Casi todos los encuestados acaban diciendo que, incluso sin necesidad económica, seguirían haciendo algo parecido a trabajar. ¿Pasaría lo mismo en España?
Un lampista catalán cuenta cómo dejó un empleo fijo para hacerse autónomo, vivir de su oficio, las redes y una tienda online, ganando libertad pese a la incertidumbre.
Entre 2010 y 2017, según las pruebas presentadas en el proceso, ella percibió un salario bruto anual de 33.672 euros, mientras que sus compañeros varones recibieron entre 43.000 y 49.000 euros durante ese mismo periodo.
La ONU ha conmemorado el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, con datos que revelan un empeoramiento de la situación mundial: hay 28 millones de sometidos, a los que se saca un beneficio de 236.000 millones. Todo un negocio.