Los niños con altas capacidades presentan este 'mal' y éstos son los remedios para suavizarlo
No suelen llevar bien el perder porque son muy sensibles y perfeccionistas.

Lo que llamamos el tener un mal perder es algo común en los niños con altas capacidades, según resaltan los expertos. Y, además, no es algo que pueda desaparecer de un día para otro. Y menos en niños y niñas que no tienen buena tolerancia a la frustración porque su cerebro, básicamente, no se lo permite, que precisamente lo que les pasa a la inmensa mayoría de los pequeños con altas capacidades. En cambio, esto no quiere decir que no podamos ir trabajando desde que sean pequeños cómo manejar la gestión de la frustración y, por ende, cómo suavizar el mal perder.
Los expertos en altas capacidades aportan una serie soluciones, que tienen que ver con la educación emocional. “Es esencial que dediquen tiempo a la educación emocional de los niños”, asegura la Asociación Española de Superdotación y Altas Capacidades (AESAC). Esto les pasa a menudo porque sin niños a los que les cuesta porque suelen ser muy sensibles o perfeccionistas, explican estos expertos. Una de las claves es trabajar la inteligencia emocional es muy importante para que puedan tener herramientas para equilibrar sus capacidades con su bienestar emocional.
Entre las posibles medidas que se pueden adoptar están el trabajar la mejora de su autoestima, fortalecer sus relaciones sociales y ayudarles a enfrentar desafíos y a adaptarse a situaciones difíciles. Y aconsejan estos especialistas que se le dé al niño mucha comprensión y afecto que le ayudarán a serenarse, tomar el control de su desbordamiento emocional y retomar la situación con más sosiego.
Las disincronías emocionales en las altas capacidades y la hipersensibilidad de los niños y niñas con altas capacidades “pueden llevarle a manifestar conductas como la impulsividad, falta de planificación, hábitos nerviosos…”, muchos de ellos síntomas que compatibles con ese mal perder, concluyen estos expertos.