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El "castillo desolado" de Austria que los investigadores señalan que es una fortificación armada del Imperio Romano

El "castillo desolado" de Austria que los investigadores señalan que es una fortificación armada del Imperio Romano

Cuenta con secciones de muralla que alcanzan los 2,65 metros de altura.

El "castillo desolado" de Austria que los investigadores señalan que es una fortificación armada del Imperio Romano

Cuenta con secciones de muralla que alcanzan los 2,65 metros de altura.

El "castillo desolado" de Austria que los investigadores señalan que es una fortificación armada del Imperio Romano

Cuenta con secciones de muralla que alcanzan los 2,65 metros de altura.

El "castillo desolado" de Austria que los investigadores señalan que es una fortificación armada del Imperio Romano

Cuenta con secciones de muralla que alcanzan los 2,65 metros de altura.

El "castillo desolado" de Austria que los investigadores señalan que es una fortificación armada del Imperio Romano

Cuenta con secciones de muralla que alcanzan los 2,65 metros de altura.

La clave del poderío militar romano: colaboración local y reciclaje en los confines del Imperio.
La clave del poderío militar romano: colaboración local y reciclaje en los confines del Imperio.IA

Un enigma de casi dos siglos ha sido resuelto en las llanuras aluviales del Danubio, en Baja Austria. Lo que durante generaciones se conocía como Ödes Schloss o el “castillo desolado” ha resultado ser una fortaleza armada del Imperio romano, construida estratégicamente como cabeza de puente para defender el paso de un río en territorio hostil.

El descubrimiento ha sido confirmado por un equipo de arqueólogos de la Academia Austriaca de Ciencias y del Parque Arqueológico de Carnuntum, quienes han documentado que esta estructura singular fue parte del sistema defensivo romano durante las inestables décadas de las Guerras Marcomanas (166–180 d.C.).

Además, las excavaciones continúan, y los arqueólogos esperan que los próximos hallazgos aporten más detalles sobre el pasado romano de Austria y el papel estratégico del Danubio como frontera imperial.

Confirmación de una sospecha histórica

Desde 1850, los restos de Ödes Schloss en las cercanías de Stopfenreuth habían desconcertado a arqueólogos e historiadores. Durante mucho tiempo se debatió si estas ruinas eran medievales o incluso posteriores. Sin embargo, gracias a esta nueva investigación, se ha descubierto que se trataba de una fortificación romana única en Austria.

Christian Gugl, arqueólogo de la Academia Austriaca de Ciencias, señaló que “las murallas aún visibles en el yacimiento conocido como Ödes Schloss ya fueron investigadas. A partir de los restos de ladrillo encontrados, las estructuras del edificio se interpretaron en aquel momento como los restos de una cabeza de puente romana fortificada”.

Un bastión a orillas del Danubio

El fuerte se encuentra a solo cuatro kilómetros de Carnuntum, uno de los centros militares más importantes de la provincia romana de Panonia. Su ubicación cobra todo el sentido dentro de la lógica militar romana. En plena tensión con tribus germánicas como los marcomanos y los cuados, los romanos necesitaban puntos defensivos sólidos a lo largo del limes, la frontera imperial establecida en el río Danubio.

El fuerte parece haber sido construido para garantizar el control de un paso fluvial crítico y para detener incursiones enemigas que incluso llegaron al norte de Italia durante los años más duros del conflicto.

Dos fases de construcción y un abandono

Las excavaciones revelaron murallas sorprendentemente bien conservadas, con secciones que alcanzan los 2,65 metros de altura. Según los expertos, el fuerte fue construido inicialmente entre los años 170 y 180 d.C., coincidiendo con las campañas de Marco Aurelio contra las tribus germánicas. 

Alrededor del año 260 d.C., la fortificación fue renovada y reforzada ante un nuevo contexto de amenazas externas. Con el paso del tiempo, sin embargo, su importancia estratégica disminuyó y acabó siendo abandonado, cayendo en el olvido.

El hallazgo también refuerza la importancia de la Ruta del Ámbar, la vía comercial que conectaba el mar Báltico con el Mediterráneo a través de Carnuntum. La presencia de este fuerte en un punto tan sensible muestra cómo Roma protegía, además de sus fronteras, sus rutas comerciales.

Un enigma de casi dos siglos ha sido resuelto en las llanuras aluviales del Danubio, en Baja Austria. Lo que durante generaciones se conocía como Ödes Schloss o el “castillo desolado” ha resultado ser una fortaleza armada del Imperio romano, construida estratégicamente como cabeza de puente para defender el paso de un río en territorio hostil.

El descubrimiento ha sido confirmado por un equipo de arqueólogos de la Academia Austriaca de Ciencias y del Parque Arqueológico de Carnuntum, quienes han documentado que esta estructura singular fue parte del sistema defensivo romano durante las inestables décadas de las Guerras Marcomanas (166–180 d.C.).

Además, las excavaciones continúan, y los arqueólogos esperan que los próximos hallazgos aporten más detalles sobre el pasado romano de Austria y el papel estratégico del Danubio como frontera imperial.

Confirmación de una sospecha histórica

Desde 1850, los restos de Ödes Schloss en las cercanías de Stopfenreuth habían desconcertado a arqueólogos e historiadores. Durante mucho tiempo se debatió si estas ruinas eran medievales o incluso posteriores. Sin embargo, gracias a esta nueva investigación, se ha descubierto que se trataba de una fortificación romana única en Austria.

Christian Gugl, arqueólogo de la Academia Austriaca de Ciencias, señaló que “las murallas aún visibles en el yacimiento conocido como Ödes Schloss ya fueron investigadas. A partir de los restos de ladrillo encontrados, las estructuras del edificio se interpretaron en aquel momento como los restos de una cabeza de puente romana fortificada”.

Un bastión a orillas del Danubio

El fuerte se encuentra a solo cuatro kilómetros de Carnuntum, uno de los centros militares más importantes de la provincia romana de Panonia. Su ubicación cobra todo el sentido dentro de la lógica militar romana. En plena tensión con tribus germánicas como los marcomanos y los cuados, los romanos necesitaban puntos defensivos sólidos a lo largo del limes, la frontera imperial establecida en el río Danubio.

El fuerte parece haber sido construido para garantizar el control de un paso fluvial crítico y para detener incursiones enemigas que incluso llegaron al norte de Italia durante los años más duros del conflicto.

Dos fases de construcción y un abandono

Las excavaciones revelaron murallas sorprendentemente bien conservadas, con secciones que alcanzan los 2,65 metros de altura. Según los expertos, el fuerte fue construido inicialmente entre los años 170 y 180 d.C., coincidiendo con las campañas de Marco Aurelio contra las tribus germánicas. 

Alrededor del año 260 d.C., la fortificación fue renovada y reforzada ante un nuevo contexto de amenazas externas. Con el paso del tiempo, sin embargo, su importancia estratégica disminuyó y acabó siendo abandonado, cayendo en el olvido.

El hallazgo también refuerza la importancia de la Ruta del Ámbar, la vía comercial que conectaba el mar Báltico con el Mediterráneo a través de Carnuntum. La presencia de este fuerte en un punto tan sensible muestra cómo Roma protegía, además de sus fronteras, sus rutas comerciales.

Un enigma de casi dos siglos ha sido resuelto en las llanuras aluviales del Danubio, en Baja Austria. Lo que durante generaciones se conocía como Ödes Schloss o el “castillo desolado” ha resultado ser una fortaleza armada del Imperio romano, construida estratégicamente como cabeza de puente para defender el paso de un río en territorio hostil.

El descubrimiento ha sido confirmado por un equipo de arqueólogos de la Academia Austriaca de Ciencias y del Parque Arqueológico de Carnuntum, quienes han documentado que esta estructura singular fue parte del sistema defensivo romano durante las inestables décadas de las Guerras Marcomanas (166–180 d.C.).

Además, las excavaciones continúan, y los arqueólogos esperan que los próximos hallazgos aporten más detalles sobre el pasado romano de Austria y el papel estratégico del Danubio como frontera imperial.

Confirmación de una sospecha histórica

Desde 1850, los restos de Ödes Schloss en las cercanías de Stopfenreuth habían desconcertado a arqueólogos e historiadores. Durante mucho tiempo se debatió si estas ruinas eran medievales o incluso posteriores. Sin embargo, gracias a esta nueva investigación, se ha descubierto que se trataba de una fortificación romana única en Austria.

Christian Gugl, arqueólogo de la Academia Austriaca de Ciencias, señaló que “las murallas aún visibles en el yacimiento conocido como Ödes Schloss ya fueron investigadas. A partir de los restos de ladrillo encontrados, las estructuras del edificio se interpretaron en aquel momento como los restos de una cabeza de puente romana fortificada”.

Un bastión a orillas del Danubio

El fuerte se encuentra a solo cuatro kilómetros de Carnuntum, uno de los centros militares más importantes de la provincia romana de Panonia. Su ubicación cobra todo el sentido dentro de la lógica militar romana. En plena tensión con tribus germánicas como los marcomanos y los cuados, los romanos necesitaban puntos defensivos sólidos a lo largo del limes, la frontera imperial establecida en el río Danubio.

El fuerte parece haber sido construido para garantizar el control de un paso fluvial crítico y para detener incursiones enemigas que incluso llegaron al norte de Italia durante los años más duros del conflicto.

Dos fases de construcción y un abandono

Las excavaciones revelaron murallas sorprendentemente bien conservadas, con secciones que alcanzan los 2,65 metros de altura. Según los expertos, el fuerte fue construido inicialmente entre los años 170 y 180 d.C., coincidiendo con las campañas de Marco Aurelio contra las tribus germánicas. 

Alrededor del año 260 d.C., la fortificación fue renovada y reforzada ante un nuevo contexto de amenazas externas. Con el paso del tiempo, sin embargo, su importancia estratégica disminuyó y acabó siendo abandonado, cayendo en el olvido.

El hallazgo también refuerza la importancia de la Ruta del Ámbar, la vía comercial que conectaba el mar Báltico con el Mediterráneo a través de Carnuntum. La presencia de este fuerte en un punto tan sensible muestra cómo Roma protegía, además de sus fronteras, sus rutas comerciales.

Un enigma de casi dos siglos ha sido resuelto en las llanuras aluviales del Danubio, en Baja Austria. Lo que durante generaciones se conocía como Ödes Schloss o el “castillo desolado” ha resultado ser una fortaleza armada del Imperio romano, construida estratégicamente como cabeza de puente para defender el paso de un río en territorio hostil.

El descubrimiento ha sido confirmado por un equipo de arqueólogos de la Academia Austriaca de Ciencias y del Parque Arqueológico de Carnuntum, quienes han documentado que esta estructura singular fue parte del sistema defensivo romano durante las inestables décadas de las Guerras Marcomanas (166–180 d.C.).

Además, las excavaciones continúan, y los arqueólogos esperan que los próximos hallazgos aporten más detalles sobre el pasado romano de Austria y el papel estratégico del Danubio como frontera imperial.

Confirmación de una sospecha histórica

Desde 1850, los restos de Ödes Schloss en las cercanías de Stopfenreuth habían desconcertado a arqueólogos e historiadores. Durante mucho tiempo se debatió si estas ruinas eran medievales o incluso posteriores. Sin embargo, gracias a esta nueva investigación, se ha descubierto que se trataba de una fortificación romana única en Austria.

Christian Gugl, arqueólogo de la Academia Austriaca de Ciencias, señaló que “las murallas aún visibles en el yacimiento conocido como Ödes Schloss ya fueron investigadas. A partir de los restos de ladrillo encontrados, las estructuras del edificio se interpretaron en aquel momento como los restos de una cabeza de puente romana fortificada”.

Un bastión a orillas del Danubio

El fuerte se encuentra a solo cuatro kilómetros de Carnuntum, uno de los centros militares más importantes de la provincia romana de Panonia. Su ubicación cobra todo el sentido dentro de la lógica militar romana. En plena tensión con tribus germánicas como los marcomanos y los cuados, los romanos necesitaban puntos defensivos sólidos a lo largo del limes, la frontera imperial establecida en el río Danubio.

El fuerte parece haber sido construido para garantizar el control de un paso fluvial crítico y para detener incursiones enemigas que incluso llegaron al norte de Italia durante los años más duros del conflicto.

Dos fases de construcción y un abandono

Las excavaciones revelaron murallas sorprendentemente bien conservadas, con secciones que alcanzan los 2,65 metros de altura. Según los expertos, el fuerte fue construido inicialmente entre los años 170 y 180 d.C., coincidiendo con las campañas de Marco Aurelio contra las tribus germánicas. 

Alrededor del año 260 d.C., la fortificación fue renovada y reforzada ante un nuevo contexto de amenazas externas. Con el paso del tiempo, sin embargo, su importancia estratégica disminuyó y acabó siendo abandonado, cayendo en el olvido.

El hallazgo también refuerza la importancia de la Ruta del Ámbar, la vía comercial que conectaba el mar Báltico con el Mediterráneo a través de Carnuntum. La presencia de este fuerte en un punto tan sensible muestra cómo Roma protegía, además de sus fronteras, sus rutas comerciales.

Un enigma de casi dos siglos ha sido resuelto en las llanuras aluviales del Danubio, en Baja Austria. Lo que durante generaciones se conocía como Ödes Schloss o el “castillo desolado” ha resultado ser una fortaleza armada del Imperio romano, construida estratégicamente como cabeza de puente para defender el paso de un río en territorio hostil.

El descubrimiento ha sido confirmado por un equipo de arqueólogos de la Academia Austriaca de Ciencias y del Parque Arqueológico de Carnuntum, quienes han documentado que esta estructura singular fue parte del sistema defensivo romano durante las inestables décadas de las Guerras Marcomanas (166–180 d.C.).

Además, las excavaciones continúan, y los arqueólogos esperan que los próximos hallazgos aporten más detalles sobre el pasado romano de Austria y el papel estratégico del Danubio como frontera imperial.

Confirmación de una sospecha histórica

Desde 1850, los restos de Ödes Schloss en las cercanías de Stopfenreuth habían desconcertado a arqueólogos e historiadores. Durante mucho tiempo se debatió si estas ruinas eran medievales o incluso posteriores. Sin embargo, gracias a esta nueva investigación, se ha descubierto que se trataba de una fortificación romana única en Austria.

Christian Gugl, arqueólogo de la Academia Austriaca de Ciencias, señaló que “las murallas aún visibles en el yacimiento conocido como Ödes Schloss ya fueron investigadas. A partir de los restos de ladrillo encontrados, las estructuras del edificio se interpretaron en aquel momento como los restos de una cabeza de puente romana fortificada”.

Un bastión a orillas del Danubio

El fuerte se encuentra a solo cuatro kilómetros de Carnuntum, uno de los centros militares más importantes de la provincia romana de Panonia. Su ubicación cobra todo el sentido dentro de la lógica militar romana. En plena tensión con tribus germánicas como los marcomanos y los cuados, los romanos necesitaban puntos defensivos sólidos a lo largo del limes, la frontera imperial establecida en el río Danubio.

El fuerte parece haber sido construido para garantizar el control de un paso fluvial crítico y para detener incursiones enemigas que incluso llegaron al norte de Italia durante los años más duros del conflicto.

Dos fases de construcción y un abandono

Las excavaciones revelaron murallas sorprendentemente bien conservadas, con secciones que alcanzan los 2,65 metros de altura. Según los expertos, el fuerte fue construido inicialmente entre los años 170 y 180 d.C., coincidiendo con las campañas de Marco Aurelio contra las tribus germánicas. 

Alrededor del año 260 d.C., la fortificación fue renovada y reforzada ante un nuevo contexto de amenazas externas. Con el paso del tiempo, sin embargo, su importancia estratégica disminuyó y acabó siendo abandonado, cayendo en el olvido.

El hallazgo también refuerza la importancia de la Ruta del Ámbar, la vía comercial que conectaba el mar Báltico con el Mediterráneo a través de Carnuntum. La presencia de este fuerte en un punto tan sensible muestra cómo Roma protegía, además de sus fronteras, sus rutas comerciales.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

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Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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