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Soy técnica en nutrición y éstas son las peores comidas antes de coger volar, pero sin obsesionarse

Soy técnica en nutrición y éstas son las peores comidas antes de coger volar, pero sin obsesionarse

Hay elecciones que pueden hacerte sentir más incómodo durante el vuelo, sobre todo si es largo.

Imagen de archivo de la comida de un avión.Getty Images

Cuando se acercan las vacaciones o un viaje de trabajo, muchas personas se preguntan qué deberían —o no— comer antes de coger un vuelo. Y, además, "en Internet proliferan listas de “alimentos prohibidos” antes de viajar: desde el café hasta las legumbres, pasando por los quesos curados o los fritos", advierte la técnica superior en Nutrición y Dietética Ana Luzón. Esta experto opina "hay que cambiar el enfoque": "En lugar de hablar de lo peor, te propongo entender qué puede hacer que una comida sea más o menos adecuada en este contexto… sin caer en el alarmismo", afirma.

Pero, en realidad se puede considerar que ¿hay alimentos que es “malo” tomar antes de volar? "No", responde esta experta, "pero sí hay elecciones que pueden hacerte sentir más incómodo durante el vuelo, sobre todo si es largo". Y explica que "el objetivo principal antes de viajar no es “comer perfecto”, sino evitar molestias digestivas, deshidratación o bajones de energía".

Dicho esto, matiza Luzón, "hay algunos alimentos o preparaciones que, si los consumes justo antes de subir al avión, podrían aumentar la probabilidad de sentirte pesada, hinchada o con malestar". Y nos explica los principales.

En primer lugar, las comidas muy grasas o fritas. "Ralentizan la digestión y pueden generar acidez o sensación de pesadez, especialmente si el vuelo es largo y vas a estar sentada muchas horas". Tampoco son recomendables, prosigue, "las bebidas gaseosas o comidas muy saladas: favorecen la retención de líquidos y la hinchazón abdominal. A mayor altitud, menor presión atmosférica… y más gases acumulados".

Otro alimento a evitar es el alcohol. "Puede deshidratarte más rápidamente durante el vuelo, donde el aire es muy seco. Además, combinado con la altitud, puede potenciar la somnolencia o el malestar", advierte también la especialista en dietética. Y, finalmente, menciona "las legumbres o vegetales muy flatulentos (como coliflor o brócoli crudo)". "Aunque no es necesario evitarlos siempre, pero si sabes que te generan gases o digestiones lentas, quizás no sea el mejor momento", aconseja.

Entonces, ¿qué comer antes de volar? "Lo ideal es una comida equilibrada, moderada en cantidad y que conozcas bien (evitar probar algo nuevo justo antes del vuelo es una buena idea). Por ejemplo, la ensalada con arroz o pasta integral y proteína (huevo, atún, pollo, tofu…). También se puede tomar yogur natural con fruta y frutos secos; un bocadillo de pan integral con aguacate y huevo cocido o queso fresco, o fruta y un puñado de frutos secos si no tienes mucho tiempo".

Pero, sobre todo, insiste Ana Luzón hay que hidratarse bien: "Lleva una botella reutilizable y rellénala después del control de seguridad. Y ten en cuenta que no necesitas una comida perfecta, sino una que te siente bien".

La cuestión es que, a veces, el problema no está en lo que comes antes de volar, sino en la presión por hacer lo “correcto”, resalta la nutricionista. "Como en cualquier otro momento del día, lo importante es conectar con tus señales de hambre, elegir alimentos que te sienten bien y no cargar tu cuerpo justo antes de pasar varias horas en un espacio reducido", agrega.

Ahora bien, "si alguna vez tomas algo que luego no te sienta del todo bien… no pasa nada", insiste esta especialista. Porque "lo importante es aprender de la experiencia, no añadir culpa ni estrés a algo tan cotidiano como viajar", concluye.

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Soy redactora en HuffPost España, donde escribo de temas sociales y estilo de vida.

 

Sobre qué temas escribo

Hablo cada semana sobre varios temas en los que nos aporta una nutricionista sus consejos para llevar una vida saludable, sigo los temas de okupaciones en todo el mundo e intento reflejar cómo los problemas y las buenas noticias nos afectan ya de forma global con ejemplos de casos de particulares y poniendo el foco en especial en estudios científicos que demuestren todos los avances que estamos viviendo.

 

Mi trayectoria

Estudié Periodismo en la Universidad Complutense e hice el Máster de Periodismo de la UAM/ELPAÍS, así como el de desarrollo de directivos de PRISA y el IESE. He sido jefa de diversas secciones en EL PAÍS, después, directora de comunicación en diversos organismos, pero, sobre todo, lo que me gusta es escribir. Por eso estoy aquí, para contar historias y buscar temas exclusivos para los lectores. Antes de todo esto, mi especialidad fue durante años la educación. Soy madrileña, de padre catalán y abuelos vascos y de las dos castillas, por lo que me siento de toda España y no entiendo tanta confrontación. Y, sobre todo, me considero muy europea. He recibido el Premio de Periodismo de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, así como el Premio de Periodismo Educativo Esteban Barcia. He escrito un par de libros sobre El papel de los padres en el éxito escolar de los hijos.

 


 

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