Tatiana Schlossberg, atacada por la maldición de los Kennedy: revela que se está muriendo con 35 años y crítica duramente a su primo Robert F. Kennedy
La nieta de JFK y Jackie Kennedy ha contado en un artículo que sufre un tipo raro de leucemia en personas jóvenes y que le queda poco tiempo de vida.

La maldición de los Kennedy se cobra una nueva e inesperada víctima. Cuando las aguas parecían más tranquilas para una de las grandes dinastías políticas de Estados Unidos, la mala suerte ataca de nuevo y de una forma todavía más atroz. Esta vez la víctima es Tatiana Schlossberg, hija de Carolina Kennedy y Edwin Schlossberg y nieta materna de John y Jackie Kennedy.
Aunque Tatiana Schlossberg ha desarrollado una carrera como periodista ambiental, es mucho menos conocida que otros miembros de su familia que están o han estado en primera línea. Ejemplos de ello son su madre, que ha sido embajadora en Japón durante la administración Obama y en Australia cuando Joe Biden fue presidente de Estados Unidos, su hermano Jack Schlossberg, que anunció que se postulará para el Congreso de Estados Unidos, pero también su tío segundo, Robert F. Kennedy Jr, secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos en la segunda legislatura de Donald Trump.
Desgraciadamente su nombre y su historia han dado la vuelta al mundo después de que publicara una tribuna publicada en la revista New Yorker el mismo día en el que se cumplían 62 años del asesinato de su abuelo, John Fitzgerald Kennedy, entonces presidente de Estados Unidos.

En el texto, titulado Una batalla con mi sangre, desvela que le fue diagnosticada leucemia en uno de los momentos más felices de su vida, cuando había sido madre de su segunda hija: "El 25 de mayo de 2024, mi hija nació a las siete y cinco de la mañana, diez minutos después de mi llegada al hospital Columbia-Presbyterian de Nueva York. Mi esposo, George, y yo la abrazamos, la observamos y admiramos su nacimiento. Unas horas después, mi médico notó que mi recuento sanguíneo era extraño. Un recuento normal de glóbulos blancos es de entre cuatro y once mil células por microlitro. El mío era de ciento treinta y un mil células por microlitro. Podría ser algo relacionado con el embarazo y el parto, dijo el médico, o podría ser leucemia. 'No es leucemia', le dije a George. '¿De qué están hablando?'", señaló Schlossberg.
"El diagnóstico fue leucemia mieloide aguda, con una mutación rara llamada Inversión 3. Se observaba principalmente en pacientes mayores. Todos los médicos que consultaba me preguntaban si había pasado mucho tiempo en la Zona Cero, dada la frecuencia de los cánceres de sangre entre los socorristas. Estuve en Nueva York el 11-S, en sexto grado, pero no visité el lugar hasta años después. No soy una persona mayor; acababa de cumplir treinta y cuatro años”, añadió la hija de Caroline Kennedy, desgraciadamente afectada por un tipo de cáncer muy extraño para alguien de su edad.
Tatiana Schlossberg añade que hasta ese diagnóstico ocurrido a los 34 años había tenido una vida plena, feliz y que se sentía muy sana. Sin embargo todo aquello se esfumó en un abrir y cerrar de ojos. Afortunadamente notó rápidamente y sin dudar el apoyo de su marido, de sus padres y de sus hermanos, a los que le duele mucho ver sufrir. Se ha dado cuenta además de que es víctima de la maldición de los Kennedy: "Durante toda mi vida, he intentado ser buena, buena estudiante, buena hermana y buena hija, y proteger a mi madre y nunca hacerla enfadar ni molestar. Ahora he añadido una nueva tragedia a su vida, a la vida de nuestra familia, y no puedo hacer nada para detenerla.

"Tuve una hemorragia posparto y casi me desangré hasta morir, antes de que mi obstetra me salvara". Tuvo que someterse a un tratamiento de quimioterapia y sufrió infecciones de mayor o menor impacto. Su hermana resultó ser compatible y donó sus células madre para poder recibir un trasplante de médula ósea. "El trasplante me había puesto en remisión, pero no tenía sistema inmunitario y tendría que volver a ponerme todas las vacunas de mi infancia. Comencé una nueva ronda de quimioterapia para controlar el cáncer. Tuve una recaída. Mi médico trasplantador dijo que la leucemia con mi mutación "tendía a reaparecer".
También fue parte de un ensayo clínico de terapia con células CAR-T, un tipo de inmunoterapia contra ciertas clases de cánceres sanguíneos, pero nada ha funcionado: "Durante el último ensayo clínico, mi médico me dijo que podría mantenerme con vida durante un año, quizá", añadiendo que su "primer pensamiento fue que mis hijos, cuyos rostros viven permanentemente en el interior de mis párpados, no me recordarían".
Contra Robert F. Kennedy
Posteriormente cargó en su columna contra Robert F. Kennedy Jr., primo hermano de su madre y por tanto su tío segundo, que ostenta el cargo de Secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos del gobierno de Trump: "Durante el tratamiento con CAR -T, un método desarrollado durante décadas con millones de dólares de financiación gubernamental, mi primo, Robert F. Kennedy, Jr., estaba en proceso de ser nominado y confirmado como Secretario de Salud y Servicios Humanos. Durante mi tratamiento, él había estado en el escenario nacional: anteriormente demócrata, se postulaba a la presidencia como independiente , pero sobre todo, era una vergüenza para mí y el resto de mi familia inmediata".

"En agosto de 2024, suspendió su campaña y apoyó a Donald Trump, quien dijo que iba a 'dejar que Bobby se descontrolara' en materia de salud. Mi madre escribió una carta al Senado para intentar impedir su confirmación; mi hermano llevaba meses denunciando sus mentiras. Desde mi cama de hospital, observé cómo Bobby, contra toda lógica y sentido común, fue confirmado para el puesto, a pesar de no haber trabajado nunca en medicina, salud pública ni en el gobierno".
Pronto, al dolor por su enfermedad se unió la angustia por lo que podría pasar: "El sistema de atención médica del que dependía se sintió tenso, inestable. Los médicos y científicos de Columbia, incluido George, no sabían si podrían continuar con sus investigaciones o incluso tener trabajo. Si George cambiaba de trabajo, no sabíamos si podríamos obtener seguro, ahora que tenía una condición preexistente".
"Bobby es un conocido escéptico de las vacunas, y me preocupaba especialmente no poder volver a obtener la mía, dejándome pasar el resto de mi vida inmunodeprimido, junto con millones de sobrevivientes de cáncer, niños pequeños y ancianos. Bobby ha dicho: 'No existe una vacuna que sea segura y efectiva'", señaló Tatiana Schlossberg, que añadió que quizá su tío segundo no se acuerda de los millones de víctimas de la polio antes de la llegada de la vacuna. Su padre, Edwin Schlossberg sí lo hace: "Hace poco le pregunté cómo se sintió al vacunarse. Dijo que sintió libertad".

Y mientras ella necesitaba más atención, cuidados e investigación veía cómo el primo de su madre "recortó casi 500 millones de dólares para la investigación de vacunas de ARNm, tecnología que podría usarse contra ciertos tipos de cáncer; recortó miles de millones en fondos de los Institutos Nacionales de Salud , el mayor patrocinador de investigación médica del mundo; y amenazó con expulsar al panel de expertos médicos encargados de recomendar exámenes preventivos del cáncer. Cientos de subvenciones y ensayos clínicos de los NIH fueron cancelados, lo que afectó a miles de pacientes".
"Me preocupaba la financiación para la investigación de la leucemia y la médula ósea en el Memorial Sloan Kettering. Me preocupaban los ensayos que eran mi única oportunidad de remisión. Al principio de mi enfermedad, cuando tuve la hemorragia posparto, me dieron una dosis de misoprostol para ayudar a detener el sangrado. Este medicamento es parte del aborto con medicamentos, que, a instancias de Bobby, actualmente está 'bajo revisión' por la Administración de Alimentos y Medicamentos. Me quedo paralizada cuando pienso en lo que habría sucedido si no hubiera estado disponible de inmediato para mí y para millones de otras mujeres que lo necesitan para salvar sus vidas o para recibir la atención que merecen", expresó la nieta de JFK.
"Mi plan, de no haber enfermado, era escribir un libro sobre los océanos: su destrucción, pero también las posibilidades que ofrecen. Durante el tratamiento descubrí que uno de mis medicamentos de quimioterapia, la citarabina, debe su existencia a un animal marino: una esponja que vive en el mar Caribe, Tectitethya crypta . Este descubrimiento fue realizado por científicos de la Universidad de California, Berkeley, quienes sintetizaron el medicamento por primera vez en 1959, y quienes casi seguramente dependían de fondos gubernamentales, precisamente lo que Bobby ya ha recortado", manifestó Schlossberg, que terminó su artículo con un recuerdo para esos hijos, esos niños a los que no podrá ver crecer.
