En Reino Unido empiezan a hacer las maletas para ir a la "joya infravalorada" de España donde "apenas hay turismo"
Una ciudad que combina playas, gastronomía y un ambiente relajado.

España se ha consolidado como uno de los destinos favoritos del turismo internacional: historia, playas, gastronomía y clima atraen a millones cada año. Muchos visitantes siguen reservando sus vacaciones en los clásicos de siempre como Barcelona, Madrid o la Costa del Sol, atraídos por su vibrante vida cultural y servicios turísticos consolidados. Sin embargo, ahora son los rincones menos masificados los que están ganando popularidad.
Un número creciente de viajeros del Reino Unido está cambiando de planes y reservando vuelos a una ciudad menos conocida pero con todo lo necesario para unas vacaciones de sol, playa y cultura: Castellón de la Plana, en la Costa del Azahar. La ciudad, situada a apenas una hora de Valencia, combina un casco urbano tranquilo con playas amplias y poco masificadas, que ha despertado el interés de quienes buscan escapar de las aglomeraciones.
Además, en temporada baja y media pueden encontrarse billetes de avión a precios muy competitivos: hay conexiones directas desde Londres Stansted al aeropuerto de Castellón operadas por aerolíneas de bajo coste. “Hay vuelos de ida y vuelta desde solo 36 libras si vuelas a Valencia, o desde 40 libras si vuelas al aeropuerto más cercano de Castellón de la Plana”, aseguran desde el medio británico Metro.
¿Qué hacer en Castellón de la Plana?
Para los que priorizan la playa, El Pinar es una de las mejores opciones de la región. Con sus 1.750 metros de costa, esta es una de las mayores playas del término municipal que además combina arena, dunas y un entorno natural protegido que la convierte en el refugio ideal para familias y para quienes buscan espacio para desconectar. Por su lado, el Parque de El Pinar circundante se centra en la conservación de aves y plantas autóctonas.
Pero Castellón de la Plana no es solo mar. El Mercado Central, abierto oficialmente en 1949, sigue siendo el corazón gastronómico de la ciudad: sus más de 80 puestos ofrecen productos locales y una experiencia cotidiana que recuerda por qué muchos visitantes disfrutan tanto de pasear sin prisas por sus plazas. En el centro también se alza El Fadrí, el campanario que marca el paisaje urbano y cuya silueta gótica es una de las postales más icónicas de la ciudad.
La oferta culinaria atrae igualmente a numerosos turistas: restaurantes familiares centrados en el producto del mar, arroces y tapas conviven con locales más modernos. Entre las referencias para quien quiera darse un capricho figura la Tasca del Puerto, incluida en la guía Michelin por su cocina basada en pescados y arroces, una muestra de la calidad que puede encontrarse fuera de los focos turísticos habituales.
En cuanto al clima, el verano en Castellón suele ser cálido: las máximas medias en julio y agosto rondan los 30° C, lo que convierte a la ciudad en un destino apetecible para quienes buscan sol y playa sin llegar a extremos térmicos habituales en otras zonas del interior. En definitiva, se trata de una ciudad accesible, con buenas playas, gastronomía notable y un ambiente relajado, ideal para un turista británico cansado de lo masificado.
