A muchos les sorprende el nombre de esta gran avenida de Sevilla y pocos saben que se debe a un hermanamiento
Es un vínculo nacido del amor por la arquitectura española.

Muchos sevillanos y visitantes se sorprenden al descubrir que una de las principales avenidas de Sevilla lleva el nombre de Kansas City, una ciudad estadounidense. Lo que pocos saben es que esta denominación es el reflejo de un hermanamiento histórico y cultural entre ambas ciudades que comenzó a gestarse a principios del siglo XX.
El origen se remonta al urbanista Jesse Clyde Nichols, un visionario promotor inmobiliario de Kansas que, tras un viaje por México y el suroeste de EE. UU., quedó fascinado por la arquitectura de inspiración colonial española, muy presente en estas regiones debido a su pasado virreinal.
Inspirado por esta estética, desarrolló en 1923 el Country Club Plaza en Kansas City, considerado el primer centro comercial del mundo adaptado al automóvil. Para el diseño, contrató al arquitecto Edward Buehler Delk, quien viajó a Sevilla y quedó cautivado por su belleza.
Nace el hermanamiento
Según la web sevillafreewalkingtour.com, el 6 de febrero de 1968, y como muestra de reciprocidad, Sevilla decidió renombrar la antigua autopista de San Pablo como Avenida de Kansas City, reconociendo así el hermanamiento cultural y comercial con la ciudad estadounidense.
Este lazo se fortaleció durante décadas, especialmente con motivo de la Expo 92, cuando Kansas City tuvo un papel destacado en el pabellón de EE. UU. y obsequió a Sevilla con la escultura de "El Explorador".
Aunque el hermanamiento perdió intensidad con los años, su huella permanece viva en la ciudad hispalense, especialmente en su paisaje urbano. La Avenida Kansas City es un la prueba de amistad transatlántica nacida del arte, la arquitectura y el aprecio mutuo entre dos ciudades que comparten una parte de su historia.
