Este es el motivo por el que tu lavadora hace mucho ruido y la solución clave antes de llamar al especialista
Golpes y vibraciones inesperadas suelen tener un origen fácil de detectar: estas son las comprobaciones básicas que pueden evitarte una reparación costosa.

Pocas cosas inquietan más en casa que escuchar la lavadora traquetear como si fuera a despegar. Lo cierto es que, la mayoría de las veces, esos ruidos tienen un origen fácil de identificar y se pueden corregir sin recurrir de inmediato al servicio técnico.
Como apunta la web Lovedeco, detectar estos sonidos lo antes posible puede marcar la diferencia entre una simple revisión en casa y una reparación costosa.
Las causas más comunes del ruido
Lo normal es que la lavadora suene con un zumbido suave, que sería algo más intenso en el momento del centrifugado. Sin embargo, lo que no debería escucharse son los golpes secos, las vibraciones repetidas o los ruidos metálicos que se convertirían en señales de que algo no va bien y que conviene revisar:
- Carga desequilibrada. Si en el tambor hay una prenda muy voluminosa, como una manta o una toalla grande, puede quedarse pegada a un lado y provocar golpes y vibraciones durante el lavado.
- Mala nivelación. Cuando los pies no están bien ajustados o el suelo tiene inclinación, la lavadora se desplaza al centrifugar y el ruido se amplifica.
- Tornillos de transporte. En los modelos nuevos es fácil olvidar retirarlos tras la instalación; si permanecen puestos, el tambor no gira libremente y se escuchan golpes secos.
- Objetos extraños. Monedas, cremalleras o clips que se cuelan en el tambor o en el filtro acaban produciendo ruidos metálicos repetidos.
- Piezas desgastadas. Con el uso, rodamientos, amortiguadores o la correa de transmisión pueden deteriorarse y generar fricciones o golpes internos.
- Golpe hidráulico. Si el suministro de agua se interrumpe de golpe, puede escucharse un ruido seco parecido a un golpe en la pared.
Qué puedes hacer antes de llamar al técnico
Antes de llamar a un técnico, merece la pena hacer una comprobación rápida en casa:
- Distribuye bien la ropa en el tambor y evita llenarlo en exceso.
- Nivelar la máquina es clave: ajusta los pies para que quede totalmente estable.
- Comprueba los tornillos de transporte en lavadoras nuevas y asegúrate de que se hayan retirado.
- Revisa el tambor y el filtro de desagüe por si hubiera monedas, cremalleras u otros objetos sueltos.
- Gira el tambor a mano: si notas resistencia o escuchas un ruido áspero, los rodamientos pueden estar dañados.
Para estas tareas basta con herramientas básicas: una llave fija, un destornillador, una nivel y unos guantes.
Mantenimiento para prevenir problemas
Una rutina sencilla ayuda a evitar muchos ruidos: carga el tambor de forma correcta, asegúrate de que la lavadora esté bien apoyada y limpia el filtro con cierta regularidad. Cada pocos meses conviene, además, ejecutar una limpieza con productos específicos o con remedios caseros como vinagre y bicarbonato para mantener a raya la cal.
Los expertos recomiendan también escuchar los cambios de sonido: un ruido nuevo, aunque sea leve, puede ser la primera señal de desgaste. Detectarlo a tiempo no solo evita reparaciones más caras, sino que alarga la vida útil de la lavadora.
