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Los expertos alertan de la "pérdida" de hábitos en el comportamiento de los hijos en verano

Los expertos alertan de la "pérdida" de hábitos en el comportamiento de los hijos en verano

Aportan una serie de consejos para intentar paliar esta falta de aprendizaje y buenas rutinas.

Niños leyendo en una playa.Getty Images/iStockphoto

Hoy por hoy, solemos echar la culpa a la adición pantallas, pero siempre ha existido el problema de la pérdida de costumbre en los hábitos de aprendizaje de los hijos durante el largo verano escolar. Centrados o no en las pantallas, durante estos meses apenas suelen dedicar tiempo a retener la información y las habilidades aprendidas durante el año escolar, y la pérdida de aprendizaje es “perjudicial”, según resalta, a The Atlanta Journal-Constitution, Elesha Grace, cofundadora y propietaria del compañía Growing with Grace Tutoring.

Esta pérdida de aprendizaje, a menudo llamada “pérdida de verano”, se categoriza, como decíamos, por la pérdida de habilidades y conocimientos académicos durante las vacaciones de verano, pero especialmente en lectura y matemáticas, según resaltan desde ReadBright, un servicio de consultoría educativa.

“Estamos en una era tecnológicamente avanzada, por lo que los videojuegos y cosas similares son mucho más accesibles”, resalta Elesha Grace, así que, si los niños tienen que elegir entre un videojuego y un libro, quizá casi nunca elijan el libro”. Esta experta aporta tres pautas para ayudar a los padres a evitar que sus hijos desconecten complemente del aprendizaje durante este periodo.

La primera tiene que ver con seguir las pasiones de tus hijos. En verano, su aprendizaje puede guiarse por sus propios intereses y pasiones. Por ejemplo, cuando a los niños pequeños se les presentan libros nuevos o difíciles en la escuela, cualquier resistencia que encuentren puede hacer que se desconecten. Aprovechen el verano como un reinicio en su camino hacia la lectura, señala Grace.

“Selecciona los libros con cuidado e investiga a fondo sobre ellos”, aconseja. Y añade que “es bueno crear un espacio donde los niños se entusiasmen con la lectura y se sientan bien con lo que leen”. 

En segundo lugar, aconseja crear rutinas estructuradas: “Las rutinas y las estructuras son fundamentales para los niños”, resalta John Bennetts, consultor de productos de ReadBright . “A menudo, los niños vienen de un entorno escolar muy estructurado, así que siempre me gusta crear algún tipo de estructura diaria”, añade.

Bennetts sugiere que los padres creen un cronograma flexible de lo que sus hijos pueden hacer durante los días de verano en casa, que incluya todo, desde las horas de lectura hasta el tiempo frente a la pantalla.

"Tal vez sea algo como 'una vez que leas 10 páginas y escribas en un diario durante 10 minutos sobre lo que lees, podrás conseguir tiempo para jugar a videojuegos'", aconseja también Grace. Dependiendo de su edad, los padres pueden planificar algunas preguntas de comprensión de lectura para hablar durante la cena o antes de acostarse.

Y, por último, estos expertos resaltan no depreciar el poder del lápiz y el papel, tanto en el aprendizaje como en el entretenimiento. Porque, aparte de fomentar las actividades a través de la web o los dispositivos, un estilo de aprendizaje más analógico ofrece importantes beneficios: “El acto mismo de, por ejemplo, escribir con un lápiz sobre un papel crea y ayuda a formar ciertas vías neurológicas que simplemente no vemos, ni siquiera al escribir”, señala Bennetts. Al leer en un teléfono o tableta, los niños pueden perderse los significados más profundos de las historias cuando simplemente se desplazan en lugar de pasar una página física, concluye este experto.

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Soy redactora en HuffPost España, donde escribo de temas sociales y estilo de vida.

 

Sobre qué temas escribo

Hablo cada semana sobre varios temas en los que nos aporta una nutricionista sus consejos para llevar una vida saludable, sigo los temas de okupaciones en todo el mundo e intento reflejar cómo los problemas y las buenas noticias nos afectan ya de forma global con ejemplos de casos de particulares y poniendo el foco en especial en estudios científicos que demuestren todos los avances que estamos viviendo.

 

Mi trayectoria

Estudié Periodismo en la Universidad Complutense e hice el Máster de Periodismo de la UAM/ELPAÍS, así como el de desarrollo de directivos de PRISA y el IESE. He sido jefa de diversas secciones en EL PAÍS, después, directora de comunicación en diversos organismos, pero, sobre todo, lo que me gusta es escribir. Por eso estoy aquí, para contar historias y buscar temas exclusivos para los lectores. Antes de todo esto, mi especialidad fue durante años la educación. Soy madrileña, de padre catalán y abuelos vascos y de las dos castillas, por lo que me siento de toda España y no entiendo tanta confrontación. Y, sobre todo, me considero muy europea. He recibido el Premio de Periodismo de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, así como el Premio de Periodismo Educativo Esteban Barcia. He escrito un par de libros sobre El papel de los padres en el éxito escolar de los hijos.

 


 

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