Alerta en las bibliotecas tras hallar posibles libros envenenados con arsénico

Alerta en las bibliotecas tras hallar posibles libros envenenados con arsénico

El problema deriva de un antiguo pigmento conocido como 'verde Schweinfurter'.

Una mujer en una biblioteca alemanaGetty Images

Las bibliotecas de varias universidades alemanas están en alerta ante la presencia de sustancias tóxicas en las cubiertas de algunos libros antiguos. En concreto, se trata de un pigmento que se utilizaba en siglo XIX para conseguir un color verde intenso que actualmente se conoce 'verde Schweinfurter' o 'verde de París'

Este pigmento contiene, entre otras cosas, cetoarsenita de cobre, que es una combinación de acetato de cobre y trióxido de arsénico. El arsénico se ha demostrado como un compuesto tóxico para la salud, por lo que se están retirando miles de libros para analizarlos uno por uno. 

Según el periódico alemán Süddeutsche Zeitung, la Universidad de Düsseldorf ha retirado hasta 15.000 ejemplares para ponerlos en cuarentena mientras se analizan. No es la única, ya que la Universidad de Bielefeld está analizando hasta 60.000 libros. También han retirado ejemplares las universidades de Duisburg-Essen y Siegen, además de las bibliotecas de Saarbrücken y Kaiserslautern.

Además, según Il Fatto Quotidiano, las universidades de Colonia y Bonn estarían intentando utilizar algún test rápido para evaluar en la mayor brevedad posible la presencia de tóxicos en estos libros y trazar un protocolo de seguridad para poder consultar estos ejemplares sin que sea perjudicial para la salud.

Este problema no es nuevo ya que en 2018 en una universidad del sur de Dinamarca ya tuvieron que retirar varios ejemplares por culpa de este pigmento verde. 

Entre los problemas de salud que pueden surgir de tocar un libro 'envenenado' puede publicar aturdimiento, diarrea o dolores estomacales. El mayor peligro es para los trabajadores de las bibliotecas o para los investigadores que necesiten utilizar repetidamente un ejemplar tóxico. En los casos más graves el contacto largo y constante con esas sustancias puede provocar insuficiencias cardiacas y problemas pulmonares, pero es poco habitual. 

Infiltrados
Un proyecto de Ikea

Los bibliotecarios alemanes han advertido a los usuarios de las bibliotecas para que tengan cuidado de no introducir el compuesto tóxico en el cuerpo ya que basta pasar una página y después frotarse el ojo para que entre en contacto.