo en coalición con el PSOE, han conseguido conjurar el miedo al abismo que produce una escisión con la fidelidad de sus feudos electorales. Con esa confianza, aprovechan de nuevo este año la coyuntura para arrancarle al PP varios millones más para Canarias en el nuevo presupuesto y el descuento del 75% para los viajes de los residentes canarios entre las islas y la península, que se incorporará al Régimen Económico y Fiscal del archipiélago. Y ya se especula con que puedan unirse de nuevo a CC para mitigar el impacto de la llegada de Ciudadanos en las autonómicas de 2019.

Cada vez que Pedro Quevedo pulsa el botón que salva a Rajoy con ese aire de diputado dandy, Pablo Iglesias pone el grito en el cielo. En Nueva Canarias, mientras tanto, se insinúa la palabra "godo", que es como en Canarias llaman a un peninsular cuando cree que se lo sabe todo.

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Jorge Berástegui, nacido en La Laguna (Tenerife) en 1980, estudió en La Escuela UAM/EL PAÍS y luego se doctoró en Lenguas Modernas y Literatura por la Universidad de Alcalá. Tras ocupaciones varias en países diversos, ahora trabaja en El Huffington Post como editor de blogs.