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Una experta aclara si tu gato te echa de menos cuando te vas de casa

Una experta aclara si tu gato te echa de menos cuando te vas de casa

Los científicos, de hecho, notaron un cambio en este sentido en los primeros años pospandemia.

Una imagen de archivo de una mano humana acariciando un gatoGetty Images/Westend61

Se suele decir que los gatos son más despegados que los perros. A diferencia de los canes, no tienen fama de ir a recibir a su dueño cuando este vuelve a casa o no que no suelen acudir en busca de mimos y caricias. Sin embargo, sí que echan de menos. De hecho, pueden sufrir estrés por separación. 

Así lo han detallado en un artículo en el blog de la empresa especializada en el cuidado de mascotas Rover. Han recogido las declaraciones de la veterinaria y la miembro del consejo asesor de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania, Amy Attas

Esta ha precisado que el estrés por separación "es una respuesta al estrés que se observa cuando un gato se separa de una o varias personas con las que tiene un fuerte vínculo". En cifras, un estudio publicado por la National Library of Medicine, del total de 223 gatos que analizaron un 13,45% presentaron algún síntoma compatible con esta patología.

Los expertos, que creen que en los primeros años pospandemia pudo aumentar este estrés entre los gatos, han elaborado una lista con los síntomas más comunes y que han recogido en la web de Rover. Estos son algunos de ellos. 

  • Lavado en exceso. Uno de los síntomas pasa por que el gato empiece a limpiarse de manera excesiva justo en el momento en el que el dueño va a abandonar la casa. También puede hacerlo una vez se queda solo. 
  • Comportarse con nerviosismo o de manera ansiosa
  • Expulsar su orina o sus excremento fuera del arenero, en lugares como los muebles, la ropa o, incluso, la cama. Es un comportamiento que puede hacer con el dueño tanto dentro como fuera de la casa. 
  • Maullar, llorar o aullar más de lo normal
  • Cambiar sus hábitos de comer y beber
  • Esperar en la puerta de la casa a que vuelva su dueño o dueña
  • Mostrar signos de apego extremo. Otro de los síntomas pasa por buscar mimos y caricias de su dueño e, incluso, no separarse de él.