A los paneles solares les sale un duro competidor con la nueva 'piel' que quieren darle a los edificios
La empresa detrás del desarrollo asegura que se puede reducir el consumo en hasta un 90%.

La energía solar no solo es más limpia, sino que además se trata de una fuente de energía inagotable y renovable. Sin embargo, los tradicionales paneles solares, que parecen haberse extendido por todo el mundo con gran facilidad, comienzan a dejar de ser un elemento innovador, por lo que muchas empresas se encuentran buscando nuevas alternativas en este campo.
Una de las direcciones en las que se trabaja es en las denominadas células solares, desarrolladas e ideadas desde el Instituto Ibérico Internacional de Nanotecnología, con sede portuguesa. Y es que, el equipo dirigido por el investigador Pedro Salomé, ha conseguido desarrollar una célula solar tan fina que puede colocarse sobre cualquier superficie, incluso en un edificio a modo de película.
El funcionamiento es sencillo. Las células, compuestas por materiales ACIGS (cobre, indio, galio, selenio y azufre) cuentan con un espejo nanoestructurado de oro que atrapa la luz y evita que se escape por detrás del panel, lo que ayuda no solo a producir energía, sino también a incrementar la eficiencia de transformación energética. Una de las ventajas de este método es que no solo consigue producir más energía, sino que además consume muchísimo menos en su fabricación.
No es la única empresa que tiene puesta la mira en este tipo de desarrollos. También la startup Hydronic Shell Technologies, está tratando de buscar nuevas alternativas, aunque la suya quizás es incluso más ambiciosa, pues pretenden reinventar de forma completa la facha completa de los edificios.
El objetivo es instalar una especie de segunda piel en los edificios a través de la instalación de módulos prefabricados que cuentan con aislamiento térmico, calefacción, ventilación y refrigeración. Según defiende la empresa, su desarrollo podría reducir el consumo energético hasta en un 90%. Su instalación se haría directamente desde una grúa sobre el edificio, como si este se estuviera poniendo una chaqueta.
