¿Son tan mágicos como parecen? Qué son los parches de colágeno que arrasan entre los jóvenes
Prometen terminar con las arrugas de expresión y mejorar el aspecto de la piel.
El mundo de la belleza es infinito pero en los últimos años el colágeno se ha convertido en la estrella de la cosmética y los tratamientos de medicina estética. La razón es evidente ya que es una proteína que se encuentra en diferentes estructuras corporales y que se encarga de que la piel y las articulaciones se mantengan firmes.
El colágeno se va dejando de producir con la edad, especialmente a partir de los 40, cuando esta destrucción de la proteína se acelera. “La piel pierde grosor, elasticidad y tonicidad. Una piel rica en colágeno es más densa, se recupera mejor del daño y tiene un aspecto más joven y saludable. A medida que disminuye, aparecen arrugas, flacidez y una textura alterada”, explicó la dermatóloga Cristina Eguren en un reportaje con El HuffPost.
Por eso los cosméticos con colágeno se han convertido en un éxito en ventas para intentar mantener una piel sana y joven. Uno de ellos son los parches de colágeno, de los que se han multiplicado las búsquedas en Google entre los más jóvenes buscando resultados milagrosos que no siempre son definitivos.
Tradicionalmente los parches se han utilizado en los ojos para intentar reducir las líneas de expresión de la ojera, además de intentar mitigar el oscurecimiento de la piel. Sin embargo, en los últimos tiempos su uso se ha extendido a diferentes zonas del rostro como el surco nasogeniano o el entrecejo para intentar difuminar las líneas de expresión.
Estos parches se utilizan durante unos quince minutos después de haber limpiado bien la piel de rostro. Si se van a utilizar para la zona de la ojera, muchas personas optan por guardarlos en la nevera para, al colocarlos, aumentar la sensación de descongestión.
Los parches de colágeno contienen habitualmente como ingrediente estrella los péptidos, el ácido hialurónico o el propio colágeno hidrolizado con el objetivo de rellenar esas pequeñas arrugas. "El parche hidrata y rellena la piel de manera temporal, suavizando la apariencia de las líneas de expresión", explicó la doctora Priya Verm en Vogue sobre este tipo de productos.
Precisamente en la temporalidad está la clave ya que estos parches funcionan durante varias horas o momentos puntuales pero no estimulan la producción de colágeno ni tienen un efecto a largo plazo sobre la piel.
Esto sucede con la mayoría de productos cosméticos ya que el colágeno como tal no funciona por vía tópica. "Es una proteína muy grande que la piel no absorbe. Por ello, se utilizan inductores de la síntesis de tu propio colágeno que, pese a no lograr un efecto tan profundo como el de los tratamientos en cabina, sí lo estimulan y previenen su degradación", explicó la farmacéutica experta en dermocosmética Elena Ramos sobre qué se puede utilizar para estimularlo.
Eso sí, a pesar de tener un efecto temporal, este tipo de cosméticos pueden utilizarse antes de algún evento, para ayudar a la piel a mejorar su aspecto o para prepararla antes de maquillarse y que, por ejemplo, se aplique mejor el corrector.