Un día de abril, Reymundo García, vicepresidente de Freedom Ranch Laredo, un refugio de animales en Texas, Estados Unidos, iba conduciendo cuando algo llamó su atención.

Era un punto negro muy pequeño, se diría que casi imperceptible, pero que a él le hizo detenerse. Según se acercaba, se dio cuenta de que era una pequeña gatita que estaba sola y peligrosamente cerca de la carretera.

García paró el coche a unos metros, para que el animal no se asustara, y se aproximó poco a poco. Con cautela, se ganó su confianza y al poco pudo cogerla y ponerla a salvo.

"Tan pronto como se subió a mi coche y sintió el aire acondicionado, finalmente se relajó y se echó una merecida siesta”, contó Reymundo, según recoge Amomeupet.

La gatita, a la que han llamado Raya en honor a su salvador, recibió cuidados veterinarios y ahora está tranquila y en buen estado en el refugio, a la espera de encontrar un hogar.