Ptazeta: "Molaría que dejara de ser la chica que canta a otra chica"

Ptazeta: "Molaría que dejara de ser la chica que canta a otra chica"

La canaria se ha convertido en solo dos años en uno de los principales referentes femeninos del género urbano en España.

La cantante en su campaña junto a JD Sports.Cortesía de 3AW/JD Sports

Su “cri-criminal” junto a Bizarrap ha sonado en prácticamente todas las discotecas de España, acumula más de 96 millones de reproducciones en YouTube y este 2022 ha sido definitivamente su año.

Zuleima González es la joven canaria de 24 años que se esconde detrás del nombre Ptazeta, bajo el que lanza rimas, versos y se ha convertido en referente femenino del género urbano y del colectivo LGTBI por la visibilidad lésbica de sus letras. Hace algo más de tres años trabajaba de camarera en su Las Palmas natal y en 2020 saltó a la fama con el tema Mami, que batió todos los récords de reproducciones.

Aunque asegura estar todavía “flipando” con el éxito que le ha sobrevenido, ha colaborado con importantes nombres del panorama nacional como Aitana o Foyone, además de colaboraciones internacionales con Villano Antillano, Nicki Nicole o L-Gante y de estar presente en festivales como Boombastic o Coca Cola Music Experience. Lo que queda claro es que su estilo fresco y su flow han llegado para quedarse y la carrera de esta canaria, como le ha sucedido a sus paisanos Quevedo o Don Patricio, solo ha hecho más que empezar.

Has sacado en 2022 tu primer disco The party en la casa, singles como Ponte pal XXX, Mujerón o Mala Mala, ¿tienes la sensación de que en la industria hay que estar continuamente sacando sencillos para que no se olviden de ti?

Yo pienso que tienes que sacar singles para que haya una continuidad y no se pierda eso, pero es que si yo como persona y artista si no saco música así como que me amargo. Hay presión, pero más mi autoexigencia que lo que me proporciona el público.

Te identificas como rapera, aunque haya quien te meta en otros géneros urbanos como el trap o el reguetón.

La englobo en esa porque pienso que el rap está en todos lados, es letra, al final da igual el género que sea, que si hay poesía, hay rap. Es el género con el que más identificada me siento.

¿Se le está quitando ya el machismo al género urbano o queda mucho por hacer?

Queda muchísimo, madre mía. Estamos en España y la cosa se ve un poco mejor, pero puf, falta una pasada en el mundo entero para que eso pase.

Este año se puso de manifiesto esto cuando se besaron Tokischa y Villano Antillano en una actuación juntas en Puerto Rico y varios grandes nombres del género urbano como Cosculluela se lanzaron a criticarlo, ¿qué piensas como referente del género y del colectivo LGTBI no se pueda hacer esto en un concierto en 2023?

Me pone malísima hablar de eso, porque es verdad que pasa y me da mucha pena. Es verdad que igual yo no lo he captado tanto porque estamos en España y no es lo mismo, pero cuando saqué el tema con Villano, guau, había comentarios y cosas que dices “joder, es una persona y se tiene que llevar ese comentario a dormir”. Obviamente, la estás intentando destruir y es una persona. Ahí es cuando yo me pongo muy mal.

¿Cómo gestionas ese hate?

Yo dejo de leer, leo cinco comentarios si me pillas, pero cuando son comentarios malos no suelo leer, ni lo he tenido eso tampoco. No eran comentarios malos, eran comentarios homófobos, no eran en base a tu criterio musical, era mierda, que no hace falta ni que lo lea, pero sí que es verdad que ahí dices “joder, qué pasada”. Latinoamérica, al final, es machista también, todavía hace falta progreso allí y en todas partes. Pero para eso estamos nosotros, para luchar.

Latinoamérica, al final, es machista también, todavía hace falta progreso allí y en todas partes

Has sido una de las primeras artistas en cantar a otras mujeres desde el género urbano, todavía cuesta que se visibilice en otras artistas también de otros géneros, como ha sucedido con Vanessa Martín e incluso entre chicos como Pablo Alborán, ¿sigue costando la visibilidad lésbica en la música?

La industria si todavía es un poco pesada en ese sentido, en artistas anteriores como Vanessa Martín que me pones de ejemplo, en su época tendría que ser un tabú, un rollo Pablo Alborán, que me da mucha pena de esa gente, pero yo lo que siempre he dicho es: “Bro, yo no puedo cantar diferente porque a mí no me gustan los tíos”. Uno, te estaría mintiendo, segundo yo no puedo hacer que tú sientas o teletransportarte a una situación con una música a una escenografía, por ejemplo, de estar con un chico en la cama porque no tengo ni puta idea de lo que es.

Yo hablo de lo que siento y de mis vivencias, partiendo de ahí, no puedo hacer otra cosa que lo que yo estoy haciendo. Molaría que, con el progreso que todavía falta, dejara de ser la chica que canta a otra chica, sino la chica que canta y ya y que cuando lo escuches digas “ah, pues este es su mensaje”.

¿Y el beef cómo lo gestionáis? ¿Sigue habiendo ese arma arrojadiza entre artistas?

Sí, lo hay, lo que pasa que yo creo que eso entra en su persona también, hay muchos beefs que son pactados. Por ejemplo a mí me han tirado alguna vaina, pero nadie se da cuenta de eso si yo no le doy una publicidad innecesaria que no tiene sentido, como que yo digo “no me la tiren si rapean tan mal, me da igual”.

En el género y también en esta faceta hay mucho de aparentar, del lujo, la fama… Tú has estado trabajando 15 horas al día como camarera y has hablado en muchas ocasiones de ello, no se te olvida de dónde vienes.

Por ahora, tengo la mente bastante centrada y creo que no se me va a olvidar nunca. No se me puede olvidar de dónde yo estaba tirando antes de esto. Pero sí es verdad que al vivir antes de esto, valoro la vida que tengo ahora en el sentido de que estoy más tranquila, económicamente sobre todo, que es uno de los problemas que más te estresan como ser humano, porque todo depende del dinero y es una puta mierda.

Por esa parte es perfecto, pero me he dado cuenta que no sé si da más problemas tenerlo o no tenerlo porque cuanto más tienes más explicaciones tienes que dar de dónde viene este dinero, etc. Entonces, en ese aspecto estoy más tranquila, porque yo no soy nada apurada en ese sentido menos, me apura más triunfar en la música y no quedarme en esa parte. Pero es verdad que, gracias a Dios, mi mente no es la misma ahora que antes, con ese estrés.

  Ptazeta en su colaboración con JD Sports.A3W/JD Sports

Después de triunfar ya con Mami, ¿cómo viviste que Bizarrap te hiciera ya llegar a nivel internacional?

Yo la flipé, pero nunca la dejo de flipar. Me puedes ver la cara, pero por dentro estoy diciendo “colega, ¿qué hago aquí?” Pero es superguay, una experiencia increíble, que al final ha sido uno de los grandes pilares que me ha motivado a seguir para delante sí o sí. Estoy muy contenta, experimentando todo el rato.

Con Juacko, tu productor con el que trabajas para todos tus temas, ¿cómo surgió vuestra primera colaboración? 

Juacko es mi mano y mi ojo derecho. Nos conocimos de fiesta, al final, yo ya le conocía porque en Canarias quien no le conozca es raro. Me cayó superbien, hablamos de normal, de la vida, de amigos, ni de música ni de nada y un día mis amigos le dijeron que yo iba a cantar. Quedamos y fue todo el mundo con micros, altavoces y todo el mundo se puso a cantar y tal. Yo rapée y me dijo que superbien el flow y tal, pero no sé si sabes si es la estructura, porque en el rap es a full ni estribillo ni nada, todo seguido. Cuando llegué a mi casa, empecé a buscar y guiándome por la estructura y escribí Mami. Entonces, él me dijo que si iba a probar a su estudio para ver qué salía, la llevé y lo petamos (risas).

Has colaborado con Aitana, Villano Antillano… ¿Con cuál te gustaría hacerlo?

Yo soy full Wiz Khalifa, a muerte, Lil Wayne… A ver, obviamente, quiero colaborar con todo el mundo, si colaboro con un Rauw Alejandro, un Bad Bunny o Mike Towers o Eladio Carrión, que lo amo, también. La música es compartir y fusionar.

Se criticó mucho a Quevedo, también canario, por no utilizar banda y pinchar directamente su canción con Bizarrap sin cantar ¿Crees que el género ha modificado la forma de vivir los conciertos?

Bueno, Duki lleva banda y hace trap. Pienso que al final el género urbano está superfuerte, pero engloba muchísimas cosas, entre ellas el reguetón que es un género ya duro, heavy y muy presente. Al final, a mí por ejemplo como artista no me gusta la banda, me gusta tener un DJ. No digo que un día no pruebe y no vaya a dejar de experimentar porque todo hay que probarlo en la vida, pero si me preguntas no me gusta la banda, me gusta ir con mi sonido, mi DJ y tal, al final se está escuchando tanto el género urbano porque engloba tanto, que la gente de mi época y los de ahora.

Por ejemplo, si voy a un concierto y no trae banda y me montas un show, que no es tanto lo que montes sino lo que conectes con el público. Por ejemplo, este año en los festivales, mis bailarines son de Canarias y nos los hemos llevado a muchísimos festivales y sitios, pero hay muchísimos que hemos decidido no hacerlo con los bailarines y hemos estado Juacko detrás y yo con el micro. Y no tengo nada que envidiarle a otra persona que vaya con banda, eso es lo que conectes con el público, si encima es participativo, lo tienes hecho, se sepan tus canciones o no. Es la vibra, lo que tengas que transmitir, aunque haya que ponerse profesional y montarse una banda y tal y hacer muchas cosas.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es