La siguiente fase en el futuro del trabajo no pasa ni por híbrido ni teletrabajo: es microshifting
Los empleados organizan su trabajo en función de su vida personal.
El trabajo en remoto e híbrido ha cambiado para siempre la manera en que las personas conciben su jornada laboral. Sin embargo, una nueva tendencia llamada microshifting está emergiendo con fuerza y promete transformar aún más los hábitos profesionales.
Según un informe de Forbes y datos de Owl Labs, esta modalidad representa la siguiente fase en el futuro del trabajo, y consiste en dividir la jornada en bloques cortos y flexibles, adaptados a los ritmos de vida y productividad de cada persona.
A diferencia del trabajo híbrido o del horario flexible tradicional, el microshifting no se limita a elegir si trabajar desde casa o en la oficina, ni a modificar ligeramente la hora de entrada. En este nuevo modelo, los empleados organizan su trabajo en función de su vida personal, no al revés.
Pueden conectarse temprano para revisar correos, hacer una pausa al mediodía para hacer ejercicio o recoger a los niños del colegio, y retomar los proyectos después de cenar. La clave está en adaptar el trabajo a los momentos de mayor energía y concentración de cada persona, sin perder productividad ni compromiso.
El nuevo salario emocional
De acuerdo con el informe de Owl Labs sobre el estado del trabajo híbrido 2025, el 65 % de los empleados de oficina desea horarios más flexibles. Por su parte, el estudio El gran cambio: EE. UU. 2025, elaborado por Deputy, revela que los microturnos se están extendiendo incluso en sectores como la hostelería y los servicios, impulsados especialmente por los trabajadores de la Generación Z, que buscan conciliar mejor su vida personal, educativa y laboral.
La flexibilidad se ha convertido en un factor tan valorado como el salario. Owl Labs descubrió que los empleados estarían dispuestos a sacrificar hasta un 9 % de su salario anual por disponer de horarios más flexibles y un 8 % por una semana laboral de cuatro días.
En un contexto donde el 62 % de los trabajadores cuida de sus hijos en casa y el 68 % teme que sus responsabilidades familiares afecten su rendimiento, el rígido horario de 9 a 5 resulta cada vez menos compatible con la vida moderna.
Los microturnos
El microshifting propone un enfoque más humano y adaptable. En los trabajos de oficina o creativos, significa autonomía total sobre cuándo trabajar; en sectores presenciales como la restauración, se traduce en jornadas más cortas de seis horas o menos.
Este modelo también responde al aumento del pluriempleo, ya que uno de cada cinco trabajadores tiene más de un empleo, y el 59 % programa citas personales dentro del horario laboral tradicional, lo que demuestra que las fronteras entre lo profesional y lo personal se han difuminado.
Aunque los datos respaldan la efectividad del trabajo flexible, la confianza sigue siendo el principal obstáculo. Owl Labs revela que el 69 % de los gerentes cree que el trabajo remoto o híbrido ha incrementado la productividad, pero muchas empresas continúan invirtiendo en software de monitoreo de empleados. Solo el 19 % de los trabajadores asegura que su empresa no utiliza herramientas de vigilancia, mientras que el 47 % las considera una de sus principales preocupaciones laborales.