Las polémicas de Victoria Federica: tras los pasos de su hermano Froilán
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Las polémicas de Victoria Federica: tras los pasos de su hermano Froilán

La hija menor de la infanta Elena y Jaime de Marichalar no ha dejado de protagonizar titulares desde que comenzó la pandemia.

Victoria Federica en enero de 2020 en Madrid.KIMGTRES

Desde que cumplió 18 años el pasado 2018, Victoria Federica no ha dejado de copar titulares. La hija menor de la infanta Elena y Jaime de Marichalar se ha convertido en uno de los familiares del rey que más interés genera e incluso se ha llevado los halagos de publicaciones como Vogue.

A pesar de buscar ser una it girl en toda regla, en el último año Victoria Federica no ha sido objeto de noticia especialmente para bien. Aunque la fama de rebelde la acaparaba su hermano Froilán, ella no se ha quedado atrás y durante el confinamiento ha incumplido varias normas sanitarias, ha protagonizado broncas y enfrentamientos e incluso este verano fue multada en Marbella poco después de que su hermano también recibiera una sanción.

Lejos de quedarse en su residencia en Madrid cuando se declaró el estado de alarma, Victoria Federica emprendió un viaje hacia Andalucía, cuando la movilidad entre provincias estaba prohibida, e incluso no se podía salir del domicilio salvo causa justificada.

Concretamente, la hija de la infanta Elena se trasladó a Villacarrillo (Jaén), donde se la vio el 19 de marzo de 2020. Allí se instaló en el cortijo El Derramadero junto a su novio, el DJ Jorge Bárcenas.

Si algo no ha cumplido Victoria Federica durante la pandemia del coronavirus ha sido la mascarilla para evitar contagios. La joven ha paseado en más de una ocasión sin mascarilla por las calles de Madrid e incluso ha acudido a establecimientos interiores, como una peluquería, sin llevarla puesta.

Sin embargo, el sumun de todo esto vino en agosto de 2020 cuando se la vio en el Festival Starlite de Marbella dándolo todo y sin mascarilla, pese a que la Junta de Andalucía aprobó su obligatoriedad el 14 de julio.

Esta vez con mascarilla, pero sin hacer caso a los horarios. El pasado 11 de diciembre Victoria Federica fue vista por los paparazzi saliendo de una vivienda pasadas las 12 de la noche en Madrid, hora a partir de la cual estaba restringida la movilidad en la capital.

Lo más llamativo de esto es que Victoria Federica ya lo había hecho antes, en el mes de noviembre fue pillada saliendo de un local nocturno, que tuvo que ser intervenido por la Policía, a las 12 de la noche. Además, esa noche recibió también una multa de tráfico.

En el mes de octubre saltaban las alarmas con una fiesta cayetana en el madrileño barrio de Salamanca. Allí sus asistentes, pese a que sí cumplían el toque de queda, no seguían ninguna medida de seguridad. No había ni distancias ni mascarilla.

La fiesta se celebró en  La que se lía, una cervecería-discoteca en la calle María de Molina de Madrid. Pertenece al Grupo Lalala, fundado en 2015 por Luis Torremocha y Miguel Nicolás. Hasta allí se trasladó, por supuesto, Victoria Federica a acompañar a su pareja, el DJ Jorge Bárcenas. Además se encargó de inmortalizarlo en Instagram.

Más allá de los excesos durante la pandemia, Victoria Federica ya había mostrado su rebeldía antes de que tuviéramos conciencia del coronavirus. En febrero de 2020, la hija de la infanta Elena fue grabada por Antena 3 en la puerta de un bar, donde esperaba que un coche la recogiera.

La joven y una amiga estaban muy cerca de la carretera, así que un vehículo que estaba maniobrando muy cerca estuvo a punto de golpear a Victoria Federica. Su amiga lo evitó, pero la sobrina del rey se llevó un buen susto que pagó dándole una patada al coche y lanzando algún improperio al conductor.

  Victoria Federica dándole una patada a un coche.YouTube

Victoria Federica no solo se ha limitado a mostrar sus malas formas cuando surge algún incidente. Con su madre ha protagonizado más de una riña en público. La más sonada fue en junio de 2019, cuando Victoria Federica acudió con su madre, la infanta Elena, a un concierto de Siempre Así al Teatro Real.

Mientras suben unas escaleras, la infanta Elena le intentó subir el cuello de la camiseta porque se le veía la tira del sujetador, algo que a Victoria Federica no le sentó del todo bien y contestó haciendo aspavientos. Posteriormente, la hermana de Felipe VI la riñó por sus gestos.

  La infanta Elena riñiendo a Victoria Federica.YouTube

La sobrina del rey ha demostrado en más de una ocasión no llevarse demasiado bien con la prensa. En 2020, más allá de las infracciones durante la pandemia, la joven había sido perseguida por la salida del rey emérito de España y por los supuestos pagos que su hermano Froilán y ella habían utilizado el dinero no declarado del monarca. Algo que ha hecho que los periodistas la reclamen en numerosas ocasiones en la vía pública.

El 29 de septiembre vivió un tenso momento cuando se le preguntó por el estado de su abuelo, en Abu Dabi desde el mes de agosto, al salir de un restaurante con unos amigos.

“Buenas noches, Victoria. ¿Cómo te encuentras? Tenía que preguntarte por la noticia que ha dado Carlos Herrera, si es cierto que tu abuelo vendrá para el 12 de octubre, si es cierto que vendrá en vuelo regular, parece que se ha aburrido ya de Abu Dabi”, le dijo la reportera.

La joven de 20 años arrancó a correr, contestó enfadada —"¡No os cansáis, eh!”—, subió al coche y cerró de un portazo.

El 9 de diciembre se vivió una estampa similar. En esta ocasión, los reporteros esperaron a la pareja a las puertas de un local. El periodista comenzó a seguirlos por la calle, en pleno centro de Madrid, y Victoria Federica perdió las formas hasta el punto de obstaculizar el trabajo del cámara y taparle en varios ocasiones el objetivo. ”¿En serio me estáis haciendo esto?”, se quejó.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

Sobre qué temas escribo

Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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