El PSOE se prepara ante el aterrizaje de Feijóo

El PSOE se prepara ante el aterrizaje de Feijóo

Los socialistas confían en que la inevitable confrontación del gallego con Díaz Ayuso les dé oxígeno.

El presidente de la Xunta de Galicia y candidato a la presidencia del PP, Alberto Núñez FeijóoEFE

El PSOE se pone en guardia ante la llegada de Feijóo como líder de la oposición. Un contrincante al que se ve venir menos que a Casado, experto en decir a cada uno lo que quiere oír, mientras siega la hierba bajo sus pies; hábil  en surfear los temas que exigen tomar una postura comprometida. Votante del primer Felipe González y defensor después de algunas de las posturas más rancias del PP. Los socialistas confían en que la inevitable confrontación del gallego con Díaz Ayuso les de oxígeno.

El Gobierno ya está tirando de sus gentes en Galicia —y de la decena de diputados gallegos en Madrid— para ir preparándose ante el desembarco de Feijóo en la capital. La vicepresidenta Yolanda Díaz, que conoce al próximo líder del PP y sabe interpretarlo, también es otra de las fuentes de las que puede beber el Ejecutivo de Sánchez, que ha pasado de hacerse guiños mutuos con el presidente de la Xunta a buscar sus puntos flacos.

Envuelto con un lazo tienen preparada como bienvenida en el Senado, el único lugar al que puede ir Feijóo que le aporte visibilidad, el reglamento de Lenguas Oficiales y “cuestiones de financiación autonómica que no creo que les hagan muy felices a las comunidades autónomas del sur de España”, explica un destacado socialista con media sonrisa. Ante la notoria ambigüedad del gallego, la estrategia del PSOE pasa por tratar de obligarle a que se retrate en cuestiones que afectan a los propios barones populares y en las que no hay consenso. Tampoco lo va a tener fácil con una presidenta de Madrid acostumbrada a confrontar directamente con Sánchez en cuestiones de Estado y que aboga por recentralizar el país en torno a la idea de que Madrid es España.

La estrategia del PSOE pasa por tratar de obligarle a que se retrate en cuestiones que afectan a los propios barones populares y en las que no hay consenso

A su favor juega que no le gusta encasillarse en una ideología, en ese aspecto la falta de definición de Rajoy es su modelo. La edad de Feijóo, veinte años mayor que Pablo Casado y diez más que Sánchez, y el empaque institucional que lleva consigo van a obligar al presidente del Gobierno a tratarle de otra manera. “Casado era un aficionado, solo sabía maniobrar y matar al adversario para escalar puestos en el partido, que es lo que han aprendido todos los que llevan desde críos en esas estructuras. No tienen ni idea de lo que es discutible o no. Apoyaba el estado de alarma y a continuación se iba a Bruselas a denunciar al Gobierno. No ha querido renovar el Poder Judicial. Feijóo, en cambio, sabe cómo funciona el aparato del Estado, ha estado en el INSALUD y Correos. Y va a jugar sus cartas”, asegura un veterano socialista, que añade como hándicap: “Aun así le falta visión de Estado. Hasta ahora no ha tenido que pararse a pensar en las consecuencias para España de la guerra de Ucrania, por ejemplo, o asuntos de índole estratégica nacional”.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, venía viendo desde septiembre cómo Núñez Feijóo estaba preparando su desembarco en Madrid. De repente, comenzó a defender a Díaz Ayuso en actos públicos, ante la extrañeza de los presentes que sabían de lo antagónicas que son sus maneras. “Puede que las formas sean distintas pero en el fondo hay muchas cosas en que se manejan igual. Por ejemplo, en lo importante que es cultivar a base de buenos riegos a una prensa afín. En el conflicto con Casado, los medios de derechas inmediatamente se posicionaron con Ayuso y Feijóo, minimizando el contrato de las mascarillas del hermano de la presidenta”, asegura una fuente próxima al Gobierno.

En el conflicto con Casado, los medios de derechas inmediatamente se posicionaron con Ayuso y Feijóo, minimizando el contrato de las mascarillas del hermano de la presidente

En Galicia, los medios con mayor difusión han sido amables con el presidente gallego. “En La Voz de Galicia hay algunos articulistas que ejercen como una especie de Rasputín. Le orientan columnistas como Xoxe Luis Barreiro, que fue vicepresidente de la Xunta con Gerardo Fernández Albor, después de ser portavoz de AP e ir en las listas con Rajoy. También Roberto Blanco Valdés, catedrático de Ciencia Política y vicepresidente de la fundación Fernandez Latorre, del dueño de la Voz, Santiago Rey Fernández. Roberto Blanco es muy jacobino, fue cercano al PSOE pero acabó muy dolido con Caamaño. Antes de las elecciones de 2020, cuando Feijóo dudaba si volver a presentarse porque estaba cansado, en un acto de la Voz de Galicia, Santiago Rey se comprometió a apoyarle a muerte si se presentaba. Ahora pasa de un entorno protegido donde no había prensa crítica, a Madrid, donde el trato hasta en los medios de derechas lo tendrá que disputar con Ayuso y el entorno con más influencia de FAES”, explica una fuente próxima al PSdeG. En la Oposición no tendrá capacidad de imponer la agenda, una labor que Mar Sánchez Sierra, secretaria general de medios, desempeñaba con éxito en Galicia.

Pero en Madrid, la prensa conservadora está dividida. O lo estaba entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Es el referente habitual cada mañana entre los diputados conservadores, Federico Jiménez Losantos, quién más incisivo ha sido en la caída de Pablo Casado y su número dos, Teodoro García Egea. Poco a poco, y marcados por la batuta de Losantos, otros medios iniciaron la misma senda: apoyo incondicional a la presidenta de Madrid frente a la cúpula del PP en Génova. El editorial de un clásico entre los clásicos, el de ABC, pidiendo la dimisión de Casado, pasará a la historia.

A Feijóo no se le escapa que dispone de un tiempo limitado para lograr resultados. “Difícil imaginar que en 10 o 12 meses estará en condiciones de ganar unas elecciones generales, no se trata de sumar con otros sino de vencer al PSOE. Porque en su partido no le van a dejar meterse en un proyecto político que podría ganar con 65 años si en las próximas elecciones no lo logra. Pedro dice que no las va a adelantar, pero en el PSOE somos conscientes de que si vas en malas condiciones a unas autonómicas en mayo, en noviembre te pegan un hostión, ya pasó con Zapatero”, alerta un dirigente territorial socialista.

Feijóo además, tendrá que desembarcar con un equipo propio, fiel. Y decidir qué hace con el Grupo Parlamentario tan ambiguo, con los que al final traicionaron a su antecesor en la última semana. “Con ciertas personas vale más ser traicionado que desconfiar” escribió Schopenhauer. ¿A cuántos del equipo de Casado-Egea mantendrá, pese a que, quizá, ya no son tan fiables? Esta mañana, en la sesión de control al Gobierno, se ha visto ya a Cuca Gamarra cargar contra Sánchez, acusándole de “utilizar la guerra como la pandemia”, emulando el estilo agresivo de la etapa de Pablo Casado. ¿Cuca es así para seguir al frente del Grupo Parlamentario, como portavoz? En ese puesto, Feijóo, que tiene como principal hándicap no poder enfrentarse cuerpo a cuerpo cada miércoles en el Congreso con el Presidente, tendrá que confiar en alguien muy cercano. O no, que dirían en Galicia.

Pero a los socialistas les preocupan más cosas. Como la postura ante Vox del nuevo líder del PP, porque eso marcará también la suya. A Vox sabe que tiene que combatirlo en el discurso pero tenderle la mano para llegar a pactos que permitan gobernar al PP en comunidades y ayuntamientos. Lo mismo hará con el PSOE, pactará en temas poco relevantes para su electorado como la renovación del CGPJ, pero atacará con firmeza la coalición con Podemos y los pactos con los independentistas.

A Vox sabe que tiene que combatirlo en el discurso pero tenderle la mano para llegar a pactos que permitan gobernar al PP en comunidades y ayuntamientos

En el PSOE también están examinando los años en los que Feijóo fue líder de la Oposición en la Xunta, entre 2006 y 2009. “No se manchará directamente las manos pero contará con la colaboración de diputados y senadores que carguen contra objetivos políticos vulnerables o metan miedo a los votantes, como cuando a la gente del medio rural les decía que los comunistas les iban a quitar sus tierras. Se encuentra cómodo en el terreno de las fake news”, explica un exdiputado autonómico que coincidió en el parlamento gallego durante esa etapa. El próximo presidente del PP presume de predecible ¿por qué no creerle? “Demasiado ambiguo como para fiarse”, contestan en el PSOE. “Se trabajará a aliados poderosos en el mundo empresarial y recuperará la relación con la CEOE, que el equipo de Casado dinamitó. Necesita a los votantes de izquierda más centristas para poder ganar y va a ir de cabeza a pescarlos”.

Se abre una etapa y el PSOE se prepara para moverse en la ambigüedad.

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Ana Ramírez Cañil es periodista. Nació en Madrid, pero es de Rascafría. Ha trabajado en Cinco Días, en la revista Mercado, en la primera La Gaceta de los Negocios. Entre 1984 y 1985 vivió en Nueva York. Redactora jefe del semanario El Siglo, directora de «Informe Semanal», delegada de El Periódico de Catalunya en Madrid, subdirectora de soitu.es. En 2010 crea con Pilar Portero la web de política y economía tu2is.es. Es Premio Espasa de Ensayo por La mujer del Maquis y autora de Si a los tres años no he vuelto (Ed. Espasa). Sigue a Ana Cañil en Twitter en http://twitter.com/anarcanil Pilar Portero es periodista, ha trabajado, por orden cronológico, en Radio3, en la revista de información general El Siglo, en el Negocios de El País, en el Magazine de El Mundo, en la Sección de Madrid de El Mundo, en elmundo.es, desde el año 2000. Es una de las fundadoras de soitu.es, en donde trabajó desde 2007 hasta el cierre. En 2010 crea con Ana R.Cañil la web especializada en política y economía tu2is.es. Sigue a Pilar Portero en Twitter en http://twitter.com/pilarportero