Así es Pablo Díaz, el violinista de 'Pasapalabra': de cómo se prepara a sus mayores polémicas

Así es Pablo Díaz, el violinista de 'Pasapalabra': de cómo se prepara a sus mayores polémicas

El concursante ha desvelado en qué se gastaría el dinero del bote.

Pablo Díaz, concursante de 'Pasapalabra'.Antena 3

Pablo Díaz podría grabar su nombre junto a otros como David Leo, Eduardo Benito o Fran González. El concursante opta a hacerse con el bote de 1.800.000 euros de Pasapalabra (Antena 3) este jueves.

La cadena lleva varios días dando avances de que algo “histórico” pasará en la emisión de este jueves y, de hecho, tras el programa Díaz será el invitado de El Hormiguero. Díaz también levantó la expectación de la audiencia al compartir un tuit en el que avisaba de que haría un directo en su canal de Twitch con carácter especial a las 12 de la noche, después de que se emitiera el programa de Pablo Motos.

Durante sus más de 365 programas —259 de forma continuada—, Díaz se ha convertido en uno de los concursantes que más tiempo ha estado enfrentándose al rosco del formato. De hecho, más allá del bote, con sus participaciones en el formato acumulaba, a 28 de junio, un total de 211.800 euros.

El canario, nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1997, se trasladó a Madrid con sus padres cuando solo tenía un año, es violinista y hasta hace poco residía en Ámsterdam (Países Bajos) donde cursaba un máster de violín.

Díaz tiene TikTok desde este miércoles y un canal de Twitch donde muestra su pasión por los videojuegos como el Mario Bros o el Among Us, y donde los domingos toca el violín para su seguidores. Su pasión por los videojuegos es tal que en El Español confesó que le gustaría estudiar un máster de composición en Estados Unidos y poder dedicarse a componer música de videojuegos.

“Ahora la música de videojuegos se distingue poco de la del cine. Antes había que hacerla en 8 o 16 bits y sonaba muy a videojuego [imagine la clásica sintonía del Tetris], básicamente por las limitaciones del hardware. Pero ahora que es prácticamente ilimitado, es como componer para cine”, contó entonces.

También es un ávido lector y le gusta practicar deporte. Sin embargo, si algo ha marcado la trayectoria de Díaz ha sido su carrera musical. Comenzó a estudiar violín con tan solo cinco años y un año después se inició con el piano, instrumento que tocan sus padres. Combinó ambos instrumentos hasta los 12 años cuando decidió centrarse en el violín.

Estudió violín en la Escuela Superior de Música Reina Sofía y recibió el reconocimiento de manos de la reina emérita de alumno más sobresaliente de la Cátedra de Música de Cámara. Su capacidad para la música es extraordinaria hasta el punto de que tiene oído absoluto, es decir, que es capaz de identificar las notas sin referencia alguna.

Díaz empezó a estudiar para el programa cuando cumplió los 18 años. Para él, gran aficionado a Pasapalabra, la preparación para el formato es “de oposición total” y dedicó un año a ello hasta que se presentó por primera vez en 2017.

“Para la primera vez que concursé yo me preparé habiéndome visto todos los roscos antiguos, o una gran parte de ellos. Simplemente iba rosco a rosco y me iba apuntando las palabras más difíciles o que no me salían en seguida”, explicó a El Español.

Tras esta primera incursión en el programa, Díaz contó que empezó a “aprenderse el diccionario de memoria”. “Luego aprenderse muchas cosas de fuera del diccionario como cosas de geografía, de historia, de música, de cine, de deportes… vamos, de todo lo que te podrían preguntar en un Trivial. Y esa es la preparación con la que estoy yendo ahora, mucho mayor a la de la primera vez que concursé”, detalló.

Actualmente, Díaz divide su estudio en dos. Según contó en un vídeo para Antena 3, una parte de su estudio lo hace a través de Twitch donde repasa las palabras que ha apuntado en una aplicación y después busca algunas nuevas en Google o Wikipedia.

“La otra parte de mi metodología es el estudio que yo hago caminando por el barrio. Tengo la misma aplicación y voy caminando y estudiando a la vez, que es una cosa que me encanta”, contó entonces. También se ha enfrentado en más de una ocasión al ‘rosco extremo’ creado por el exconcursante Nacho Magnut.

La amplia trayectoria de Díaz por el programa presentado por Roberto Leal ha dado para muchas críticas y especulaciones por algunos espectadores. De hecho, en más de una ocasión le han tachado en redes de “prepotente” por sus reacciones al fallar en el rosco.

Una de las más recientes fue cuando respondió “vegano” en vez de “vegetariano” y falló. Su error no le sentó nada bien, que rápidamente replicó con un ”¿cómo que no?”, llevándose las manos a la cabeza y afirmando que “vegetariano consume productos de origen animal”.

Tras la reacción del concursante, Leal le explicó la diferencia siguiendo las definiciones de la RAE: “Has dicho vegano, Pablo. Vegano es alguien que se alimenta exclusivamente de vegetales. En este caso buscábamos esa persona que fundamentalmente se alimentaba de vegetales y que podría, según esta definición, consumir otro tipo de producto, y esto un vegano no lo puede hacer. Ese es el matiz”.

En otro programa, también tras fallar, Díaz soltó un “me cago en Dios” que también indignó a buena parte de la audiencia.

Otro de los momentos criticados del concursante, ha sido cuando ha hablado mientras dejaba pasar el tiempo para no tener un fallo más, algo por lo que le acusaron de “tongo” y que los espectadores calificaron como “error”.

En sus redes sociales, Díaz ha mostrado claramente su opinión política. Concretamente ha criticado dos actuaciones del PP: una al responder a un tuit de Pablo Casado sobre la tauromaquia, y otra al comentar el “vete al médico” que le soltó un diputado popular a Íñigo Errejón en el Congreso.

Sin embargo, cuando le preguntaron por qué partido había votado en las últimas elecciones a la Comunidad de Madrid respondió que no ejerció su derecho a voto.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

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Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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