Soy técnica en nutrición y éstos son los alimentos que debes evitar tomar en la cena
El problema no es sólo comer demasiado sino también tomar alimentos que pueden dificultar el descanso sin que seamos conscientes de ello.

Cenar tarde y con el estómago lleno puede dificultar el descanso, pero no siempre es solo una cuestión de cantidad. "A veces te vas a la cama ligera y, sin embargo, te despiertas hinchada, con digestión pesada o dando vueltas sin pegar ojo. Y no siempre es porque hayas cenado mucho, sino por el tipo de cena que haces", explica la técnica superior en Nutrición y Dietética Ana Luzón.
Algunos alimentos habituales en las cenas pueden dificultar el descanso sin que seamos del todo conscientes, asegura esta especialista. Tampoco se trata de eliminarlos para siempre, opina, pero sí de observar cómo sientan al cuerpo y tomar decisiones más acordes con el propio bienestar. Y enumera cinco tipo de alimentos que es mejor evitar antes de cenar.
El primero es una tabla de embutidos. "Unos taquitos de chorizo, un poco de jamón, queso curado, pan… y ya está la cena. Rico, fácil… y cargado de grasa, sal y proteínas de digestión lenta. Pero, ¿te suena despertarte a mitad de la noche con sed o hinchazón? Es por esas razones", señala Luzón.
El segundo es el vinito “para relajarte” antes de dormir. "Una copa de vino o cerveza parece inofensiva, incluso terapéutica después de un día largo. En cambio, el alcohol interfiere con la fase profunda del sueño. Lo que ocurre es que duermes, pero no descansas. Así que si te levantas con sensación de “haber dormido mal”, revisa si hay alcohol de por medio", aconseja esta nutricinista.
Otro típico alimento es el que consiste en un picoteo dulce en el sofá. “Puede que sea sólo un trocito de chocolate, una galleta con el té, un yogur azucarado... pero ese momento de desconexión nocturna a veces es pura rutina, no hambre. Y el chute de azúcar puede hacer que el cuerpo esté más activo justo cuando necesita bajar revoluciones".
Tampoco son aconsejables los productos “ligeros”, pero cargados de sal, indica Ana Luzón. "Como las sopas de sobre, cremas industriales, fiambres de pavo, palitos de cangrejo… Parece que cenas poco, pero, en realidad, te metes sodio a cucharadas sin darte cuenta. Y el resultado es hinchazón, retención de líquidos y digestión pesada".
Y, por último también conviene "evitar las cenas improvisadas que no nutren, como las típicas croquetas del súper, una pizza rápida o una hamburguesa del bar", afirma Luzón. "Si cenas esto un sábado, no pasa nada, pero si lo haces cada vez que llegas cansada, tu cuerpo lo nota", explica.
Así que, en conclusión, "no se trata de obsesionarte con hacer la cena perfecta, sino de preguntarte: ¿Esta cena me va a hacer sentir bien esta noche y mañana por la mañana? Porque ten en cuenta que tu descanso no solo depende de lo que haces en la cama, empieza en el plato", recuerda esta especialista.