Cuando la terapia del cáncer se hizo viral

Cuando la terapia del cáncer se hizo viral

La idea de utilizar virus para tratar enfermedades, incluyendo el cáncer, ha experimentado una auténtica explosión en las últimas dos décadas.

Portada de 'VIRAL'.EDICIONES B

En 1925, Sinclair Lewis escribió una novela titulada Arrowsmith en la que su protagonista proponía utilizar virus para tratar enfermedades producidas por bacterias. Lewis ganó el Pulitzer por esta novela y poco después fue el primer escritor americano laureado con el Premio Nobel. La idea de utilizar virus para tratar enfermedades, incluyendo el cáncer, viene incluso de más lejos, pero ha experimentado una auténtica explosión en las últimas dos décadas y el primer virus ha sido ya aprobado por la agencia reguladora de medicamentos estadounidense (FDA) para tratar pacientes de melanoma.

Desde hace más de dos siglos se sabía que algunos pacientes de cáncer mejoraban cuando tenían fiebre. Más adelante, con la identificación de los virus, se pudo verificar que los pacientes con cáncer de la sangre, como leucemias o linfomas, que mejoraban cuando tenían fiebre, sufrían una infección por el virus del sarampión o habían recibido una vacuna de virus atenuados. Más recientemente, durante la covid-19, se han observado varios casos de pacientes de linfoma cuya enfermedad remitió sin necesidad de tratamiento cuando se infectaron con el coronavirus Sars-Cov-2.

Debido a todas estas observaciones fue probablemente inevitable que los científicos intentasen generar virus en el laboratorio que conservasen las propiedades antitumorales, pero que, al mismo tiempo, no pudiesen infectar o dañar las células normales. En nuestro laboratorio, por ejemplo, hemos diseñado una plataforma de adenovirus que están siendo probados en estudios clínicos con niños y adultos que sufren de tumores malignos del cerebro y también en pacientes con metástasis hepáticas. Uno de estos virus, que se conocen con el nombre general de Delta-24, será probado en pacientes adultos con tumores cerebrales en un estudio clínico de tercera fase que comenzará durante este año. No somos, por supuesto, ni los primeros ni los únicos en dedicarnos a esta investigación y todo un espectro de virus, que incluyen entre otros el de la polio, el del sarampión, el virus del herpes y los reovirus se están probando en un número elevado de estudios clínicos.

El gran cambio de paradigma de la viroterapia del cáncer se produjo con la realización de que la infección de un tumor por un virus se sigue de una respuesta inmune contra el tumor. Es esta respuesta inmune, mediada por el virus, la que es capaz de destruir completamente un tumor y de generar una memoria inmunológica, parecida a la de una vacuna, que previene, en el mejor de los casos, que el tumor recurra durante años. Aceptar que la viroterapia es una forma especial de inmunoterapia tiene una serie de implicaciones prácticas incluyendo la posibilidad de utilizar virus para tratar metástasis.

Aceptar que la viroterapia es una forma especial de inmunoterapia tiene una serie de implicaciones prácticas incluyendo la posibilidad de utilizar virus para tratar metástasis

Así que los virus, que tienen una merecida mala fama y cuyo poder destructivo, no solo para las personas sino para la sociedad, como ha quedado patente durante esta pandemia, pueden ser también portadores de buenas noticias. Como comento en mi libro VIRAL, la evolución de las especies ha sido propiciada en muchas ocasiones por infecciones por virus. La infección por un retrovirus, por ejemplo, ha sido un factor esencial para el desarrollo de la placenta, lo que propició que los mamíferos dejasen de reproducirse por huevos y lo que a su vez creó las condiciones para el nacimiento de animales con cerebros más grandes. Infecciones por virus antiguos gobiernan ciertas funciones de nuestro cerebro, incluyendo la memoria, que es regulada, al menos parcialmente, por proteínas que tienen un origen viral. Por último, hemos de recordar que el genoma humano contiene una enorme cantidad de genes virales. Así que, literalmente, nada de los virus nos es ajeno.

Los virus están ahí para seguir probando que lo infinitamente pequeño tiene un poder infinitamente grande

Se ha dicho que el arte inspira a la vida. En ese contexto, siguiendo la estela de Arrowsmith, una paciente que sufría una gravísima infección por bacterias resistentes a todos los antibióticos conocidos, ha mejorado de un modo extraordinario cuando fue tratada con un cóctel de virus. Así pues, los virus están ahí para seguir probando que lo infinitamente pequeño tiene un poder infinitamente grande, como pensaba Pasteur, y para sugerir, ya de un modo más filosófico, que nada en esta vida tiene una sola cara, y que en nuestras manos está aprender a utilizar el poder de la naturaleza para mejorar la esperanza y calidad de vida de nuestros semejantes.

VIRAL: La historia de la eterna lucha de la humanidad contra los virus es el tercer libro de Juan Fueyo, publicado en enero.

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Científico, 'fellow' de la AAAS, y escritor.