Así se despidió la reina Sofía de Tatiana Radziwill al saber que se moría y así fue la relación entre las primas y amigas
Doña Sofía tuvo que enfrentarse a la pérdida de su prima segunda, la princesa Tatiana, fallecida el 19 de diciembre de 2025 a los 86 años.

La reina Sofía no va a tener la mejor Navidad de su vida. Aquellos tiempos rodeada de hijos, nietos, hermanos, sobrinos y primos ya pasaron, y como termina ocurriendo en muchas familias, en ocasiones cuesta juntar a todo el mundo en una misma celebración.
Pero además en estas fiestas está el dolor por la pérdida de Tatiana Radziwill, su prima segunda y sobre todo una amiga íntima con la que compartió alegrías y pesares durante casi nueve décadas. La princesa Tatiana falleció el 19 de diciembre de 2025 a los 86 años.

Su estado de salud se había deteriorado en los últimos años después de haber sufrido un ictus. De hecho, en su última aparición pública en Mallorca en verano de 2024 se la vio en silla de ruedas debido a las secuelas de lo sucedido. Aquello fue en la tradicional cena de la familia real en las vacaciones en Palma a la que solían unirse Irene de Grecia, Tatiana Radziwill y su marido, Jean Henri Fruchaud.
Doña Sofía siempre fue un apoyo para su prima y amiga, y viceversa. Pasaban tiempo juntas cada vez que podían, y al saber que su vida se apagaba, la madre de Felipe VI no dudó en viajar a París, donde vivía la princesa Tatiana, para estar con ella hasta el final.

Como señala ¡Hola!, la reina Sofía no se despegó de la cama de Tatiana Radziwill. Tras la muerte de su prima, se despidió para siempre de ella y regresó a España con el dolor de saber que había perdido a una amiga que era como una hermana para ella.
No fue fácil volver a casa, a La Zarzuela, donde le esperaba otro de los pilares de su vida, su hermana. Irene de Grecia es otra fuente de preocupación para doña Sofía debido al grave deterioro que ha experimentado su salud en los últimos años.
De hecho, este verano no hubo vacaciones en Mallorca y la reina Sofía soló pasó unas horas allí para asistir a la recepción en Marivent. El motivo fue que el estado de la princesa Irene ya no le permitía realizar ese viaje, por lo que doña Sofía se ausentó el tiempo imprescindible y regresó a casa para seguir al lado de su hermana.

La reina Sofía, que sigue en forma con casi 90 años, y llena de proyectos, está viendo al mismo tiempo cómo desaparecen las personas con las que compartió su infancia y juventud. Sus seres más cercanos aparte de sus hijos y nietos han sido sus hermanos, su cuñada Ana María de Grecia y primos como Tatiana Radziwill y Jean Henri Fruchaud.
Lo que dijeron la una de la otra
Este matrimonio, un habitual en los veranos en Marivent, a los que acudían para pasar tiempo con la reina Sofía e Irene de Grecia, fue una constante en la vida de las dos hermanas.

Ellas mismas comentaron lo importante que habían sido la una para la otra. Aunque la enfermera y bacterióloga era conocida por su discreción, rompió con ella en alguna ocasión para hablar de su vínculo con la reina Sofía.
Carmen Enríquez recogió en un libro sobre la reina Sofía unas palabras de Tatiana en la que recordó sus momentos juntas: "Compartí su vida en Sudáfrica, cuando éramos bebés y, según nos contaron nuestras niñeras, yo acostumbraba a morderla. Pero luego aprendimos a no pelearnos y disfrutábamos de verdad de la compañía y los juegos de una con la otra".

"Unos pocos años después, tuve suerte de compartir con ella la vida familiar en Grecia durante las vacaciones a través de toda mi juventud, lo que fue una fuente inolvidable de felicidad para mí", expresó la prima de doña Sofía.
"La Reina es como una hermana, una verdadera amiga con la que tengo tan maravillosos recuerdos compartidos que, a la edad que hemos alcanzado ya las dos, hay cada vez menos personas vivas con las que podamos hablar de nuestro pasado. Un tiempo feliz que nos hizo tan fuertes para la vida como encariñadas con los demás, gracias a los valores auténticos que nos dieron", añadió la princesa Tatiana.

Por su parte, la reina Sofía confesó a Pilar Urbano lo mucho que quería a su prima: "Tatiana y yo hemos sido siempre muy amigas. Íntimas. Antes de casarnos, después de casarnos... Ella fue dama de honor en mi boda y aunque ahora vive en París, nos vemos muy a menudo y todos los veranos vienen a Marivent".
Ambas eran íntimas amigas y primas segundas. Las dos eran bisnietas del rey Jorge I de Grecia, primer monarca heleno de la dinastía Glücksburg. Tatiana, princesa Radziwill con tratamiento de Alteza Serenísima, era hija de Dominique Radziwill y Eugenia de Grecia, y nieta del príncipe Jorge de Grecia y de la princesa María Bonaparte, dueña de una gran fortuna que sostuvo a la familia real griega durante el exilio.
Nacida en Ruan, Francia, el 28 de agosto de 1939, se casó en 1966 con el cardiólogo francés Jean Henri Fruchaud, fueron padres de una hija llamada Fabiola (1967) y un hijo llamado Alexis (1969), que a su vez les dieron tres nietos.
