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La fiebre por el colágeno: qué funciona y qué no para no perder tiempo ni dinero

La fiebre por el colágeno: qué funciona y qué no para no perder tiempo ni dinero 

Es fundamental para mantener la piel y las articulaciones sanas. 

Colágeno en polvoGetty Images

En el último año, el colágeno se ha convertido en la palabra mágica de la industria del bienestar. Los productos, suplementos y consejos para estimular esta proteína que se encuentra en diferentes estructuras corporales y que se encarga de que la piel y las articulaciones se mantengan en plena forma. En las grandes ciudades, incluso se han popularizado las cafeterías en las que puedes pedirte un café o un zumo con un extra de colágeno incorporado.

A medida que se cumplen años, el cuerpo deja de generarlo, por lo que existen diferentes productos en el mercado para intentar estimular su producción y frenar los signos de envejecimiento su ausencia deja en la piel y el cuerpo. Pero, ¿cómo funciona realmente el colágeno? ¿Son eficaces los cosméticos o suplementos para estimularlo?

“El colágeno es la proteína más abundante de nuestro cuerpo y uno de los principales componentes estructurales de la piel. Actúa como un ‘andamiaje’ que le da firmeza, elasticidad y resistencia. En la piel, forma parte de la dermis, donde se organiza en fibras que proporcionan soporte y mantienen el tejido firme y terso”, explica la doctora Cristina Eguren, Vicecoordinadora del GEDET (Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica) y directora de Clínica Eguren.

Esta proteína no solo se localiza en la piel, sino también en articulaciones, huesos o tendones. “En función de dónde se localice adaptada su resistencia y función. Esto nos permite clasificarlo en más de 20 tipos. En las articulaciones tenemos el tipo I, en el hueso fundamentalmente, y el tipo II en el cartílago. Las funciones que despeña el colágeno en las articulaciones son de soporte de las estructuras y facilitar el movimiento entre ellas”, cuenta Álvaro García Martos, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y especialista de Reumatología en el Hospital Universitario del Tajo.

Con la edad, el cuerpo empieza a dejar de producirlo

“A partir de los 25-30 años, nuestra producción natural de colágeno empieza a disminuir progresivamente, y hacia los 40 se acelera (esto se debe también a que a partir de esta edad se activan las colagenasas, que son enzimas que rompen el colágeno)”, relata Elena Ramos, farmacéutica experta en dermocosmética y directora del salón de belleza The Secret Lab.

“A partir de los 25-30 años, nuestra producción natural de colágeno empieza a disminuir progresivamente, y hacia los 40 se acelera"
Elena Ramos, farmacéutica experta en dermocosmética y directora del salón de belleza The Secret Lab

García Martos explica que por normal general es a partir de los 40 años cuando “la reposición de esta proteína es menor que la destrucción”, pero que se puede producir antes o después en función de cada persona. Además, según explica Elena Ramos, la degradación puede acelerarse por factores relacionados con el estilo de vida como el estrés, el consumo de tabaco y alcohol o la exposición solar.

La dieta, según la doctora Cristina Eguren, debería ser rica en antioxidantes para que le pérdida de colágeno no se acelere todavía más al llegar a cierta edad. ¿Las consecuencias de la falta de esa proteína? “La piel pierde grosor, elasticidad y tonicidad. Una piel rica en colágeno es más densa, se recupera mejor del daño y tiene un aspecto más joven y saludable. A medida que disminuye, aparecen arrugas, flacidez y una textura alterada”, explica la dermatóloga.

“La falta de colágeno supone una pérdida de calidad de las estructuras articulares, hueso y cartílago, que pueden implicar que la función de las articulaciones sea deficiente y notemos dolor y limitación en los movimientos”
Álvaro García Martos, portavoz de la SER y especialista de Reumatología en el Hospital Universitario del Tajo

Esta ralentización de la producción de colágeno y consecuente pérdida no solo provoca un envejecimiento de la piel, sino que puede derivar en dolores articulares que incluso pueden llegar a impedimentos en el día a día. “La falta de colágeno supone una pérdida de calidad de las estructuras articulares, hueso y cartílago, que pueden implicar que la función de las articulaciones sea deficiente y notemos dolor y limitación en los movimientos”, advierte el reumatólogo García Martos.

Qué tratamientos funcionan realmente para estimularlo

Desde que se ha ido conociendo cada vez más la importancia del colágeno y de protegerlo, se han multiplicado los cosméticos que lo incluyen en su composición o que prometen ayudar a producirlo. ¿Son realmente eficientes? "Sí, aunque es importante ser realistas: ningún cosmético va a reponer el colágeno como tal, pero sí puede estimular su producción o proteger el que ya tenemos", asegura la doctora Eguren. 

Antes de seleccionar un producto u otro, si no se puede acudir a un dermatólogo o un profesional de estética, lo importante es fijarse en los ingredientes. "El colágeno aplicado no funciona, ya que es una proteína muy grande que la piel no absorbe. Por ello, se utilizan inductores de la síntesis de tu propio colágeno que, pese a no lograr un efecto tan profundo como el de los tratamientos en cabina, sí lo estimulan y previenen su degradación", asegura Elena Ramos. 

"Los cosméticos son eficientes aunque es importante ser realistas: ningún cosmético va a reponer el colágeno como tal, pero sí puede estimular su producción o proteger el que ya tenemos"
Cristina Eguren, Vicecoordinadora del GEDET (Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica) y directora de Clínica Eguren

Entre los ingredientes que tanto Ramos como Eguren recomiendan están los retinoides (retinol, retinal o ácido retinoico), que estimulan la producción de colágeno; antioxidantes como la vitamina C o los péptidos, que cuando están bien formulados y se utilizan de manera constante han demostrado estimular el colágeno. Además, la farmacéutica recomienda la niacinamida para "mejorar la elasticidad y reforzar la barrera cutánea" y los ácidos exfoliantes ya que "al renovar la piel, estimulan indirectamente la producción".

Mientras que los cosméticos pueden ser un complemento, los tratamientos en cabina son más eficientes para estimular la producción de colágeno. Entre los que Ramos aconseja están la radiofrecuencia, que "genera calor en las capas profundas de la piel para activar los fibroblastos"; el microneedling, que consisten en hacer "pequeñas punciones que inducen la producción de colágeno y el láser IPL, que "actúa en capas profundas sin dañar la superficie, mejorando textura y firmeza". 

La suplementación: útil, pero no cualquiera

Dada la importancia del colágeno en el cuerpo, además de tratamientos para intentar mantener la piel sana, la suplementación se ha extendido para intentar frenar el envejecimiento y para proteger las articulaciones ante la pérdida de esta proteína.

“Existen varios tipos de suplementos de colágeno, el colágeno nativo —la proteína entera— y el colágeno hidrolizado —trozos de la proteína—”, explica el doctor García Martos “Ambos han mostrado su potencial utilidad en el tratamiento del dolor y limitación articular en las articulaciones en estadios iniciales de artrosis (desgaste articular)”, señala el reumatólogo.

“Existen varios tipos de suplementos de colágeno, el colágeno nativo —la proteína entera— y el colágeno hidrolizado —trozos de la proteína—. Ambos han mostrado su potencial utilidad en el tratamiento del dolor y limitación articular en las articulaciones en estadios iniciales de artrosis (desgaste articular)”
Álvaro García Martos, portavoz de la SER y especialista de Reumatología en el Hospital Universitario del Tajo

Tanto Eguren como Ramos recomiendan suplementos de colágeno hidrolizado. “Han mostrado en algunos estudios cierta capacidad para mejorar la hidratación y elasticidad de la piel, siempre que se usen de forma continuada durante mínimo ocho o doce semanas”, apunta Eguren, que recuerda que son simplemente un complemento y no una solución milagrosa para resolver cualquier problema.

Según Ramos, dentro del colágeno hidrolizado, son especialmente recomendables los tipos I y III si lo que se busca es mejorar la apariencia de la piel y de tipo II si se quieren proteger y cuidar las articulaciones. Además, la farmacéutica aconseja otro tipo de suplementación, “siempre que esté bien formulada y su consumo esté adaptado a las necesidades de cada persona”, que puede resultar útil para mejorar el colágeno en la piel y las articulaciones.

Espacio Eco
Un proyecto de Espacio Eco

Entre los suplementos que cita Ramos están la vitamina C, que ayuda con la “síntesis del colágeno”; la vitamina A, que “estimula directamente” su producción; minerales como zinc y cobre y ácido hialurónico para mantener la hidratación y elasticidad desde dentro.

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Uxía Prieto es redactora de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, moda o estilo de vida. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela y posteriormente estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo. Puedes contactar con ella escribiendo a: uxia.prieto@huffpost.es