Las señales que indican que deberías dejar de beber café
Aunque tiene numerosos beneficios, su consumo en exceso puede no ser bueno para la salud.

El café tiene numerosos beneficios para la salud. Ejemplo de ello es su alto contenido en polifenoles, un tipo de antioxidante que puede aportar beneficios para, por ejemplo, proteger al cuerpo de la exposición a los radicales libres que pueden desencadenar diversas enfermedades, tal y como recogen en Medical News Today.
Pero diversos estudios como el publicado en la revista Nature Neuroscience realizado por la Universidad John Hopkins de Baltimore (Estados Unidos) asociaban el café con una mejora en la conexión neuronal de nuestro hipocampo, una área relacionada con la memoria.
Sin embargo, el consumo recomendado de cafeína es de 400mg al día, teniendo en cuenta que una taza tiene de media unos 95mg, las directrices de la OMS apuntan a no superar las cuatro o cinco tazas diarias. Si esto se supera pueden verse indeseados efectos secundarios que pueden ser incluso perjudiciales para la salud. Por lo que hay que saber cuándo parar de tomarlo si se notan algunos de estos síntomas.
La bióloga y nutricionista Gaia Gottardi recuerda al medio italiano Gazzetta que uno de estos efectos de tomar demasiado café son las palpitaciones. "La cafeína genera excitabilidad cardíaca y dependiendo de nuestro genotipo, puede aumentar o no la presión arterial. Además, puede aumentar la liberación de adrenalina, una sustancia que acelera el ritmo cardíaco, lo que en individuos sensibles o en presencia de dosis altas, puede provocar palpitaciones", detalla.
La cafeína es un importante excitante por lo que esto puede estar asociado con la dificultad para conciliar el sueño. "La hipersensibilidad a la cafeína puede provocar problemas de insomnio incluso con un solo espresso consumido por la mañana", explica la especialista.
Según recuerda Gottardi, esto varía en función de la sensibilidad y la tolerancia a la cafeína de cada individuo, así como el tiempo de metabolización de cada uno, ya que este puede durar hasta 16 horas. "Si la cafeína sigue presente antes de acostarse, se unirá a los receptores de adenosina en el cerebro, una molécula que favorece el sueño y bloqueará su acción.
Cuanto más carezcamos de receptores de adenosina, mayor será el impacto", recuerda y apunta a que se pueden entrar en círculos de falta de sueño y tratar de compensarla con cafeína logrando únicamente una "acumulación progresiva de deuda de sueño que puede llegar a ser difícil de recuperar".
La cafeína, al ser un estimulante, afecta también a áreas del cerebro como es la glándula pituitaria, encargada de la producción de cortisol, la hormona del estrés. "Hay una predisposición genética que te hace más sensible a estos efectos, con síntomas como temblores y contracturas musculares. En los casos más extremos, el consumo excesivo de café puede desencadenar auténticas crisis de ansiedad", detalla Gottardi.
Los efectos de tomar demasiado café no solo se dan, tal y como recuerda la experta, a nivel neurológico, también se notan en el aparato digestivo, ya que con su consumo se libera ácido clorhídrico en el estómago. "El café en general no se recomienda en presencia de reflujo o síndrome del intestino irritable", recomienda la especialista.
Si vives estos síntomas, la especialista recomienda dejar de tomar café. Eso sí, gradualmente especialmente si se toma mucha cantidad y buscar algunas alternativas. La nutricionista apunta a algunas como "combinar el café de cebada con infusiones o batidos 100% fruta".