El animal que gobernará la Tierra después de los humanos invade Reino Unido: "La mayor amenaza es profunda"
La multiplicación de ejemplares de la especie puede acarrear consecuencias bastante graves en el fondo marino.

La presencia del pulpo, conocido por su inteligencia y su capacidad para camuflarse en el entorno, en el Reino Unido parece haberse multiplicado en poco tiempo, lo que ha puesto en alerta a algunos biólogos y marinos, preocupados por los factores que se encuentran detrás de este repentino crecimiento.
Y es que, según han alertado los pescadores británicos, las aguas del Reino Unido se encuentran experimentando un auge inesperado de la pulpomanía. De hecho, en mayo del año pasado, los barcos de Neil Watson, un pescador de la zona, llegaron a desembarcar hasta 48 toneladas de pulpo, lo que supone unas 240 veces más que el año pasado.
"Colocaban las trampas y solo encontraban un pulpo feliz y un montón de conchas vacías", afirmó Watson, quien añadió que "nunca habían visto nada igual". A pesar de que supone una buena noticia para los comerciantes, existe un factor que preocupa a los biólogos y expertos. Y es que, el crecimiento de la población de esta especie son derivadas de las olas de calor marinas que el Atlántico Norte padece.
Según explicó Paul Moore, esto es debido a las condiciones anticlónicas persistentes en primavera, que bloquearon los vientos fríos y provocaron que las aguas frías no pudiesen mezclarse con las cálidas. Como resultado, se pudieron observar temperaturas de hasta 4º por encima de lo normal en el oeste de Irlanda o incrementos de hasta 1.5º en las aguas cercanas del país, según recoge el Met Office del Reino Unido.
Otro de los motivos que preocupa a la comunidad científica es que al aumentar el número de pulpos, las poblaciones de mariscos de los que se alimentan están disminuyendo de forma drástica. "Pero la mayor amenaza es profunda", señala Banking News. Y es que las olas de calor marinas pueden llegar a desencadenar explosiones de algas, las cuales consumen oxígeno, creando zonas muertas con el fallecimiento masivo de peces. "Afecta a las playas, la natación y la seguridad alimentaria como los mejillones y las ostras", ha explicado Georg Engelhard, del Centro para la Ciencia del Medio Ambiente, la Pesca y la Acuicultura del Reino Unido.