Carolina Durante: "Si hay Cayetanos a los que les gustamos, está bien"
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Carolina Durante: "Si hay Cayetanos a los que les gustamos, está bien"

Entrevista con el grupo que protagoniza la última campaña de Mahou Cinco Estrellas.

Se definen como cuatro chavales, cuatro amigos que decidieron montar un grupo porque "les daban envidia lo que disfrutaban otras bandas en el escenario". Eso fue allá por 2017, cuando Carolina Durante empezó a sonar con su EP Necromántico, unos sones gracias a los que eran inevitables las comparaciones con otros grupos que ellos mismos consideran referentes, como Los Nikis, que han pasado a ser sus padrinos musicales.

En 2023, seis años después, con una pandemia de por medio, un WiZink Center con 8.000 personas, una canción viral que ha rebautizado a los pijos y muchos festivales, Carolina Durante son uno de los grupos referentes del panorama nacional. Además, protagonizan la nueva campaña de Mahou Cinco Estrellas, bajo el eslogan que "no hay nada más grande que sentirse parte de algo", para la que han versionado el clásico tema de Amaral Marta, Sebas, Guille y los demás.

De esos amigos que se reunían en bares a tomar cervezas y pasarlo bien, les sigue quedando su esencia. "Nunca he estado en un grupo que no se forme de esta forma", asegura Diego Ibáñez, vocalista del conjunto.

Para Mario del Valle Montero, guitarrista y también miembro de otras formaciones como Axolotes Mexicanos —junto a Juan Pedrayes— la percepción es similar: "No concebimos la música si no es por diversión y con amigos y con gente con la que tengas confianza".

Ibáñez marca una diferencia muy clara con los supergrupos, esos conjuntos formados por exmiembros de otras formaciones no le generan especial confianza: "Me resultan un poco un poco extraños y creo que creo que a lo mejor es más complicado de llevar".

A pesar de que la mitad de los miembros de Carolina Durante, Mario y Diego, se conocieron estudiando en su colegio en la madrileña zona de Islas Filipinas y en las pasadas fiestas de San Isidro protagonizaron uno de los conciertos principales de las fiestas de la capital, no todos sus miembros son 'gatos'. El batería, Juan Pedrayes, nació en Asturias, aunque asegura sentirse al 50% madrileño: "No soy de aquí, pero me considero como tal".

La carrera de Carolina Durante no se habría entendido sin Cayetano, su gran éxito con el que alcanzaron al público mainstream y con el que han llegado a rebautizar a los pijos en toda España. Con esta canción caricaturizaban a los pijos que tienen "100.000 contactos en las Big Four" o que ya no "votan al PP, votan a Ciudadanos". Una frase que admiten que ha perdido actualidad y que en directo sustituyen por "ahora votan a Vox, antes a Ciudadanos".

"Hemos sacado otras canciones buenísimas que han dejado atrás a Cayetano", asegura Del Valle. Esos Cayetanos de la sátira son un público habitual de sus conciertos y corean la canción sin sentirse ofendidos por ninguno de sus versos. "Si hay Cayetanos a los que les gusta Carolina Durante, está bien", opina Martín Vallhonrat, bajista del grupo. "Somos un grupo muy transversal, nos escucha gente de toda clase social y de todas las edades", apostilla Del Valle.

Aunque también jugó un factor importante la relación de Diego Ibáñez con Amaia Romero, ganadora de OT 2017. Ambos protagonizaron varias portadas de revistas y fueron pillados por los paparazi, por lo que su exposición mediática ha sido más alta desde entonces. A eso hay que sumarle que Ibáñez también ha participado como actor en la serie Cardo (Atresmedia). "A veces no depende tanto de ti", apunta sobre la exposición pública. 

"Luego cada uno comparte lo que quiere compartir [en redes sociales] y luego también a las a las consecuencias. Cuanto más compartas más, más va a compartir a la gente y más querrá la gente saber de ti o no... Pero vamos, al final si te expones, es lo que hay", añade.

Esa transversalidad les permitió tocar en el Wizink Center el pasado mes de enero vendiendo 8.000 entradas. Sin embargo, no creen que haya que plantearse nuevas metas a niveles de aforo o de ventas. "Supongo que el siguiente paso es hacer algo mirando en Madrid, igualarlo o superarlo", apunta Ibáñez, aunque Vallhonrat no coincide con él. "Tampoco hace falta como plantear todos los proyectos como una empresa en la que tienes que ir constantemente creciendo y progresando", explica y apunta a que "a veces quitarse de la cabeza tampoco está tan mal".

La banda, que tiene ya dos LP Cuatro Chavales (2022) y Carolina Durante (2019), se encuentra grabando su tercer trabajo para el que sí mantienen una exigencia alta, aunque no tanto por la industria o su sello, el que se ha convertido en emblema de la escena indie nacional Sonido Muchacho. "La mejoría es subjetiva, pero por lo menos yo quiero saber que en este hemos currado más de lo que hemos currado en los dos anteriores y quiero acabar si cabe igual o más contento que con los antiguos", avanza Ibáñez.

"No puedes componer o hacer lo que haces a través de cosas que no salgan de ti o de exigencias externas"
Martín Vallhonrat, bajista de Carolina Durante

"Cuanto más grande es el grupo, más presión tienes", enfatiza Vallhonrat. "Se habla mucho de la presión de la industria, pero ahí hay un punto de que la presión se la pone también uno mismo", explica Ibáñez.

Para el bajista del conjunto esta presión no es una cuestión solo de la industria musical, sino de la sociedad y el contexto actual. "Trabajes donde trabajes o hagas lo que hagas. Todo el fantasma del crecimiento, la presión, la exigencia y tal, está. No es solo de la industria musical en particular es en general, de una sociedad capitalista", recalca.

Esta autoexigencia, entre los millennials, grupo social en el que se ubican los miembros del grupo, está muy relacionada con la salud mental, un tema recurrente en sus temas como Casa Kira o No tan jóvenes, donde se habla de la decepción al llegar a la edad adulta y depender de los ansiolíticos como el Lorazepam. "A veces somos hasta hiperconscientes de la salud mental", señala Ibáñez.

Vallhonrat coincide con él y apunta a que estos temas salen de forma espontánea porque se habla más de salud mental. "Pero sí creo que ahora mismo, en estos tiempos que corren es como uno de los temas de los que más se habla y más se investiga... Y evidentemente se generan canciones u otras formas de arte", señala.

Una de las formas de gestionar las emociones para ellos es precisamente canalizarlas en las canciones, como ocurre con Aaaaaa#$!& y la ira. "Tocar es una catarsis que sana el alma", apunta Del valle. "Es el sitio idóneo para canalizar este tipo de cosas. No en la vida real", apostilla Vallhonrat.

"A veces somos hasta hiperconscientes de la salud mental"
Diego Ibáñez, cantante de Carolina Durante

Aunque aborden temas como el medio ambiente, el elitismo, la precariedad o la salud mental en sus canciones no se consideran un grupo de canción protesta ni creen que haya que incentivar una música que busque la lucha social. "Cada cual que hable de lo que quiera en sus canciones, que para algo son suyas. Nosotros personalmente no somos muy de tal, porque no nos sale no porque lo huyamos ni nada de eso", apunta Pedrayes.

"No puedes componer o hacer lo que haces a través de cosas que no salgan de ti o de exigencias externas", sentencia Vallhonrat. 

"A nosotros nos salen de una manera menos directa, pero cuando Diego escribe lo hace de una manera menos directa, que no tiene que ver tanto con la canción protesta, pero muchas veces evidentemente pone el foco sobre un problema o se ríe de un problema o cosas así", señala. 

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

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Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

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Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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