En los restaurantes españoles es gratis por ley: pocos clientes lo piden por desconocimiento
No todos están a favor de que sea gratuito.
En España, pedir agua del grifo en un restaurante no solo es posible, sino que está reconocido por ley. Desde la entrada en vigor de la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, todos los establecimientos de hostelería y restauración están obligados a ofrecer agua del grifo de manera gratuita a los consumidores que la soliciten.
El artículo 18.3 de esta ley, publicada en el Boletín Oficial del Estado el 9 de abril de 2022, establece literalmente que “se tendrá que ofrecer siempre a los consumidores, clientes o usuarios de sus servicios, la posibilidad de consumo de agua no envasada de manera gratuita y complementaria a la oferta del mismo establecimiento”.
La norma busca fomentar un consumo más sostenible, reducir el uso de envases de plástico y promover el acceso universal al agua. Sin embargo, a pesar de que la medida lleva varios años en vigor, muchos clientes desconocen su existencia o no se atreven a solicitar agua del grifo en los restaurantes.
Resto de Europa
En otros países europeos, como Francia o Italia, es una práctica común que el camarero sirva automáticamente una jarra de agua potable junto con la comida. Allí, pedir agua del grifo no genera incomodidad ni sorpresa. En cambio, en España esta costumbre aún no está completamente normalizada. Muchos consumidores continúan pidiendo agua embotellada, asumiendo que es la única opción, o por miedo a parecer poco considerados con el establecimiento.
El desconocimiento es tan generalizado que algunos restaurantes tampoco informan de este derecho, pese a que la ley recomienda hacerlo visible en el local. En ocasiones, se ofrece el agua del grifo solo si el cliente la pide explícitamente, y no siempre se presenta de manera amable.
El Reglamento (UE) 2020/2184 sobre la calidad del agua destinada al consumo humano, aprobado por la Unión Europea en diciembre de 2020, también insta a los Estados miembros a garantizar el acceso gratuito al agua potable en los edificios públicos y en los restaurantes. Aunque no impone una obligación directa, sirvió como base para la legislación española.
Diferentes opiniones
Por su parte, algunos representantes del sector hostelero como la Asociación Alemana de Hoteles y Restaurantes (Dehoga) han expresado críticas ante la medida. Alegan que, aunque el agua del grifo es gratuita, su servicio implica costes: vasos, jarras, lavado y atención del personal. Por otro lado, diversas asociaciones medioambientales y de consumidores valoran positivamente la norma, al considerar que promueve la sostenibilidad y el ahorro para el ciudadano.
A pesar de estos beneficios, la práctica aún no se ha generalizado del todo. Muchos comensales siguen pagando por agua embotellada simplemente por falta de información o costumbre, cuando en realidad podrían disfrutar de un recurso gratuito, seguro y sostenible.
En España beber agua del grifo en un restaurante es un derecho reconocido por ley, aunque todavía poco ejercido. Con una mayor concienciación ciudadana y una aplicación más visible de la norma, esta medida podría consolidarse como un gesto cotidiano que beneficia tanto al consumidor como al medio ambiente.