El cartel del Orgullo LGTBI en Huelva y sus gambas dejan sin palabras a muchos y desatan la polémica

El cartel del Orgullo LGTBI en Huelva y sus gambas dejan sin palabras a muchos y desatan la polémica

Algunos usuarios de X lo han bautizado como "mariscones".

Cartel del Orgullo LGTBI de Huelva.Ayuntamiento de Huelva

La polémica del cartel del Orgullo LGTBI de Madrid, con copas, tacones y preservativos, ha despertado multitud de comentarios criticando el estigma que supone asociar la fiesta, el alcohol y el sexo únicamente a esta fiesta y no a otras de la capital o que no haya ni una mención a las siglas, la reivindicación del colectivo o la bandera.

Sin embargo, siguen publicándose carteles del Orgullo del resto de ciudades de España y una de las propuestas más comentadas ha sido la de Huelva. El cartel ha sido elegido a través de un concurso organizado por el Ayuntamiento Huelva y la elección de la obra ganadora corrió a cargo de un jurado designado por la concejalía de Servicios Sociales, Familia y Accesibilidad, que convocó el concurso en colaboración con la comisión LGTBIQ+.

El ganador ha sido a Ignacio Rivera que se ha llevado un ordenador portátil como premio aunque su elección no ha estado exenta de polémica ya que muchos argumentan que está realizado con Inteligencia Artificial.

Sin embargo, más allá de la crítica al diseño y a que se empleen estas herramientas para realizar este tipo de cartelería en lugar de dejar espacio a artistas o estudios de diseño locales, lo que ha dado lugar a multitud de comentarios en redes sociales ha sido que  se utilicen dos gambas típicas de la zona para ejemplificar la diversidad del colectivo.

Algunos incluso han bromeado con que quiera representarse a "dos gambas gais, dos langostinas lesbianas" o el creador de contenido sevillano Malacara lo ha bautizado como "mariscones".

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

Sobre qué temas escribo

Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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