Pros y contras de un Gobierno PSOE-PP o PP-VOX

Pros y contras de un Gobierno PSOE-PP o PP-VOX

Puede suceder de todo, como hemos aprendido en los últimos tiempos. Son tiempos donde abundan las sorpresas y los misterios, desde Ucrania a Pegasus.

Sánchez recibe a Feijóo en La Moncloa a principios de abrilOSCAR DEL POZO CANAS via Getty Images

Provocando. Una gran coalición a la alemana entre PSOE y PP impediría que Vox tocara poder, pero ¿quién haría oposición a los dos partidos mayoritarios y ante quien rendirían cuentas? Y un Gobierno PP-VOX ¿no domesticaría y desgastaría a los de Santiago Abascal? La democracia ¿es tan fuerte como para vencer a los ultras?

Puede que Pedro Sánchez cumpla su objetivo y la legislatura acabe en el otoño de 2023 si algún caso como “Pegasus” no se lleva por delante al Gobierno —el presidente dijo a Susanna Griso el lunes que aguantaría hasta diciembre, como declaró otras veces—; puede que reedite el Ejecutivo con el “espacio de Yolanda Díaz”; puede que Alberto Núñez Feijóo gane esas elecciones y no le quede otra, como apuntan las encuestas, que formar gobierno con Vox. Puede suceder de todo, como hemos aprendido en los últimos tiempos. Son tiempos donde abundan las sorpresas y los misterios, desde Ucrania a Pegasus.

Para estos tiempos turbios hay voces entre los mayores de ambos partidos —entiéndase como los que gobernaron con Aznar y Felipe— que prefieren una coalición de los mayoritarios PP y PSOE para implantar la fórmula de la Gran Coalición, como en Alemania o Francia, donde el cordón sanitario frente a la extrema derecha ha funcionado. Esos moderados socialistas y populares cuentan con el respaldo económico de una parte del IBEX 35 y de las patronales empresariales, pero seguramente tienen menos apoyo de lo que piensan.

Con los dos partidos mayoritarios en el poder se acaba con la rendición de cuentas. Si una gran coalición lo hace bien, vale; pero si lo hace mal, ¿quién les exige responsabilidades, quién está en la oposición? Los partidos de los extremos
Lluis Orriols, politólogo

Sean las elecciones a finales de este año, inicios del que viene o en diciembre 2023, el ejercicio de valorar los pros y los contras de una gran coalición PSOE-PP para bloquear a la extrema derecha o de un Partido Popular que da entrada en el Gobierno a Vox para civilizarlo, da qué pensar.

1. Las ópticas políticas: ¿domesticar a la extrema derecha incluyéndola en los gobiernos o bloquearla con un cordón sanitario?

Esas son las dos posiciones que plantea el politólogo Lluis Orriols, doctor por la Universidad de Oxford y profesor en la Universidad Carlos III. “La gran coalición se formaría para crear el cordón sanitario y que Vox no toque poder, no socave la democracia y las instituciones desde dentro. Esa es la vertiente positiva, adoptada por Alemania o Francia”.

Pero todo lo positivo tiene su lado negro. “Con los dos partidos mayoritarios en el poder se acaba con la rendición de cuentas. Si una gran coalición lo hace bien, vale; pero si lo hace mal, ¿quién les exige responsabilidades, quién está en la oposición? Los partidos de los extremos. Las grandes coaliciones acaban con la alternancia clásica de las democracias liberales, pero cuando el turnismo se rompe, se diluye la oposición. La lógica de que si uno grande lo hace mal, le sustituye el otro, permite una estructura de incentivos, que se acaba si están en el gobierno los dos. En términos asépticos no son deseables las grandes coaliciones” apunta el profesor.

Basta pararse a pensar para comprender que no hay respuestas obvias para analizar esta situación. Porque en el otro lado, un gobierno del PP que dé entrada a la extrema derecha —Vox— y rompa los consensos básicos, que va a deteriorar derechos políticos y democráticos claves para la democracia y los derechos sociales y libertades, es tremendo. Entonces compensa el cordón sanitario.

En su reciente y estupendo libro, VOX S.A. que “debería ser un manual en todas las facultades de periodismo”, como apostilló la exdirectora de El País, Soledad Gallego Díaz, el periodista Miguel González descubre —sin adjetivos, solo relatando hechos— por qué Vox no es un partido democrático. La formación de Abascal no reconoce las autonomías, ataca el título VIII de la Constitución. “Vox se autotitula ‘constitucionalista’ aunque quiere suprimir un título completo de la Constitución (el octavo), pero se propone hacerlo, alega, siguiendo el procedimiento que fija la Carta Magna”.

La prueba de que Podemos se ha debilitado al tener que gobernar —pierde votos en todos los sondeos— le serviría al PP para decir lo mismo de Vox en un futuro

Pero hay otros lugares, como Italia, Holanda o Austria, donde no comparten esa visión y les han dado entrada en el Gobierno. “Creen que el sistema democrático es lo suficientemente fuerte como para acabar imponiéndose sobre el discurso de la extrema derecha; defienden que el ejercicio del Gobierno les desgasta y que acabarán moderándose”, subraya Orriols.

Por eso no es nada fácil tomar decisiones objetivas sobre lo conveniente para un país, sobre una u otra fórmula. Va a influir en esa decisión “la aversión al riesgo” de los sistemas democráticos. Si al incorporar a Vox al Gobierno, Abascal y los suyos lo van a utilizar para socavarlas desde dentro, como apunta Miguel González, el cordón estaría justificado. Con una gran coalición, por mucho que crezcan, difícilmente van a tocar poder.

2) Desde el punto de vista internacional y económico, la gran coalición agradaría más

Para el politólogo, analista electoral y profesor de la Carlos III, Pablo Simón, “es muy subjetivo hablar de qué sería mejor, si una Gran Coalición o PP-Vox”. Así que, intenta centrarse en el parámetro más neutro posible, el contexto europeo.

“Si tuviéramos que hacer un análisis sobre dónde prefiere Europa que estemos en general —y también en el contexto internacional— es evidente que el hecho de que no haya partidos en el Gobierno, que sean euroescépticos o contrarios a la integración comercial o internacional, es mejor para la Unión Europea. Y en la medida en la que Vox es un partido euroescéptico, o al menos no es un partido pro europeísta y está dentro de la familia política de quienes defienden el retroceso en la integración europea, esa dimensión les hace menos preferibles en las instituciones de la UE”.

En cuanto al nivel internacional y en el contexto de la guerra de Putin en Ucrania —el sistema occidental— “siempre van a preferir una gran coalición de las dos familias políticas tradicionales”, destaca Simón, quien recuerda cómo ya en Europa se planteó de posible y muy aceptable el acuerdo del PSOE y Ciudadanos. Entonces, un partido socialdemócrata y uno liberal. Era inimaginable para una mentalidad de Bruselas, Luxemburgo o Basilea que no pudieran llegar a acuerdos.

¿Qué va a cambiar con Feijóo? La ambigüedad es su principal virtud, dicen quienes le conocen

Por otra parte, también desde el lado internacional y económico, una gran coalición de los dos partidos permitiría una mayoría absoluta, por tanto una mayor estabilidad durante cuatro años, imprescindible para llevar a cabo las reformas clave del país.

3) Las etiquetas para VOX. La derecha le ve como otro partido de derechas, no de extrema derecha

En los datos que maneja el profesor Orriols, y teniendo como referencia el último CIS, desde la derecha se percibe a Vox como otro partido conservador más. “No lo ven como un riesgo, es otra fuerza que suelta algunas verdades que hay que decir y los populares no pueden”. En la última encuesta del CIS, el grado de rechazo a Vox es pequeño. “Santiago Abascal aprueba entre el 60% de los votantes del PP, con un 5 o más. Solo el 10% de los votantes de los populares tienen un rechazo absoluto hacia Abascal. Si lo comparas con Inés Arrimadas, por ejemplo, tienen cifras muy similares. No valoran mejor a Arrimadas que a Abascal. Y el 40% de los votantes del PP dan a Pedro Sánchez un 0. Esta estructura mental de la derecha, que revela claramente la concepción en bloques, es un hecho”. “UP y Sánchez son detestables”, sentencia el profesor.

Además, el contraargumento de que los socialistas gobiernan con los comunistas —repetido hasta la saciedad por Vox y PP, junto a que llegan al gobierno gracias a ERC y Bildu— y que Vox y Podemos son equiparables en cuanto a extremos —no es cierto, con los programas en la mano, Podemos no es una amenaza democrática— tiene amplio eco mediático hasta entre los votantes de centro. Por otra parte, la prueba de que Podemos se ha debilitado al tener que gobernar —pierde votos en todos los sondeos— le serviría al PP para decir lo mismo de Vox en un futuro. Y dan igual los razonamientos en ese terreno.

¿Qué va a cambiar con Feijóo? La ambigüedad es su principal virtud, dicen quienes le conocen. Quien enarbola que no ha estado en la foto de la toma de posesión de Castilla y León con su compañero Alfonso Fernández Mañueco por no mancharse de Vox,  y que en Galicia tuvo discurso contra la extrema derecha, olvida que allí hay mayorías absolutas. Veremos que sucede cuando esté en juego La Moncloa. Pocos se atreven a apostar a que en ese caso, Feijóo no gobernará con Vox. Desde luego, internamente en el PP lo ven como la opción más deseable.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Ana Ramírez Cañil es periodista. Nació en Madrid, pero es de Rascafría. Ha trabajado en Cinco Días, en la revista Mercado, en la primera La Gaceta de los Negocios. Entre 1984 y 1985 vivió en Nueva York. Redactora jefe del semanario El Siglo, directora de «Informe Semanal», delegada de El Periódico de Catalunya en Madrid, subdirectora de soitu.es. En 2010 crea con Pilar Portero la web de política y economía tu2is.es. Es Premio Espasa de Ensayo por La mujer del Maquis y autora de Si a los tres años no he vuelto (Ed. Espasa). Sigue a Ana Cañil en Twitter en http://twitter.com/anarcanil Pilar Portero es periodista, ha trabajado, por orden cronológico, en Radio3, en la revista de información general El Siglo, en el Negocios de El País, en el Magazine de El Mundo, en la Sección de Madrid de El Mundo, en elmundo.es, desde el año 2000. Es una de las fundadoras de soitu.es, en donde trabajó desde 2007 hasta el cierre. En 2010 crea con Ana R.Cañil la web especializada en política y economía tu2is.es. Sigue a Pilar Portero en Twitter en http://twitter.com/pilarportero