Desde hace años, los científicos e investigadores están estudiando los efectos que pueden tener algunos analgésicos en las personas que sufren Alzheimer. Uno de ellos es el ibuprofeno, ampliamente consumido en España. 

Recientemente, un estudio de la Universidad SRH de Berlín publicado en la revista científica Biomedicine and Pharmacotherapy ha constatado que el ibuprofeno tiene efectos tanto positivos como adversos en los pacientes que desarrollan esta enfermedad. 

Concretamente, la investigación se centra en el impacto de este fármaco en varias clases de lípidos. En primer lugar, los médicos que participaron en el estudio confirmaron que el ibuprofeno aumenta la concentración de fosfatidilcolina y esfingomielina, lípidos cruciales en la salud de las células cerebrales. 

Los investigadores explicaron que las personas que tienen Alzheimer suelen tener una cantidad reducida de estos lípidos en el cerebro, lo que se asocia con un proceso de daño celular.

Sin embargo, no todos los efectos del ibuprofeno que se descubrieron en la investigación son positivos ya que su uso se ha relacionado con un aumento de los triglicéridos y una reducción de los plasmalógenos, lípidos que protegen a las células del estrés oxidativo y que los pacientes de Alzheimer ya suelen tener reducidos. 

En este sentido, los investigadores abogan por seguir estudiando cómo se podría utilizar este fármaco para posibles tratamientos y en qué cantidad justa podría ser beneficioso sin sufrir los efectos adversos. 

En España, los expertos han advertido que más de ocho millones de personas exceden las dosis diarias recomendadas de ibuprofeno e incluso lo toman cuando no es necesario. Ese fue uno de los motivos por los que este medicamento ya no se vende en las farmacias sin receta en dosis de 600 gramos y está limitado a 400 gramos.

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