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El Orgullo grita "ni un paso atrás" en derechos LGTBIQ+ ante el avance reaccionario y de ultraderecha

El Orgullo grita "ni un paso atrás" en derechos LGTBIQ+ ante el avance reaccionario y de ultraderecha

Madrid ha acogido de nuevo una multitudinaria marcha con motivo del Orgullo LGTBIQ+ con el lema '20 años avanzando en derechos: Ni un paso atrás'.

Participantes en la gran marcha del Orgullo 2025 que recorre hoy sábado las calles de Madrid.Borja Sanchez-Trillo VIA EFE

Dos sonidos han predominado este sábado en el madrileño paseo del Prado: el grito "ni un paso atrás" ha sido el más coreado al inicio de la manifestación tanto por los activistas y políticos que se situaron a la cabecera como entre los asistentes y, por otro lado, el de los abanicos a modo de reivindicación y para hacer frente a los más de 37 grados que marcaba el mercurio. Eso sí, con los colores de la bandera LGTBIQ+, trans o bisexual.

Las altas temperaturas no han podido con la alegría y la reivindicación y de nuevo, unas calles abarrotadas a colores y diversidad han recibido un año más la celebración y reivindicación del Orgullo LGTBIQ+ de Madrid, una ciudad que ha dicho que "no va a volver al armario". Ya un par de horas antes del comienzo de la manifestación, grupos de personas se arremolinaban en la glorieta de Carlos V en Atocha y en el paseo del Prado para pintarse la cara con los colores de la bandera multicolor o las personas más atrevidas desfilaban bajo sones brasileños con plumas y pedrería propia del Carnaval de Río. Todo ello, con un hilo musical que oscilaba entre Gloria Trevi y ACDC.

A pesar del ambiente festivo que rodea cada año la marcha que este año tiene como lema 20 años avanzando en derechos: Ni un paso atrás no todos los asistentes comparten este sentir. Para Ana y María, casadas desde 2010, debería haber más reivindicación. "Tenemos ya 50 años y hay muchísimo más odio y homofobia que hace unos años, sobre todo entre los jóvenes. Hay jóvenes que tienen una influencia de la ultraderecha a través de redes sociales, que es increíble", se quejan.

Para ellas este año es especial y recuerdan con emoción que se celebren 20 años de matrimonio igualitario. "Lo vivimos con muchísima ilusión y con lágrimas en los ojos, después de tantísima lucha y tantísimos años", recuerdan. Ahora, asisten a la marcha con su hija pequeña, y piden "no olvidarse de las luchas porque en cualquier momento nos arrancan lo conseguido".

Algo también ha vivido uno de los asistentes que recuerda que en otra entrevista a medios hace unos días publicada en redes sociales "de 350 comentarios, todos eran de odio". Otras jóvenes asistentes ponen de manifiesto también "el odio hacia todo el colectivo que hay en las redes y en los discursos políticos". "Nos dicen que somos anormales y se quedan tan a gusto, eso por no hablar del machismo que se vive y lo que sufren las mujeres trans que, pese a quien le pese son mujeres", recalca.

Lo mismo piensa Fermín, otro de los asistentes a la manifestación, acude cada año desde Valencia. "Aquí se vive de otra forma. Ya lo grité en mi ciudad la semana pasada, pero lo vuelvo a decir aquí: nos están quitando nuestros derechos". "Tenemos que seguir saliendo a la calle antes de que venga un Orbán de turno y nos lo prohíba como ha pasado en Hungría", señala.

La marcha ha comenzado apenas tres minutos antes de la hora acordada con un potente "ni un paso atrás" que se coreaba en la cabecera, donde han estado presentes, entre otros, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; la ministra de Sanidad, Mónica García; la senadora de Más Madrid, Carla Antonelli; la portavoz de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, Manuela Bergerot, y con la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, como única representante del partido socialista, hoy reunido en su comité federal. Precisamente esta cita es la que ha hecho que la ministra de Igualdad, Ana Redondo, no haya estado al inicio de la manifestación en la cabecera.

En ella también se situaban activistas del colectivo LGTBIQ+ como, además de Antonelli, la cantante Rocío Saíz o la exdiputada de IU, Marisa Castro, una de las impulsoras del matrimonio igualitario. Pero había un gran ausente al que se dedicó el inicio de la marcha con una de las que, según los organizadores, era su canción favorita: A quien le importa, de Alaska y Dinarama.

A la manifestación, presidida por los organizadores COGAM y FELGTBI, con sus respectivos presidentes Romy de la Cruz y Paula Iglesias, han seguido diversos colectivos y asociaciones, desde el CEAR o Arcópoli a Amnistía Internacional pasando por partidos políticos y sindicatos.

"La ola reaccionaria va a ser vencida por la ola de la esperanza"

Yolanda Díaz ha dejado claro a los periodistas antes de la manifestación que "desde Budapest hasta Madrid, la ola reaccionaria va a ser vencida por la ola de la esperanza" "Hoy en Madrid vamos a demostrar el país que somos: un país que respeta los derechos humanos, un país que hace de la diversidad su orgullo", ha reivindicado la vicepresidenta segunda del Gobierno. "Queremos personas diversas, que amen como quieran y que sean como quieran ser", ha enfatizado.

La vicepresidenta no ha evitado lanzar una pulla al Partido Popular: "Les decimos desde Madrid que los derechos no compiten entre sí. Cuando una mujer gana derechos, la sociedad gana derechos. Cuando una persona LGTBI gana derechos, la sociedad gana derechos. Pero es que además, el amor, el afecto, gana frente a su odio". Además, ha dejado claro que "los tiempos de las peras y las manzanas ya pasaron".

Mónica García, ministra de Sanidad, ha recalcado que es un día para "celebrar la dignidad, la libertad y para reivindicar". "Si hoy tenemos un país mejor y una sociedad mejor es gracias a las personas que décadas y años atrás ha luchado por sus derechos, gente que incluso ha puesto la cara y les han partido la cara. Gracias y mil veces gracias a todos los que han ensanchado nuestra sociedad y nuestros derechos y están aquí representando lo mejor de nuestro país", ha señalado y ha criticado que no estén presentes ni el PP ni Vox. "La señora Ayuso estará disfrutando de su piso pagado vete tú a saber por quien", ha bromeado, "ni al señor Feijóo que es más de poner cremas a narcotraficantes, ni al señor Tellado ni a nadie del PP ni al señor Abascal".

La ministra ha recordado que quieren al colectivo "en los márgenes y lo van a tener en el centro". "No les vamos a mandar a los márgenes, pero les vamos a mandar a la mierda, como Labordeta, porque tenemos un país que es libre, que es diverso y si no les gusta ya saben lo que tienen que hacer", ha señalado.

La senadora de Más Madrid y activista LGTBIQ+ Carla Antonelli ha recordado la marcha de 1978 en la que salieron a la calle para derogar la Ley de peligrosidad social. "Han pasado todos estos años, es el año 2025 y volvemos a salir a las calles con más necesidad que nunca porque el presente se coaliga con el pasado y hay fuerzas de derecha y extrema derecha que ya descaradamente dicen que vienen a llevarse todo", ha señalado y ha criticado la restricción de Ayuso en derechos LGTBI+ como parte de la derogación de la Ley Trans autonómica. Antonelli ha ido más allá del "ni un paso atrás" y ha enfatizado que "nos negamos rotundamente a volver a los márgenes y un paso más allá que ante la agresión y el intento de esquilmarnos de derechos, ¡levántate y lucha!".

Sobre la "fuerza de lo colectivo" ha hablado Amanda Andrade, secretaria de Feminismos y del movimiento LGTBIQA+ del movimiento Sumar, quien ha recordado que tenemos "la fuerza de millones" y que "la dignidad no se negocia". "El Orgullo es memoria y resistencia, es futuro y la sociedad que queremos construir y que se merecen nuestros niños, niñas y niñes, que tienen derecho a ser libres", ha reivindicado y ha recordado que "la ultraderecha nos tiene en el punto de mira a las personas LGTBIQA+, a las mujeres y a las personas migrantes" y que tienen una importante financiación para desplegar su odio.

Eduardo Rubiño, portavoz adjunto de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid, ha recordado que la ciudad "es referente en esta materia y lo va a seguir siendo, pese a que todos ellos que quieren imponer una estrecha moral donde no cabe el país real ni la ciudad real" y ha destacado la "transversalidad" de la manifestación. "Ante el retroceso y la inquisición que están imponiendo en todo el mundo, respondemos con alegría, con combatividad, recordando que el primer Orgullo fue una revuelta".

Su homóloga y compañera de partido en la Asamblea de Madrid, Manuela Bergerot, "esas luchas son escuelas para quienes quieren que un Madrid sea más justo, y la LGTBIfobia de Almeida y Ayuso no va a lograr invisibilizar y tapar este Orgullo que sentimos". "Celebramos y defendemos todas las conquistas y salimos a pelear todos los derechos y libertades que quedan por conquistar, ante este ambiente reaccionario LGTBIfóbico y transfóbico que está infectando los países de nuestro entorno, las libertades LGTBIQ+ son componentes innegociables de la democracia", ha indicado.

El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, ha recordado que la manifestación del Orgullo "ha sido el recorrido histórico que ha marcado los derechos desde hace años". Maíllo ha puesto sobre la mesa el hito que supuso el matrimonio igualitario hace ya 20 años y más "de forma irreversible". "Es una muestra más que la extrema derecha que quiere meternos de nuevo en el armario, que tengan claro que no lo va a conseguir", ha señalado y ha dejado claro que "no lo van a conseguir"."No vamos a meternos en el armario nunca más", ha reivindicado el de IU, quien ha recordado que él mismo tuvo que "meterse en el armario".

Por su parte, Romy De la Cruz, presidente de COGAM, quien ha recordado que "estamos viendo como desde países como Argentina o Estados Unidos llegan al poder gobiernos que nos discriminan, que nos apartan, que nos quieren en el armario, ocultas, invisibles". "Estamos viendo como esta ola incluso está permeando a las empresas, eliminando programas de diversidad e inclusión, empresas internacionales con presencia en todo el mundo que, lamentablemente su compromiso con los colectivos estaba sujeto a un beneficio económico", ha señalado.

Como ejemplo de la respuesta a la LGTBIfobia, De la Cruz ha puesto sobre la mesa el ejemplo de las restricciones de Orbán: "Le pasó por encima esa ola, le pasó por encima el arco iris y tuvo que tragarse sus palabras y sus prohibiciones. Ese debería ser el ejemplo para todos los gobiernos que quieran prohibirnos, que quieran volvernos a mandar al armario".

Paula Iglesias, presidenta de FELGTBI, ha recordado que "frente a quienes nos quieren hacer creer que somos una minoría amenazante, la mayoría de la sociedad española la que cree en la diversidad, en la igualdad y en el respeto". "Eso lo vamos a demostrar hoy llenando las calles de Madrid porque 20 años después seguimos diciendo que sí, que queremos que se desarrolle la ley LGBTI+, y que se nos proteja de los discursos de odio y de sus consecuencias", ha indicado.

Iglesias ha puesto sobre la mesa la discriminación también por cuestión de discapacidad o raza y ha enfatizado que hay que acabar con el "sexilio". "Que se erradique la violencia hacia las mujeres lesbianas, bisexuales y hacia las mujeres trans, porque sin personas trans no hay feminismo", ha señalado. "Queremos erradicar el sexilio, que nadie tenga que huir de su tierra para poder ser quien es. Que sea una decisión libre. Porque hoy estamos aquí en el orgullo estatal, pero el orgullo está más allá de las grandes ciudades", ha añadido.

Por la educación, contra la oleada reaccionaria y sin fronteras

Cuando la manifestación llegó a Colón, este año con un cambio de escenario y mejor visibilidad, se leyó el manifiesto a cargo de los organizadores en el que se abordaron temas como el 20º aniversario del matrimonio igualitario, el racismo y las personas migrantes y hacer frente al auge de la ultraderecha.

Sobre el matrimonio igualitario han recordado que "fue mucho más que un cambio legislativo, fue un espejo donde muchas personas por primera vez se vieron reflejadas, una promesa de que la igualdad era posible, una conquista que transformó a la sociedad entera y que nos enseñó que, cuando luchamos juntas, todo cambia".

En el plano educativo han exigido "una educación pública, inclusiva y valiente, que enseñe desde la diversidad, que nombre nuestras realidades, que forme al profesorado y proteja al alumnado": "Reivindicamos también una sanidad pública libre de prejuicios. Que atienda con humanidad a las personas trans, intersex o que viven con vih. Que no nos humille. Que no nos silencie. Que no juzgue nuestra sexualidad. Que no nos haga sentir que estorbamos".

Por último, han hablado de la amenaza que supone la ola reaccionaria, "vivimos un retroceso global en derechos". "Vemos cómo el odio se disfraza de libertad de expresión, cómo se atacan nuestras infancias, nuestras familias, nuestras identidades. Se nos ridiculiza, se nos censura, se nos invalida, se nos niega nuestra identidad, desde tribunas políticas, desde platós de televisión, desde cuentas anónimas en redes sociales se cuestiona nuestra existencia con una impunidad que duele, pero no nos vamos a esconder", han señalado. "No vamos a volver atrás", han reivindicado.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es