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Ni acelga ni apio: la verdura odiada en España que rebaja el azúcar en sangre y la inflamación

Ni acelga ni apio: la verdura odiada en España que rebaja el azúcar en sangre y la inflamación

Una investigación relaciona su sabor amargo con su contribución a reducir el riesgo de diabetes y sus complicaciones.

Pimientos rojosDonhype via Getty Images

No cabe duda de que tiene un cierto sabor amargo, de ahí el rechazo que causa en algunos paladares. Sin embargo, a pesar de ello, esta verdura, el pimiento rojo, tiene unas propiedades que hacen que merezca la pena incluirlo en la dieta habitual. La cuestión es que este producto pertenece al grupo de los llamados polifenoles, cuyas ventajas para la salud se conocen desde hace tiempo y entre los que se encuentran por ejemplo, el café y el té, así como diversas frutas y verduras. Sin embargo, la diferencia entre ellos está en el sabor. Mientras los que son más dulces, suelen consumirse más en España, los que tienen un sabor más amargo suelen evitarse.

Hay miles de polifenoles distintos, y los amargos son captados que por nuestros receptores del gusto (los llamados tipo 2 o T2R) en la boca, pero su expresión a lo largo del tracto gastrointestinal es responsable de su bioactividad, así que también de sus beneficios, aunque aún queda mucho por estudiar sobre ello. 

Por eso, un equipo científico internacional de Japón e Italia ha realizado una investigación sobre ello, publicada en la revista especializada Food Bioscience y dirigida por la profesora Naomi Osakabe del Instituto de Tecnología de Shibaura (Japón). Su objetivo ha sido intentar comprender cómo funciona esta interacción entre polifenoles y receptores T2R y detallar esos beneficios para la salud.

Estos investigadores han analizado el mecanismo de comunicación entre los polifenoles, los receptores T2R y los centros cerebrales que regulan la homeostasis de la glucosa y el apetito. Según sus hallazgos, esa unión promueve en el intestino la secreción de hormonas intestinales como la colecistoquinina (CCK) y las incretinas.

Estas hormonas gastrointestinales, cuya liberación se desencadena por la acción de los polifenoles, contribuirían en conjunto a reducir el riesgo de diabetes y obesidad. La profesora Osakabe lo explica: "Se sabe que las hormonas gastrointestinales regulan la conducta alimentaria y mantienen la tolerancia a la glucosa a través de los sistemas endocrino y nervioso. Es posible que el amargor de los polifenoles ayude a reducir el riesgo de diabetes y sus complicaciones a través de la activación de T2R".

Los resultados de estos investigadores señalan que los polifenoles que tomamos con los alimentos, a pesar de no ser absorbidos durante su paso por el tracto gastrointestinal, podrían promover la secreción de hormonas gastrointestinales al activar los receptores del sabor amargo expresados en las células secretoras digestivas, regulando así los niveles de azúcar en sangre y, además, también el apetito.