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Por qué deberías seguir la regla de la 'r' si quieres comer unos buenos espetos en Málaga

Por qué deberías seguir la regla de la 'r' si quieres comer unos buenos espetos en Málaga

Esta creencia, tiene una sólida base científica y biológica.

Espeto en una barca en Málaga.Luis Dafos

Málaga tiene muchos símbolos gastronómicos, pero pocos tan populares y queridos como el espeto de sardinas, esa sencilla pero muy sabrosa forma de asar pescado sobre caña a la brasa frente al mar. Sin embargo, si quieres disfrutar del mejor espeto posible, hay una regla no escrita que muchos malagueños siguen a rajatabla. 

Se trata de evita los meses con “r”. Según la tradición, las sardinas están mejor de mayo a agosto, es decir, en los meses sin la letra “r” en su nombre. Esta creencia, tiene una sólida base científica y biológica. Durante los meses cálidos del verano, las aguas del litoral malagueño se calientan, lo que favorece una explosión de plancton, el alimento principal de las sardinas. Esto provoca que el pez se alimente en exceso y acumule grasa.

Esa grasa no solo hace que la carne sea más jugosa y sabrosa, sino que al asarse se funde, impregnando al pescado de un aroma y sabor únicos. El resultado es un espeto espectacular, especialmente a partir de la Noche de San Juan, el 23 de junio, cuando, como apunta Miguel Ángel Carmona, presidente de la Confederación de Cofradías de Pescadores de Málaga, “la sardina está en su punto perfecto”.

Una joya económica y nutricional

La sardina no es solo un manjar veraniego. Es también la especie más capturada por la flota pesquera malagueña, representando el 43,5% de las capturas y más del 25% del valor económico del sector.

Además, a nivel nutricional, la sardina es un alimento muy saludable ya que es rica en omega 3, fósforo, yodo, vitamina D, B12 y proteínas de alto valor biológico. Además es asequible y esencial en la dieta mediterránea.

¿Y en invierno?

Aunque se puede pescar todo el año y sigue siendo sabrosa en invierno, la sardina pierde parte de esa grasa que la hace tan especial. Al entrar en su ciclo reproductivo, gasta las reservas acumuladas en verano, lo que afecta directamente a la textura y el sabor.

Eso no significa que en invierno no se pueda disfrutar de un buen espeto, pero si quieres vivir la mejor experiencia del espeto malagueño, jugoso, con piel crujiente y carne los meses sin “r” son la mejor opción.