Se busca una cápsula radioactiva, letal y diminuta en Australia

Se busca una cápsula radioactiva, letal y diminuta en Australia

Se perdió durante su traslado a la capital regional, Perth, y se ha emitido una alerta de "riesgo de sustancia radiactiva".

Los miembros del Equipo de Gestión de Incidentes coordinan la búsqueda de una cápsula radiactiva que se perdió en Australia.REUTERS

El estado de Australia Occidental, el más grande del país oceánico, mantiene un intensa búsqueda para localizar una cápsula diminuta, de seis milímetros de diámetro y ocho de largo, que contiene Cesio-137, un isótopo radioactivo utilizado comúnmente en medidores, que emite una radiación equivalente a 10 rayos X por hora.

Esta cápsula tóxica se perdió durante su traslado a la capital regional, Perth, que llevó a la emisión de una alerta de "riesgo de sustancia radiactiva". Aparentemente, según publica El Mundo, se cayó del camión que la transportaba. 

El Departamento de Bomberos y Servicios de Emergencia ha emitido una alerta a los residentes de diversas áreas del mayor estado de Australia. Los expertos han advertido que la exposición a esta sustancia podría causar quemaduras por radiación y una exposición prolongada podría provocar cáncer.

"La cápsula es pequeña (6 mm de diámetro y 8 mm de alto), redonda y plateada. El riesgo para la comunidad en general es relativamente bajo, sin embargo, es importante ser consciente de los riesgos y saber qué hacer si ves la cápsula", señala la alerta.

Las autoridades han pedido a la población de Australia Occidental, donde residen más de dos millones de personas, que se mantenga al menos a cinco metros de distancia de la carretera donde se cree que pudo haber caído la cápsula, que emite rayos gamma y beta, y tiene una vida media de 30 años.

Los equipos que trabajan en la búsqueda desconocen, de momento, el punto exacto donde el artefacto se perdió, ya que el pueblo de Newman —desde donde salió el camión— se localiza a unos 1.400 kilómetros de distancia del noreste de Perth, el destino final.

El material tóxico fue empaquetado el pasado 10 de enero y el vehículo llegó a Perth seis días después, pero no fue hasta el pasado día 25 que los inspectores de la carga se dieron cuenta de que uno de los paquetes estaba roto y una de esas minúsculos cápsulas se había perdido en el trayecto.

"Nuestra preocupación es que alguien lo recoja, sin saber qué es", ha apuntado Andrew Robertson, director de salud del estado del país oceánico, según recoge el mismo medio. El superintendente del Departamento de Bomberos y Servicios de Emergencia (Dfes) de Australia Occidental, David Gill, reconoció el sábado que "existe la posibilidad" de que nunca la encuentren.