Los baños de polvo son ideales para la higiene de tu chinchilla: el agua, con mucha precaución
Si se mojan pueden padecer hipotermia, proliferación de hongos y acumulación de humedad y, en los casos graves, puede ser mortal para estas mascotas.

Originarias de las regiones frías y secas de la Cordillera de los Andes, las chinchillas han desarrollado una estrategia de higiene única: el baño de polvo. Esta práctica imita el comportamiento natural de estos animales en su hábitat nativo, donde se bañan en ceniza volcánica para mantener su pelaje limpio.
Por ello, su limpieza adecuada debe realizarse mediante un baño seco con un polvo especial, normalmente a base de minerales como la tierra de Fuller.
La razón principal de que las chinchillas no se puedan bañar tiene que ver con su pelaje. Es increíblemente denso, los especialista estiman que puede llegar a alcanzar los 20.000 pelos por centímetro cuadrado, que impide un secado eficiente y favorece las enfermedades de la piel.
Los especialistas en mascotas de la web Petz y el portal especializado Meu Chinchila han advertido sobre ello y afirman que mojar a estos animales puede provocar hipotermia, proliferación de hongos y acumulación de humedad, con un impacto directo en su bienestar.
Los especialistas recuerdan que el Manual de Buenas Prácticas para Roedores, publicado por el Consejo Federal de Medicina Veterinaria (CFMV), el organismo brasileño encargado de regular y supervisar el ejercicio de la medicina veterinaria en el país, un ambiente seco y aireado es esencial para mantener la salud de estos animales y debe evitarse a toda costa la humedad excesiva. “Mojar el pelaje de una chinchilla compromete la integridad térmica del animal y favorece infecciones por hongos, que pueden causar sufrimiento y muerte en casos graves”, ha advertido este organismo en un comunicado. Además, añaden que el choque térmico causado por la humedad puede causar estrés severo e incluso hipotermia (una condición en la que la temperatura corporal desciende peligrosamente).
El riesgo es tan alto que no se recomienda bañar con agua ni siquiera en situaciones en las que haya suciedad visible, afirman en Petz. En estos casos, lo mejor es consultar con un veterinario con experiencia con animales exóticos o salvajes, quien indicará los procedimientos correctos.
En cuanto al baño de polvo "es una necesidad fisiológica para mantener la salud de la piel y el pelaje de tu chinchilla. El agua solo debe usarse en casos extremos, bajo supervisión", ha enfatizado la veterinaria Camila Gentil a Petz. Esta recomendación está , además, en línea con las directrices de la Asociación Americana de Veterinarios de Animales Exóticos (AEMV), que también advierte contra el uso del agua como método de limpieza rutinario para las especies. Y, como último dato para los que tienen estas mascotas, el baño seco debe realizarse al menos tres veces por semana, en un recipiente limpio con arena adecuada para estos roedores.
