El día que Europa se vistió de alambradas

El día que Europa se vistió de alambradas

Chipirones rellenos de espagueti de calabacín sobre hummus negro de berenjena. Un hummus tan negro como el mar que surcáis, como los caminos que os habéis visto obligados a cruzar. Pequeños en la inmensidad de la distancia infinita que transitáis, pero cargados de ilusión y de esperanza en un futuro mejor simbolizado por el verde brillante y alegre del calabacín.

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Refugiado, salvado, acogido, amparado, protegido, cobijado, guarecido, albergado, socorrido, auxiliado, defendido.... Desamparado, perseguido, acosado, hostigado...

Víctima. Sin más.

Esta receta es por todos vosotros. Para todos los que habéis abandonado vuestra vida para poder seguir en ella.

No importa el país. No importa el hemisferio. Para todos.

Para todos los que escapáis de las tormentas para encontrar la calma.

Para los que huís del horror sin miedo a los horrores del camino.

Para los que tenéis el valor de hacerlo.

Para todos los que empezáis de nuevo.

Para los que marcháis sin conocer atajos.

Para todos.

Para todos los que avanzáis sin descanso frente a la mirada sin alma de quien no quiere entender y os hace sentir vergüenza sin saber por qué.

Para todos los que cargáis con un pasado en busca de un futuro donde poder volcarlo.

Para los que habéis doblado las prendas de una vida y guardado en la maleta.

Para los que plantáis cara a la vida con lo puesto.

Para los que lleváis a vuestros hijos de la mano, a hombros o en brazos y no miráis atrás.

Para vosotros, que defendéis sus cuerpos de los golpes con el vuestro.

Para los que calmáis sus miedos entre la multitud infinita en los caminos.

Para los que susurráis "tranquilo, cariño, que no queda nada".

Para los que os deslizáis por las rendijas de mil vagones sin próxima estación.

Para los que trazáis vuestro destino a pie por los raíles.

Para todos los que os desgarráis en concertinas infames.

Para el padre, el hermano, el hijo, el abuelo y el amigo que se siente despreciado en las fronteras.

Para ti, que eres recibido con la asepsia impoluta, fría y fea de unos guantes protectores que refrenan el contagio del consuelo y prolongan las barreras.

Para todos los que surcáis el mar mecidos por la mano avara y asesina de esa mafia sin conciencia.

Para Aylan, que varado en la playa ojalá durmiera, y cuyos ojos cerrados tantas carnes han abierto.

Para su madre y su hermano, que en la otra orilla le sonríen y le esperan.

Para su padre, que ha llenado de lágrimas un mar muerto a este lado.

Para los que alcanzáis vuestro destino.

Para los que no lo lograsteis...

Para todos.

También para que esta Europa cínica y esquiva no os abandone a la deriva.

Para que por una vez, y que sirva de precedente, esté a la altura de su ciudadanía.

Para que las mafias que os trafican se envenenen con la sangre que os derraman.

Para que el periodismo de zancadilla se haga penalti a sí mismo y se meta gol en propia meta.

Para que la guerra que os expulsa explote de una vez, y los malos y lo malo se disipe con el viento.

Para que no tengáis que marchar.

Para que volváis cuanto antes a casa o lo que quede de ella.

Para que de nuevo podáis levantarla y por fin, con ella, rehacer vuestra vida.

Y mientras tanto, para todos vosotros, mi casa y esta receta: Chipirones rellenos de espagueti de calabacín sobre hummus negro de berenjena. Un hummus tan negro como el mar que surcáis, como los caminos que os habéis visto obligados a cruzar. Pequeños en la inmensidad de la distancia infinita que transitáis, pero cargados de ilusión y de esperanza en un futuro mejor simbolizado por el verde brillante y alegre del calabacín.

Para todos vosotros.

NECESITARÁS (para 4 personas)

  • 20 chipirones pequeños.
  • 1 calabacín.
  • 1 berenjena grande o 2 pequeñas.
  • 1 bolsa de tinta de calamar.
  • 1 diente de ajo.
  • Agua.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal, pimienta y pimentón dulce de la Vera.

ELABORACIÓN

  1. Corta la berenjena por la mitad, hazle unos cortes, salpimienta y añádele un chorrito de aceite. Tápala e introduce en el microondas entre doce y quince minutos (según tamaño) o hasta que esté hecha. Una vez fría, extrae la pulpa con un tenedor, añade sal y pimienta y remueve bien, pero sin machacar, que quede con cuerpo.
  2. Pela el ajo, quítale la raíz y pícalo muy fino. En una sartén con un poco de aceite, sofríelo con cuidado de no quemarlo. Añade la berenjena y remueve bien. Incorpora la bolsa de tinta de calamar y continúa dándole vueltas para que adquiera un color negro. Si es necesario, añade otra bolsita. Reserva.
  3. Con una mandolina de cocina pela el calabacín. Extrae posteriormente finas láminas con la mandolina, desechando la zona de la semilla, que reservarás para otra elaboraión. Coloca tres o cuatro, unas sobre las otras, y con un cuchillo ve dándoles finos cortes longitudinales para obtener los espaguetis de calabacín. Cuécelos en abundante agua con un poco de sal durante un minuto y medio, no más, y pásalos a un bol con agua y hielo para cortar la cocción. Escurre, salpimienta y reserva.
  4. Limpia los chipirones y reserva las patas para otra receta. Con cuidado rellénalos con los espaguetis (te sobrarán). Salpimienta y ásalos en unas gotas de aceite por todo el perímetro.
  5. Emplatado: coloca un cordón de hummus negro, y sobre el mismo, los chipirones en vertical clavados sobre este. Espolvorea con un poquito de pimentón.

Umm, espectacular, sencillo y delicioso. A disfrutar.

NOTA

Este hummus de berenjena es una versión muy personal del auténtico mutabal, que es como se denomina a esta crema de berenjena, a la que, una vez asada, se le añade tahini, zumo de limón y tres o cuatro dientes de ajo muy picado, y que acompañado de piñones fritos o nueces, es delicioso.

MÚSICA PARA ACOMPAÑAR

Para la elaboración: Black, Pearl Jam

Para la degustación: Freedom, Anthony Hamilton & Elayna Boynton

VINO RECOMENDADO

Laderas rosado 14. DO Valencia

DÓNDE COMER

Ya que no puede ser en tu casa ,¿qué te parece si montamos la comida en la mía?

QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS

Después de una odisea como la que has vivido, que para sí la quisiera Ulises, una larga y relajada siesta será el ejercicio apropiado para una buena digetión.