Una hoja de marihuana, símbolo de una ciudad de Estonia

Una hoja de marihuana, símbolo de una ciudad de Estonia

Las consecuencias de hacer una votación por Internet.

Credit Ints Kalnins/Reuters

Democracia e Internet puede ser una mezcla explosiva. Si no que se lo digan a los habitantes de Kanepi, una localidad estonia de apenas 5.000 habitantes, donde su alcalde decidió elegir su escudo y su bandera mediante una encuesta online. ¿El resultado? Una hoja de marihuana.

La ciudad han adoptado la bandera y el escudo con el símbolo de esta droga el pasado 16 de mayo, después que cerca de 12.000 personas —más del doble de los habitantes— votasen la hoja de cannabis verde sobre un fondo blanco como enseña local.

Entre el resto de las opciones se encontraban otras mucho más sencillas y menos llamativas: varias hojas de otras plantas, pinos, estrellas e incluso un pájaro.

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El símbolo obtuvo cerca de un 80% de los votos. La decisión ha sido calificada como "muy democrática" en palabras del edil, pero no ha gustado a todos. Tal y como recoge Reuters, Arno Kakk, miembro del ayuntamiento de Kanepi, ha manifestado su descontento: "Debo decir que no estoy de acuerdo con el hecho de marchar con este tipo de bandera".

A pesar de que el significado literal del nombre de la ciudad es cannabis, el consumo de esta sustancia está prohibido en Estonia y la posesión en pequeñas cantidades se castiga con una multa.

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Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

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Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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